Scort
Capítulo 19
Desaparecida
(Vanished)
¡Nenas!
Hoooooola, espero no haber tardado tanto como la otra vez en publicar jajajaja,
espero que les guste este capítulo pero como les dije a algunas en FB no va a
ser el final, el próximo será el último y NO hay epilogo por lo que desde ya
les comienzo a dar las gracias por leerme, especialmente a mis lectoras fieles
que están conmigo desde el comienzo. Ojalá les guste el capítulo y les pido que
comenten para saber si les gusto, aún debato si el final será feliz o no por lo
que estén atentas al FB porque a medida que vaya escribiendo iré dando avances
de cómo vamos.
Un
beso grande a todas y gracias por leerme, TWINS tú ya sabes… te amo <3
Con amor
Tiwii Cullen.
Bella POV:
La
oscuridad rodeaba mi mente por completo, creo que sentía un ruido, tenía frío,
mis piernas estaban congeladas
¿Qué pasa?
¿Qué sucede?
¿Dónde estoy?
Edward…
Intente
abrir mis ojos pero a pesar de que sabía que los estaba abriendo estos habían
sido cubiertos con una tela que me impedía ver, intente hablar pero tenía algo
en mi boca, debe ser un pañuelo o una mordaza. Mi mente se hacía cada vez más
clara, desee recordar lo que había pasado: estaba
en la fiesta, fui al baño y después todo es confuso, no podía recordar nada
más. Gemí
―
Ya cállate— me dijo una voz que se
sentía lo bastante cerca— si te portas bien tal vez no te matemos— era la voz
de un hombre, de mediana edad probablemente.
Oh por dios… estaba en graves problemas.
Gemí nuevamente quería que me sacaran la mordaza, mi boca ya me dolía, ni
siquiera sabía cuánto tiempo llevaba ahí, volví a gemir. Sentí un paso a mi
lado y una mano que con fuerza bruta me sacaba
lo que tenía en la boca
―
Si te pones a chillar te meteré una
manzana en la boca así que te conviene quedarte en silencio
―
¿Quie… quie... quien eres tú?— pregunté
con mi voz saliendo a trompicones de mi boca
―
Mas te vale guardar silencio si no te
golpeare hasta que dejes de chillar
―
Dime… te lo suplico ¿Dónde estoy?
―
Mira chiquilla, no sé qué demonios
haces aquí o para que me hicieron traerte aquí, solo debo vigilarte hasta que
me digan, no sé nada mas
―
¿me vas a matar?— solté junto con el
aire de mi cuerpo
―
No lo sé, aún no me dan esa orden
―
Dios— susurré presa de un miedo
terrible— no por favor— las lágrimas de mis ojos se arremolinaron con fuerza, tenía
miedo, mis hijos, Edward, era lo único en lo que
podía pensar.
―
Ya no hables, quiero dormir.
Aún
debía ser de noche, recuerdo que no eran más de las 12 cuando fui al baño, maldito maquillaje, tal vez si no me
hubiera separado de Edward jamás me habría pasado esto, pero en ese momento
saltó otra idea en mi mente ¿si hubiera
estado junto a él, si le hubiera pasado algo, si hubiera estado con los
mellizos? Un violento escalofrió azotó mi cuerpo, creo que unos 10 minutos
después la respiración del hombre se acompaso indicándome que él ya estaba
dormido. ¿Qué demonios iba a hacer? Tenía que salir de aquí, no podía quedarme
esperando a que alguien viniera a rescatarme, Edward, Edward, Edward…
Comencé
a tirar de mis manos, si tan solo tuviera mis ojos descubiertos sería mucho más
fácil, lo primero que debía hacer era descubrirlos ¿pero cómo?, tiré un poco
más de las cuerdas de mis manos y sentí que se aflojaban con lentitud, una
sonrisa involuntaria se formó en mis labios ¡Vamos Bella, tu puedes!, mi mente
estaba extasiada con mi voluntad y entereza para salir de aquí. La cuerda
parecía aflojarse cada vez más por lo que seguí tirando, mis muñecas ya
comenzaban a arder y pronto sentí mi carne viva siendo refregada por ellas pero
no importaba, la adrenalina hacia su trabajo e impedía que sintiera miedo o
dolor en ese momento. Cuando logré sacar una mano me levanté la pañoleta para
sacármela, mis ojos no se acostumbraron a la luz por lo que tuve que pestañear muchas veces para lograr enfocar.
―
¿Dónde demonios estoy?— susurré, estaba
en una clase de departamento viejo, el suelo era cerámica, por eso se sentía tan frio,
las paredes estaban manchadas y las ventanas tapadas con tablas, el
hombre que yacía en una silla casi a mi lado estaba durmiendo profundamente, su
respiración lo delataba— tengo que salir de aquí— rápidamente me saqué las
cuerdas de los pies y con cuidado de no despertar a nadie me pare hacia la
puerta, definitivamente el hombre estaba muy dormido.
Intenté
abrir la puerta pero al parecer estaba sellada, miré a mí alrededor y hacia
atrás había dos puertas más, me saqué los zapatos para no hacer ruido con los
tacos y me acerque a ellas. La primera estaba cerrada con llave, maldije en
silencio mi mala suerte, debo ser
valiente, debo ser valiente, mi corazón martillaba con fuerza dentro de mi
pecho y el mantra que se repetía en mi cabeza me hacía sentir el estómago
voltearse, pero tenía que seguir, tenía que continuar. Caminé rápidamente a la segunda puerta y al girar el pomo esta
se abrió de inmediato, mis ojos se abrieron al mismo tiempo que el espacio
entre el marco y la puerta se hacía cada vez más grande ¿era una trampa? Es
demasiado fácil salir de aquí, miré hacia atrás pero el hombre que me tenía
capturada roncaba sonoramente.
―
Debo salir de aquí— confirmé para mí
misma, comencé a avanzar por el pasillo que se extendía frente a mí, al llegar
a la esquina miré para el siguiente pasillo pero no se veía a nadie por lo que
avancé mucho más, mis pies fueron tomando fuerza y de pronto me hallaba corriendo el problema es que no sabía
dónde.
Me acerqué a una ventana y mi estómago se
apretó más al saber que estábamos rodeados por un inmenso bosque, mi mente
rápidamente comenzó a enumerar los riesgos pero era más peligroso que esperara
sentada a que mi muerte llegara por lo que rápidamente tomé unas escaleras que
conducían a pisos más abajo, el cálculo cuando llegue abajo eran 4 pisos antes
de tocar el primero. Caminé hacia la puerta sintiendo una opresión terrible en
mi pecho de pronto Edward vino a mi mente rápidamente ¿se habrá dado cuenta?, ¿alguien habrá pedido rescate? ¿Será un
secuestro por dinero o por…? Ni siquiera quería pensarlo, comencé a forzar
la puerta que se suponía era para salir al exterior, la condenada no se quería
abrir, mi desesperación comenzó a crecer cuando sentí ruidos del exterior y de
pronto un golpe en las plantas de arriba me hizo saltar.
El hombre había despertado…
maldición.
El
agarre de la puerta se hizo más frenético al igual que mi corazón y
respiraciones ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué me tenían aquí?, lágrimas quemaron
en mis ojos al igual que mi garganta se volvió estrecha pero no, debo ser
valiente, debo tener coraje, esto no me iba a acabar, no a Isabella Swan. Al ver que la manilla no cedía recorrí el
primer piso buscando por donde salir, sentía cada vez más ruidos de la parte de
arriba, gritos y cosas que se estrellaban contra otras, el secuestrador me estaba buscando, de pronto llegué a una ventana
que estaba entre abierta, era pequeña y estrecha de forma rectangular pero
hasta el momento mi mejor opción. Tiré los zapatos afuera y comencé a contorsionar para salir, el ruido de arriba me ponía histérica pero no debía desconcentrarme, metí mi pierna y luego trate de pasar mis caderas, la ventana
me raspo en partes delicadas pero con la fuerza que ejercí y el subidón de
adrenalina nada me importo, mi pierna faltante comenzó su salida arrastrándose
y rompiéndose con la orilla, caí al suelo y un enorme suspiro salió de mi boca estaba libre, libre al fin. Con lo que quedaba de fuerza me pare y comencé
a correr por el terreno, mi adrenalina subía más y más, estaba a solo unos
cuantos metros de esconderme en la hierba de pronto mi corazón se oprimió y mi
cuerpo predijo el dolor.
Un disparo
Segundos
después caí de bruces al suelo, mi pecho, mis piernas y cualquier parte que se arrastró
por el suelo ardía pero no más que la herida de bala que comenzaba a sangrar,
mi respiración se agito y puntos negros adornaron mi vista, parpadeé unas
cuantas veces respirando sonoramente en la tierra, intente levantarme pero la
herida dolía más que nada en el mundo, mi hombro estaba perforado de lado a
lado por la bala, la sangre que salía de la herida corroboraba la gravedad, caía
libremente por mi brazo y clavícula mojando la tierra que me cobijaba.
Edward, los mellizos… era en todo
lo que podía pensar, una tercera preocupación vino a mi
mente, mis manos viajaron lentas y torpes hacia mi estómago, mi bebé, el que aún no sabía si era o
no, en este momento de agonía lo era todo y más, mi boca se secó y ahogó un
graznido de dolor, todo se volvió más oscuro y la inconciencia golpeo
fuertemente mi cuerpo.
Me quiero ir de aquí…
POV Edward:
La
fiesta estaba en su máximo esplendor, le había soltado recién la mano a mi
hermosa Bella y ya la extrañaba, mi corazón latía eufórico ¿Un bebé? ¡Un bebé!
Era todo lo que mi vida podría querer además de tener a esa mujer asegurada
para siempre conmigo, mientras me desplazo por la fiesta mi hermano Emmett me
pisa los talones, veo con agrado a mi madre reír con sus amigas, mi hermana
bailar con su esposo y a mis hijos correr por entremedio de las personas.
―
¡Papá!— me dijo Ness acercándose a mí,
tomé a mi hija en brazos y bese tiernamente una de sus mejillas, tenerla cerca de
mí sabía a gloria, era sangre de mi sangre por lo tanto algo completamente
necesario para vivir, igual que su madre.
―
Figlia,
come vai?— pregunté en nuestra lengua materna
―
Bene,
¿Dónde
está mi mamá?— dijo reprimiendo un bostezo
―
Fue al baño pero creo que ya es hora
de que te vayas a dormir— la niñera que acompañaba a Nessie en la fiesta se
paró delante mío con una sonrisa cariñosa— busque a mi hijo y llévenlos a
dormir por favor, esta noche ha sido suficiente para ellos.
―
Si señor— asintió la mujer de mediana
edad y canas asomándose por sus entradas.
Caminé
más a prisa, mientras menos me demorara más rápido volvía con Bella. Mi padre tenía
una expresión que pocas veces he visto en su cara, la mía se mostró confundida.
―
¿Qué sucede papá?— pregunte dando
zancadas para acercarme a el
―
No te asustes Edward pero dos de nuestros
efectivos de seguridad fueron derribados en la entrada de nuestras tierras,
mande a doblar la seguridad pero nunca sabemos por lo pronto quédate cerca de
los niños y de Bella… ¿Edward?
Pero mi mente había dejado de
procesar, Bella, Bella ¡Bella!
El
grito de mi inconciencia me hizo reaccionar, me giré y salí corriendo de donde
estaba, una opresión en el pecho me hizo acelerar aún más la carrera, ella solo
había ido al baño, todo estaría bien,
todo está bien. Pero mi corazón y mi mente no me daban tregua algo estaba
pasando. Salí en carrera hacia la casa, atravesé el césped en dos segundos
plantándome de un salto dentro de los pasillos de la mansión.
―
Bella ¡Bella!— grite por los pasillos—
Bella, dios mío ¡bella! ¡BELLA!— caminé por todos los pisos y nadie salió,
entré a la habitación de mis hijos y estaba vacía, mi corazón estaba a punto de
salir eyectado de mi pecho.
―
Edward— llegó Emmett corriendo detrás mío,
mi papá apareció de repente al final del pasillo corriendo
―
No la encuentro, Bella no está.
―
Debe estar en la fiesta hermano cálmate
―
¡La fiesta!— grite y nuevamente me
eche a correr, pase frenético por el lado de mi papá y salí otra vez en
dirección a la carpa, una vez allí camine con pasos agigantados hacia el
escenario y me subí, le quité el micrófono al animador— ¡Bella!— llame mirando
a los asistentes, la música se paró de repente y todos me miraron— ¿Alguien ha
visto a mi mujer, Isabella Swan? Bella si me escuchas acércate al escenario por
favor, ¡Bella!— grite una vez más, los murmullos rápidamente comenzaron a circular, todos hablaban por encima del
sonido mi cuello se estiraba para ver si ella aparecía con una expresión de
desconcierto, estaría encantado que me llamara maniático y que me calmará con
un beso diciéndome que solo se había ido a sentar o algo, daría mi vida porque eso pasara en este mismo momento.
―
Edward ¿Qué sucede?— mi madre llego
rápidamente haciéndose espacio entre la gente, pronto toda mi familia estaba en
frente de mí en el escenario
―
¡Edward!— me llamó Alice, la miré pero
no fui capaz de pronunciar aquellas palabras
―
¿Alguien ha visto a mi mujer? ¡Bella!
Dios…— susurre preso del miedo, de pronto sentí las voces de mis hijos cerca mío,
baje mi vista y ambos me miraban con desconcierto
―
Papá ¿Qué sucede?— pregunto Antho
―
¡Edward!— la voz de mi padre sonó a mi
lado, me saco el micrófono de la mano con una expresión sombría
―
Les pedimos— comenzó a hablar— a todos
los asistentes que se retiren de la fiesta, ha sido un placer tenerlos aquí
pero por motivos de fuerza mayor debemos concluir nuestra celebración.—
devolvió el micrófono al locutor y me arrastro afuera de la carpa.
De
pronto mis pies se movían sin razón, sentía que estaba caminando pero mi mente
y mi cuerpo querían otra cosa.
―
¿Dónde está?— susurre, el rápido
pestañar me hizo entrever que estaba sentado en uno de los sillones del gran
salón de estar, levante mi vista buscando respuestas y mi familia me observaba atentamente,
las miradas eran de desconcierto, no había nadie en la sala que no tuviera un
tono gélido en su rostro.
―
Edward…— sentí la voz de mi padre,
creo que mi cuerpo estaba a punto de colapsar— Edward encontramos esto en el
césped del patio
Mi
papá sujetaba con una mano un papel, parecía una hoja de algún cuaderno, la
tomé rápidamente para leerla, creo que mi respiración se fue apagando cada vez
que mi mente procesaba el texto
¿De verdad creías en los finales
felices?
Esto es lo que pasa cuando eres un
mal parido y te burlas de las mujeres
Maldito seas y maldita sea la
puta con la que te acuestas
Espero que sepas encontrar a otra
porque a esta jamás la verás
Pronto los tres nos reuniremos en
el infierno…
Mis
manos comenzaron a temblar…
―
Edward— la voz de mi papá resonó a lo
lejos— Edward hijo, reacciona.
Pero
de pronto el mundo dejó de funcionar, Bella no estaba conmigo y no sabía dónde
comenzar a buscar.
Alice POV:
―
Edward— lo llamó mi papá pero mi
hermano parecía estar en shock con lo que había leído, caminé rápidamente a
donde estaba y le quite el papel de las manos, él ni siquiera pestaño.
―
Dios mío— gemí con una opresión en el
pecho, habían raptado a Bella, la mujer de mi hermano— la han raptado— susurré
y el rostro de mi hermano se quebró en mil pedazos, mi familia se acercó a mí,
Jasper me tomó por la cintura sentía el cuerpo completamente pesado y a punto
de estrellarse contra el suelo.
―
Llévense a los niños al cuarto de los
mellizos, si se duermen acuéstenlos— murmuro mi madre a una de las mucamas en
un perfecto Italiano, la mujer asintió y muchos pies se comenzaron a mover, la
vista de los mellizos estaba fija en Edward ambos sabían perfectamente que algo
pasaba, lo bueno es que subieron hasta su recamara sin oponer resistencia.
―
Debemos comenzar a movernos Carlisle—
Jasper comenzó desde mi lado— no podemos perder el tiempo, si Edward no
reacciona nosotros lo haremos por él.
―
Si tienes razón— mi papá miraba
fijamente a mi hermano que tenía la vista fija en el suelo, de pronto comenzó a
pestañar rápidamente y recupero la fijación de su vista
―
Debo encontrarla— dijo con voz firme
levantándose de su letargo— moveré hasta las piedras del infierno por ella—
susurro con una voz casi letal, si no lo conociera bien diría que esto despertó
a un gigante, nadie sabía cómo era de
implacable mi hermano cuando alguien osaba tocar a su familia.
―
Entonces debemos llamar a la policía—
Emmett se paró a su lado— tranquilo hermano todo estará bien, Bella volverá
contigo— apoyó su mano en el hombro de Edward y le dio una significativa
mirada, mi mamá apareció de la nada con el teléfono pegado a la oreja.
En
menos de 20 minutos la mansión estaba plagada de policías y agentes especiales.
Habían tantos que casi me parecía imposible que fueran solo de Cerdeña, es como
si toda la policía Italiana estuviera en nuestra casa, estábamos sentados en el
gran salón siendo interrogados, Edward sujetaba sus manos y hacia tronar sus
nudillos constantemente.
―
Sr. Cullen ¿Piensa usted que fue algún
tipo de venganza?— Edward negó— ¿Esta seguro? Hay gente muy mala en este mundo
y un millonario es un blanco perfecto
―
Nadie odia a nuestra familia Agente—
intervino mi padre— La familia Cullen es querida y respetada en esta tierra.
―
No lo dudo señor Cullen pero en estos
casos la gente pierde los estribos, ¿Hay alguien a quien usted le haya hecho
algo últimamente? ¿algún empleado? ¿ex amigo? ¿ex novia?— el aire de la sala se
congeló, ¿Ex novia? La vista de
Edward se prendió en fuego
―
Maldita mujer, juro que si fue ella la
mataré con mis propias manos.
―
¿de quién sospechan?— pregunto el
Agente de la policía
―
De la ex novia de mi hijo señor, su
nombre es Ángela Webber. Si nos ponemos a pensar fríamente ella es la única que
tiene motivos para que mi nuera desaparezca, tuvo un compromiso fallido en el
que fue rechazada.
―
Entonces tenemos a nuestra primera
sospechosa, Agente Stevens llame a la central y pida una orden de allanamiento
a la casa de la Familia Webber— el hombre comenzó a llamar rápidamente— les
pido que se queden dentro de la casa y todos juntos no sabemos con qué clase de
maniática estamos tratando, la casa será completamente periciada mientras me
voy con unas tres unidades a allanar la casa de la sospechosa.
―
Iré con ustedes— Edward se paró de
inmediato
―
Lo siento Señor Cullen pero no me
parece buena idea
―
No me importa si le parece buena idea
maldita sea— el golpe de su palma hizo temblar toda la mesa— la mujer que está
secuestrada es mi futura esposa, la madre de mis hijos, no me diga que es lo
que tengo que hacer— el hombre le dio una severa mirada pero no le dijo nada.
―
Trate de no intervenir en el
procedimiento, si es así tendré que sacarlo con escolta policial y encerrarlo
por obstruir la labor policial, esta advertido— lo amenazo el policía.
Edward
no dijo nada y paso gruñendo por su lado, a pesar de su visible molestia su
rostro estaba perdido, sentí un impulso y me paré de inmediato
―
¿Dónde vas?— la voz de mi marido
resonó en mis oídos
―
Debo ir con el— le dije dándole una
disculpa con la mirada, no podía abandonar a mi hermano en este momento, pasé
por el lado de mi padre y el beso mi frente
―
No te separes de el— susurro
rápidamente
―
No lo haré
Recogí
mi bolso de la mesa y salí como el viento persiguiéndolo, Edward caminaba casi
a zancadas por la casa, salió sin darse cuenta que lo perseguía.
―
¡Vámonos!— grito el policía, se subió
a una patrulla y rápidamente salieron de mi vista, me senté en el asiento del
copiloto y Edward comenzó a conducir.
―
No sé qué demonios haces aquí Alice—
me dijo mientras pisaba el acelerador
―
No creas que te iba a dejar solo, no
me perdería esto por nada del mundo— comenté con un tono de humor, el solo
levanto la comisura de sus labios— encontraremos a Bella Edward, de eso puedes
estar seguro
―
Lo estoy, ella volverá pronto conmigo—
piso el acelerador y mi corazón se disparó.
Al
llegar a la calle donde se situaba la casa de Ángela, vimos muchas luces de
color rojo, la casa ya estaba llena de policías. Aparcamos donde pudimos y
rápidamente nos encaminamos hacia la puerta
―
No pueden pasar— dijo el policía que
estaba al comienzo del cercado
―
Soy el marido de la secuestrada,
déjame pasar maldita sea— Edward se abalanzó contra el policía que media la
mitad que él y se abrió paso con sus brazos, el hombre al ver su tamaño se cohibió
dejándolo pasar, un policía que también venia de nuestra casa le hizo una seña
para que no lo detuviera
En
la entrada bailaban las luces de las balizas además de hombres armados y
agentes dispersos, Edward cruzó casi corriendo por entremedio de la gente y
entro a la casa, los Papás de Ángela estaban sentados en un gran sillón, el
agente Rogers quien venía dirigiendo el operativo se situaba delante de ellos,
al vernos los sollozos de la madre de Ángela se hicieron aún más fuertes.
―
Lo siento tanto, no quería que esto
llegara a ser así— la Mamá de Ángela Comenzó a llorar abiertamente
―
Sra. Webber ¿Dónde está su hija?
―
No lo sé, no lo sé— el pecho de Edward
gruño ruidosamente y se abalanzó contra la mujer
―
¡¿Dónde está maldita sea?! Dime donde
tiene a Bella
―
Edward, perdóname, perdóname no
quería… ella no quería— dijo la mujer casi graznando, mi mente no se permitió
pensar lo peor, me acerque a Edward quien era afirmado por tres policías
―
Suéltenlo, déjenlo— les dije
golpeándoles sus brazos, los hombres me miraron con cara de que era un insecto
pero de apoco liberaron su agarre.
―
Dime donde esta Bella ¿Dónde la tiene Ángela?
―
No lo sé, ella estaba aquí antes de
irnos a la fiesta… no lo sé— la mujer sollozaba intentado sonar su nariz con un
pañuelo, mi paciencia se acabó en ese instante
―
¡Entonces haga memoria señora! Mi
cuñada está secuestrada por la maniática de su hija, mi hermano recibió una
carta diciéndole que la iba a matar, si no quiere que ella pase los próximos 20
años o peor que acabe muerta díganos inmediatamente donde la tiene— mis ojos se
entrecerraron, la mujer pareció palidecer aún más de lo que ya estaba
―
¿Qué paso hoy con su hija señora?—
preguntó el Agente Rogers con cautela.
―
Ella había estado rara hace días, no comía—
comenzó el papá de Ángela, el hombre estaba tan blanco como su esposa— siempre
estaba enojada y mal humorada. Ayer tuvo una fuerte discusión con una mujer en
un salón de té, ella la llamo… rechazada— dijo tragando sonoramente— le dijo
que tú— señalo a Edward— la despreciaste y que siempre iba a ser la basura que
botó Edward Cullen. Mi hija no sabe reaccionar ante las derrotas por lo que
comenzó a pelear con la mujer, se le tiró encima y le pego hasta que la otra
comenzó a llorar y la gente que estaba a nuestro alrededor la logro separar.
―
Maldita perra, se merece eso y más—
Edward gruño con sus puños apretados, sujete su mano para intentar aplacar los
instintos asesinos que salían de él, el único problema es que los míos estaban al borde de asesinar a Ángela.
―
Esto es tu culpa— gimió la mujer
tapándose la cara con sus manos— si te hubieras casado con ella esto jamás
habría pasado, mi hija no es una asesina, ella es buena, es buena—
―
Señora— intervino el policía— ¿Sabe en
donde podría estar su hija ahora?, la carta que le dejo al señor Cullen dejaba
entrever que ella mataría a la señorita Swan
―
Ángela hoy actuó como demente, estuvo
todo el día sentada en su cama meciéndose hacia adelante y atrás— su papá se
veía visiblemente afectado, sus lágrimas comenzaron a caer también— le pregunte
que le pasaba pero ella solo decía que era una basura. Por lo mismo mi mujer
fue sola a la fiesta de los Cullen y yo me quedé con ella pero en un descuido
se escapó y de ahí no se más, no se a dónde podría haber ido— ambos se
abrazaron, cada uno lloraba en el hombro del otro.
―
Edward…— murmuro la mujer— te lo pido,
sé que no podría pedir nada en este momento pero no permitas que mi hija se
convierta en una asesina
Ambos
la miramos con una cara inescrutable, si ella pedía eso era porque sabía
perfectamente hasta donde podría alcanzar la locura de Ángela, debíamos encontrarla
pronto.
―
Muy bien, periciaremos toda la isla si
es necesario.
Al
saber que Ángela estaba realmente detrás de todo esto, era más fácil, los
policías se llevaron una foto de ella y comenzaron el operativo, la rabia y
obstinación de Edward se hicieron presentes cuando el policía le ordeno que
volviera a la mansión
―
No me dé ordenes, iré a buscar a mi
mujer— gruño
―
Es usted el que a mí no debe darme
ordenes Señor Cullen— dijo el hombre tranquilo— le recuerdo que una posible
asesina anda suelta en las cercanías ¿Tiene hijos cierto? Entonces vaya a
cuidarlos, le prometo que encontraremos a su mujer pero déjenos trabajar, el
aseguro que así será una mejor ayuda.
―
Váyase al…— Los puños de Edward se
apretaron completamente hasta ponerse blancos, sujete sus brazos y con mi poca
altura intente que fijara su atención en mi
―
Edward, tus hijos también te necesitan—
susurré intentando calmarlo— debes decirles la verdad.
Su
vista que era abrazada por las llamas se apaciguo, su pecho calmo aquellas
frenéticas respiraciones y por un momento lo sentí flaquear. Edward no dijo
nada y salió de aquella mansión, atrás quedaron las figuras destrozadas de los
padres de Ángela siendo interrogados hasta más no poder por la policía, el
camino de vuelta a la casa fue en silencio, el aire parecía querer ser cortado
con una cuchilla. Como era de esperarse todas las luces estaban encendidas al
llegar, en el camino Edward se había quitado su pajarita y ahora su chaqueta
salía con fuerza de su cuerpo. Antes de poner un pie en la escalera la puerta
principal se abrió y mi padre salió a recibirnos.
―
¿Qué paso?— pregunto con voz cautelosa
―
Era ella, Ángela secuestro a Bella— le
respondió y paso a su lado sin decir más, ambos lo vimos avanzar con paso
frenético hacia el segundo piso, creo que
irá por los mellizos.
―
Cuéntame hija, ¿Supieron algo del
paradero de Bella?
―
No papá— comenté con pesar, pase a su
lado y me acompaño hasta el gran salón en donde todo esperaban, mamá estaba
tomando un té y Emmett junto a Rosalie descansaban en un sofá, Jasper me abrazó
y besó suavemente en mis labios, un toque dulce, digno de mi amado esposo— el Agente Rogers nos pidió que
volviéramos a la casa dijo que prácticamente estorbábamos, creí que Edward se
lanzaría encima de su cabeza en ese momento pero se controló, o al menos eso
intente que pasará— terminé dejándome caer en un sofá, el suspiro fue sonoro.
―
¿Cómo estaban los Papás de Ángela?— mi
mamá me miraba seria
―
Devastados, saber que tu hija es una
posible asesina y secuestradora es casi mutilante
―
No hables así Alice, Bella estará bien—
interrumpió Rosalie con esperanza en sus palabras
―
Lo sé pero… solo quiero que la
encontremos luego— el saber que Ángela estaba más desquiciada que nunca no
ayudaba en mi incremento de esperanzas— lo vital en este momento es mantener a
Edward en sus cabales y bien enfocado en encontrar a Bella.
―
Toda la razón, creo que iré con el—
anuncio Esme.
Las
horas se hacían eternas y lentas, cada minuto se hacía insostenible, Edward
atravesó distintas fases de su dolor en solo un par de horas, eran casi las 3
de la madrugada y nadie podía dormir, los únicos que lo consiguieron fueron mi
hijo y todos mis sobrinos.
―
¿Cómo está?— le pregunté a mi padre
cuando entro a la cocina, Jasper y yo estábamos tomándonos un té, mi papá ya
iba por su séptima taza de café.
―
Mal, se ha querido escapar a buscar a
Bella más de 4 veces, Emmett tuvo que golpearlo una vez para que reaccionara
¿Qué saca con salir de aquí? No tenemos idea en donde esta Isabella, no sabemos
ni siquiera en donde podría tenerla por lo que es mejor que se quede aquí y
aguarde— los policías se habían ido hace media hora, se quedaron solo 6 para
custodiar la casa y a nuestra familia.
―
Sabes que no va a aguantar así mucho
tiempo ¿Cierto?— Jasper mostraba una expresión serena pero tenía toda la razón,
no estaba en la naturaleza de mi hermano aguardar hasta que las cosas llegarán
a su lado.
―
Lo sé, lo tengo claro— el café llenó
su taza y sus ojos se perdieron en el vapor que esta desprendía— no entiendo
como esta chica llego a ser una persona tan mala, intentar dejar a Edward sin
Bella o peor a dos niños pequeños sin madre me parece una crueldad— una mueca
de visible dolor atravesó sus envejecidas facciones.
―
¿Dónde está Edward?— pregunte
tomándome el ultimo sorbo de mi taza
―
Afuera, sentado con Emmett
―
Iré a verlo, permiso— antes de salir
le di un beso a mi amado esposo, el me correspondió con una sonrisa de ánimo, todo estará bien.
La
casa de mis padres parecía aún más fría, a pesar de ser las 3 de la madrugada y
de pensar que todas las casas son frías a esa hora, la de ellos era diferente
siempre estaba rodeada de un aura especial, el calor humano que desprendían las
pareces se sentía con solo poner un pie dentro pero en esta noche en que las
tragedias asecharon a mi familia el calor ya no se sentía, era como si todo el brillo se hubiera perdido. Abrí las puertas de
la entrada pero en primera instancia no vi a nadie, salí y en uno de los lados
y apoyados en las murallas se encontraban Emmett y Edward, ambos con sus trajes
de noches, sin corbatas y con las camisas abiertas. Nuestro hermano tenía un
moretón en su boca y un poco de su labio partido, Emmett le tiene que haber
dado duro para que se calmara.
―
Es mi turno— le susurre a Emmett en su
oído, el grandote se levantó y me dio un beso en la mejilla, estaba cansado.
Creo
que lo mejor fue quedarme en silencio y aguardando, Edward ni me miro cuando me
senté a su lado, ni siquiera me habló, estaba completamente segura que ya estar
así era un consuelo para él, por lo menos creía fervientemente en eso. Paso un buen rato antes que lo sintiera
suspirar, miré sus manos y me di cuenta que balanceaba algo en sus dedos.
―
Esta noche…— murmuró con voz ronca y
cansada— esta noche le pediría que fuera mi esposa— sus dedos dejaron ver una
caja de terciopelo de color negro— esta noche iba a ser especial, Bella…— gimió
ahogando las ganas de llorar, mi garganta se apretó en dos segundos y mis ojos
quemaron— Bella me dio la… la mejor noticia del mundo. Ella…— miré su rostro y
sus ojos estaban llenos de lágrimas, fue inevitable no llorar con él en ese
momento, era primera vez en toda mi vida que veía a mi hermano quebrarse de
esta manera— Ella… ella posiblemente está embarazada— llevó sus manos a sus
ojos y soltó otro gemido de dolor, mi estómago se apretó instantáneamente
―
Edward…— suspire dejando que el llanto
se apoderara de mi— lo siento, la vamos a encontrar, te prometo que todo estará
bien
―
Si le pasa algo Alice… no se… mi vida
ya no tendría sentido— rápidamente lo abrace cobijando su cabeza en mi hombro,
el solo lloro y se preguntó ¿Por qué?
―
No te preocupes nada sucederá, no creo
que Ángela tenga las agallas para matar a una persona, sabiendo que moveremos
el mundo solo para encontrarla.
Unas
luces de auto nos sacaron de nuestros pensamientos, Edward de un brinco se puso
de pie, la caja que tenía en sus manos fue guardada inmediatamente en su
bolsillo. Corrió por la grava hasta alcanzar el auto que se estaciono en el
frontis de la casa.
―
¿Qué pasa?— preguntó con voz dura al
agente Rogers quien no se había alcanzado a bajar del auto, le dio una gélida
mirada a Edward y se paró al lado del auto.
―
Tranquilo Sr. Cullen, vamos adentro
―
Créeme que ya he esperado suficiente,
fui hasta golpeado por intentar salir de aquí, no aguanto un minuto más sin
buscar a mi mujer— gruño con los puños apretados
―
Sr. Cullen debe…— el hombre no se
esperó lo que venía Edward lo tomo de su saco y lo estrello contra el auto, la
cara de pavor del agente fue impagable pero no pasaron más de dos segundos
antes de que cuatro policías armados estuvieran encima de mi hermano
―
¡Ya basta! No lo apunten— chille a su
lado, los blancos de las armas estaban peligrosamente cerca de su cabeza y de
partes vitales de su cuerpo, intente empujar a uno sin conseguir ni siquiera
moverlo, sentí la voz de mi papá acercándose
―
¡Que pasa!— grito corriendo, atrás de
él venía Esme, Emmett y Jasper
―
¡Déjenlo! ¡No le apunten así!— mi mamá
corrió y se puso entre las armas y Edward.
―
¡suéltalo!— grito uno de los policías—
suéltalo si no quieres tener una bala en tu cabeza en este instante— la vista
de Edward ardía tanto como el fuego de un infierno, no quitaba los ojos del policía
y el agarre de la chaqueta del hombre no cedía, sus manos yacían blancas al
lado de la tela.
―
Hijo…— intento calmarlo mi papá— no
hagamos una tragedia, tenemos que encontrar a Bella— Sujetó su hombro pero el
agarre de Edward no cedía— Edward recuerda quien eres…— la mano de Edward se
soltó un poco y los policías aprovecharon.
De
pronto todo se volvió con violencia, los hombros sujetaron a Edward y lo redujeron,
mis gritos y los de mi madre alteraron a más de alguno, mi Papá y Emmett
también fueron reducidos al intentar salvar a Edward
―
Comprenda su dolor— dijo mi mamá
dirigiéndose al agente Rogers.
―
Lo hago señora, lo hago— el hombre le
dio una mirada a Edward y ordeno a los demás policías que soltaran a los
integrantes de mi familia, nos acercamos a ponerlos de pie, Edward todavía
estaba reducido— Sr. Cullen lo necesito despierto y concentrado en este momento
hemos encontrado algunas pistas en la nota que dejó la sospechosa por lo que
tiene que calmarse para que podamos hablar.
Edward
no asintió, solo suspiro y el color de ojos se tornó oscuro y desafiante, tenía
más que claro que con lo que se dijera aquí el saldría sin permiso de nadie a
buscar a Bella y lo comprendía, lo acompañaría a todas partes si fuera
necesario. Mis padres caminaron al lado de mi hermano en dirección a nuestra
casa, Rosalie estaba con cara de espanto parada en el medio del gran salón.
―
¿Qué sucedió?— le preguntó a su
esposo, el solo se acercó y le dio un cálido beso en la cien. Con sus ojos y su
expresión comprendió tácitamente que debía guardar silencio, en ese momento
todos nos acomodamos en torno al hombre de Ley
―
Bueno Sres. Cullen efectivamente hemos
comprobado que la señorita Ángela Webber esta vinculada a la desaparición de la
Srta. Swan, el examen de ADN de la nota que se dejó en el césped nos dio como
resultado que el papel fue manipulado por la sospechosa.
―
Que gran novedad— bufó Edward, el
policía solo le dedico un segundo de su atención y se volvió a concentrar en lo
que estaba transmitiendo
―
De acuerdo con los registros de las
propiedades de los Webber tenemos solo una de ellas que está a nombre de la
acusada, nuestros agentes han reviso todas las de la familia y no se encuentra
en ninguna, consultamos los registros del aeropuerto, helipuerto y de los
muelles y nadie con la descripción de la acusada o de la desaparecida ha salido
de la Isla, por lo que se presume aún estén dentro de esta tierra. El problema
es el registro de armas…— mis pulmones se hicieron pequeños, miré a mi hermano
y su rostro se desencajó— de acuerdo con nuestros contactos la acusada compro
dos armas y un cargamento para matar a un ejército, ella tenía un nexo con
mafiosos por lo que fue fácil comprar las dos pistolas. Presumimos que estará
en la que es su propiedad, atrincherada con la Srta. Swan, además que tampoco
descartamos la participación de terceros en este hecho— de pronto el teléfono
del hombre comenzó a sonar— Rogers, sí señor, entonces iniciaremos la
intercepción, quiero el sector acordonado con todos los oficiales que están
disponibles, blanco tiradores y apoyo aéreo y marítimo. Muy bien, me iré de
inmediato para allá— corto
―
¿Qué sucede?— preguntó Edward con una
voz contenida
―
Las pericias dieron resultados la
mujer se encuentra escondida en una cabaña al sur de esta isla, en el medio de
un bosque. Hemos acordonado todo el sector por lo que no podrá escapar, ahora
debo marcharme para iniciar el rescate
de su mujer.
―
Suficiente— murmuro Edward girándose
sobre sus talones.
―
¡Edward!— intento detenerlo mi mamá
pero él se salvó de su agarre
―
Para mí sería una molestia que fuera
allá señor Cullen— dijo el agente mi hermano
se giró y nuevamente la rabia broto de su cuerpo
―
¡Han pasado casi 8 malditas horas
desde que Bella no está!, es mi mujer, la madre de mis hijos ¿Sabe la mierda
que estoy sintiendo en este momento? Una maldita puta maniática amenaza con
matar a mi mujer ¿Y usted me dice que soy una molestia? Vete al maldito demonio
Rogers, iré por mi mujer en este preciso momento.
―
¿Por qué siempre se comporta así?—
Murmuro el agente— ¡CULLEN!— le gritó con un tono bastante demandante, Edward
se detuvo pero no se giró— el que me moleste no significa que no te diré que
vayas, es tu mujer comprendo perfectamente el que no quieras esperar sentado a
que te la traiga devuelta, no interferiré si nos quieres acompañar en el
operativo pero será bajo mis condiciones, irás protegido con chaleco anti balas
y equipo especial para el rescate, no quiero a nadie muerto en esta misión
―
Yo también iré— Dijo Emmett
―
Y yo— se unió Jasper
―
Alguien debe quedarse en casa con los
niños, mi vejes me impide ser un intrépido como ustedes por lo que aguardaré
aquí.
―
Yo también quiero ir— intervine
poniéndome de pie.
―
No Alice, tú te quedas— Sentenció
Jasper
―
No me des ordenes— le dije retándolo
con la mirada, me paré al lado de mi hermano dándole a entender mi decisión— yo
también quiero ir por bella
―
Pero esta no es tu pelea Alice además
necesito que alguien cuide de mis hijos, tú debes cuidar al tuyo también. No
seas terca— Edward me reprochó con la mirada, lamentablemente tenía razón,
suspiré y baje las manos rindiéndome.
―
Está bien— murmuré— pero cuídense, los
quiero a todos de vuelta, eso incluye a su equipo agente Rogers— el hombre solo
asintió
―
Es momento de que se preparen,
caballeros acompáñenme a la estación de policía ahí les proporcionaremos todo
el equipo.
Comenzamos
a caminar y el ausente teléfono de Edward comenzó a sonar, lo saco de su
bolsillo y miró el visor, su rostro palideció casi en el momento pero una mueca
de rabia y furia incontrolable se desato en su rostro
―
Es Ángela— dijo apretando el aparato
Todo
en la sala se congeló…
EDWARD POV:
―
Contéstale en alta voz— pidió el
maldito agente de la policía, deslicé mi dedo y llamada se abrió para todo el
mundo.
―
¡caro
mio!— gritó la mujer soltando una risotada de burla
―
Maldita puta ¿Dónde tienes a Bella?—
le grite al teléfono
―
Esa
no es forma de tratar a tu novia amore mio, la maldita hija de puta que te
llevaste a la cama está aquí, muriendo lentamente— sentí
que el aire de mis pulmones se iba en segundos, un jadeo se soltó de mi pecho
sin aviso
―
NO LE HAGAS NADA, TE JURO QUE TE
MATARE CON MIS PROPIAS MANOS— Le grité siendo preso del pánico que generaron
sus palabras
―
Oh
muy tarde querido, muy tarde, esto deberías haberlo previsto… nunca debiste
abandonarme, nunca debiste dejar que otros me llamaran basura, que me
convirtieran en la puta que dejo Edward cullen… ellos… ellos, maldita tú tienes
toda la culpa, nunca debiste follarte a esta mal parida—
un golpe resonó contra algo, le siguió un gemido de profundo dolor que caló
hasta mis huesos. Le estaba pegando a
Bella
―
TE JURO QUE TE MATARE MALDITA SEA, DÉJALA—
sentí que un brazo se apoyó en mi espalda pero no era consiente de nada, el
retumbar del golpe aún sonaba en mi cabeza
―
Debiste
pensarlo dos veces pero sabes deberías unírtenos, estamos las dos en una cabaña
al sur de la isla, sigue el camino de
Rizzonne hasta el final y te encontraras con mi hermosa morada, te
esperare ansiosa amore mio.
―
¡ANGELA!
Pero la llamada se cortó…
Un
grito de lo más profundo de mi pecho salió por mi garganta, el teléfono que
tenía en mis manos se estrelló con violencia contra la pared, nada podría
detenerme en este momento mi furia estaba desatada. La iba a matar, juro que con mis propias manos la haría
pagar por cada golpe que tuviera Bella en su cuerpo. Avancé hacia la puerta
como alma que lleva el diablo pero fui retenido en cuanto alcancé los pomos
―
Suéltenme maldita sea, tengo que ir
por ella— les grite con furia
―
¿Acaso no ves que es una trampa? ¡te
van a matar maldita sea!— grito Emmett cerca de mi oído
―
¡NO ME IMPORTA! ANTES LA MATARE YO A
ELLA, SUELTAME EMMETT
―
Edward cálmate, por lo menos ve por lo
que el agente te iba a dar, así estarás protegido— intervino mi padre con rapidez.
―
No lo haré suéltame ahora mismo—
Emmett insistió unos segundos pero me dejo en libertad.
Nadie
me iba a impedir que fuera por Bella, estaba sufriendo y eso era más de lo que
podía soportar, camine a zancadas por la casa hasta llegar a las afueras y
montarme en mi auto, sentí a los policías hablar atrás, ruidos de radios y a
mis hermanos gritar, cuando ya estaba arriba apreté el acelerador y conduje
como un jodido maniático, nada importaba en este momento, solo Bella.
Entre
en el camino que me había indicado Ángela y todo estaba oscuro, el auto
chirriaba constantemente haciéndonos tambalear, el camino era malísimo pero
conseguiría llegar aunque fuera lo último que hiciera. A mis espaldas veía los
autos de policía seguirme, todos a una distancia prudente y con sus luces
apagadas. Cuando la tierra por fin se
aliso un poco aceleré a todo lo que tenía y los dejé atrás, al paso de unos
minutos recorriendo la oscuridad se abrió un claro y apareció unos enormes
portones que estaban abiertos de par en par, invitándome a pasar. Seguí el camino con cautela, miré hacia atrás
y ya nadie me seguía por lo que cuando estacione el vacío de mi estómago se pronunció
aún más, sabía que no estaría solo en esto pero lo único que me importaba era
sacar a Bella con vida de ese maldito chalet.
Me
baje del auto y comencé a caminar por el sendero de luces, la casa estaba
iluminada en algunas partes, cuando comencé a rodearla sentí que algo me golpeo
por atrás haciéndome caer directamente al suelo.
―
Eres un imbécil por haber venido hasta
aquí— me dijo la voz de un hombre
―
Todos los imbéciles responden a una
carnada como la que le dieron— comentó otro con burla, me sentía mareado, el
golpe había dado justo entre mi cabeza y mi cuello, unos centímetros más arriba
y estaría inconsciente unas buenas horas— llevémoslo con Ángela, de seguro se
alegrara de verlo.
Me
sentía mareado, mi cabeza palpitaba pero luche contra la inconciencia para
mantenerme alerta, estaban llevándome donde justo quería ir, donde estuviera la
perra de Ángela estaría Bella. Entramos a la casa, yo ya iba de pie pero
fuertemente sujetado por ambos brazos y hombros, la luz de la casa era tenue
pero me permitía distinguir claramente el interior, había una mesa y unas
cuantas sillas, cocina americana y muebles tapados por sábanas. Al mirar por
encima el lugar parecía completamente abandonado y sucio.
―
¡Ángela!— grito uno de los hombres—
mira quien te vino a ver— mi pecho comenzó a rugir de antemano, una puerta que
estaba al fondo se abrió y la figura más detestable y asquerosa del mundo apareció frente a mi
―
¡Ah!— exclamó con visible alegría—
pero mira lo que me trajo el viento, es mi amado
novio— dijo con un tono de burla, se acercó lentamente como una gata en
celo
―
¿Dónde está mi mujer?— le pregunte casi
bramando
―
¿tu mujer? ¡aquí estoy cariño! ¿no me
ves?— se giró abriendo sus brazos, luciéndome
―
Me casaría con una araña antes que
contigo— sonreí altaneramente— eres el ser más despreciable que he conocido, la
basura más insignificante, una perra—
mi voz termino en un tono apacible pero seguro su rostro se crispo y sus puños
se apretaron completamente hasta quedar blancos, una de sus manos se soltó y se
estampo con fuerza en mi mejilla haciéndome girar el rostro, enseguida su otra
mano me golpeo de vuelta volteándome la cara nuevamente.
―
¡MALDITO INFELIZ! Te voy a matar junto
con la puta que te follas, los mataré a los dos— gritó
―
Te aseguro que seré yo el que
estrangule esta noche— un golpe en mi espalda me hizo caer de rodillas y soltar
un jadeo, aquel se llevó todo el aire de mis pulmones haciéndome perder el
calor de mi cuerpo. Dos golpes vinieron enseguida uno en mi mejilla y el otro
cerca de mi boca, mi labio exploto en sangre
―
Jamás saldrás con vida de este lugar
querido ¿pensaste que podrías rescatar a tu damisela?— me levantó el rostro con
su mano, su asquerosa cara estaba a centímetros de la mía, su boca formo un
puchero— mmm que pena querido, que pena, nunca volverán a ver la luz del sol a
menos que…— su rostro se acercó, sus labios iban a tocar mi boca pero mi saliva
fue más rápida y se estrelló en su cara junto con la sangre que brotaba de mis
labios, ha sido la mejor escupida de mi
vida.
―
¡Maldito enfermo! Golpéenlo— grazno
con asco, los hombres me tiraron al suelo y me golpearon sin piedad, debo resistir, debo resistir, debo resistir,
gritaba en mi mente, jadeos y sangre era lo único que veía y sentía.
Cuando
paso una eternidad los golpes se detuvieron y fui levantado del suelo, me
arrastraron hasta la puerta de donde había salido la mujer
―
Bueno ya que estas calmado, es hora de
que nos reunamos los tres, quiero que la veas morir— la sonrisa retorcida de su
rostro se acentuó, se giró sobre sus talones y camino hacia el interior de la
habitación, al entrar una luz de color verde alumbraba el lugar, mis ojos
histéricos recorrieron todo el lugar pero fue en aquel momento cuando la vi
tirada en el suelo que sentí que todo mi cuerpo se moría en un solo segundo
―
¡Bella!— grite con una fuerza
desconocida, me moví violentamente en los brazos de los hombres y estos me
soltaron haciéndome caer al suelo, el dolor de los golpes no importaba, lo que
tuviera quebrado no importaba, me arrastre en el suelo como pude hasta llegar a
su cuerpo— mi amor— gemí con lágrimas en los ojos— ¡bella, háblame! Bella, no—
su cuerpo estaba inerte, el mismo vestido que la hizo lucir esplendorosa en la
fiesta ahora estaba destrozado y dejando en evidencia que su cuerpo ha sido
brutalmente golpeado, los moratones estaban por todas partes, la sangre y…—
¿Estas herida de bala? ¡Que le hiciste maldita perra!— grite llevando mis manos
hacia la herida con sangre que tenía en el hombro, no sabía qué hacer, mi
desesperación crecía con solo recorrer su cuerpo, estaba casi sin vida.
―
No pensé que iba a sobrevivir al
disparo, tengo pésima puntería porque había apuntado a su cabeza— comentó con
burla, mis manos intentaron hacerla reaccionar, sentía que aún respiraba pero
era débil, muy débil.
―
Bella mi amor, te prometo que te
sacaré de aquí, te lo prometo, no te mueras bella, no me dejes— bese su
malogrado rostro, la bese con tanto amor y dolor, si en este momento pudiera
cambiar de lugar lo haría feliz, mi corazón estaba partido en mil pedazos—
Bella, háblame cielo, Bella— seguí intentando hacerla reaccionar, ella gimió y
entreabrió sus ojos— ¡Bella mi amor! ¡BELLA! DESPIERTA— le grité cerca de su
cara, quería que me mirara, quería aunque sea abriera un poco más sus ojos,
quería una esperanza.
―
Bueno, bueno… es hora de acabar con
esto, tengo un vuelo que alcanzar—
De
pronto mi cabeza sintió un objeto pesado y frío que se posó en el medio de
esta, el gatillo del arma estaba listo, el clic de la bala pasando al canal de
disparo me heló hasta los huesos, esta no era la forma de morir para nosotros.
En los últimos que pensé fue en nuestros hijos, les pedí perdón por no haber
podido salvar a su madre, pedí perdón a Dios por ser un cobarde ya que solo
cerré mis ojos y me acurruqué contra ella, si
he de morir será sosteniendo el cuerpo de Bella, moriré sintiendo su calor y
aspirando un poco de su aroma, cerré mis ojos y esperé a que el disparo
atravesara mi cabeza.
Ahhhhhhh, que maldita!!! De verdad que está loca de remate, espero que ese disparo sea de la policía y no de Angela. Porfa Tiwii, que sea un final feliz, me encanta esta historia y me gustaría que terminara bien, ellos han pasado por mucho como para terminar de esta manera.
ResponderEliminarEspero el final con muchas ganas, besotes!!!
Ahhh maldita angela. Nooo puede ser ellos no pueden morir nooo siempre me dejas con el alma en un hilo. Estare ansiosa esperando leerte me comere las uñas en la espera
ResponderEliminarQue asi no puede quedar el capitulo!!!!
ResponderEliminarlas cosas en vez de mejorarse se estan empeorando ahora no solo tienen a Bella y herida ahora tambien a Edward nooooo, xfis no nos dejes asi!!!!