“No Necesito un Cielo si tú no puedes ir a él ",
Bella Swan, Luna Nueva

"Un día escribiré tanto como Estrellas hay en el Cielo" Tiwii Cullen





Debemos aclarar que todas las historias que están en este blog nos pertenecen y son de nuestra autoría pero los personajes de la Saga Crepúsculo y algunas otras cosas más que aparecerán en los Fics que publicaremos aquí son propiedad de Stephanie Meyer, también existen personajes que son sacados nuestra imaginación.








domingo, 24 de octubre de 2010

LIMITES PELIGROSOS 19 VARADOS



Capitulo 20 Varados

Hello People...
Perdoncito por publicar hasta ahorita ayer se me hizo muy dificil todo el dia me la pase en al panaderia y no habia podido terminar este capitulo, enserio perdón las cosas se normalizaran pronto ...

Ahora los anuncios parroquiales el 29 de Octubre OVER THE TWILIGHT CERRARA SUS PUERTAS ya saben mantenimiento, ya saben mis niñas avisasdas es posible que antes del domingo volvamos si no el domingo, asi que no se olviden el 29 cerramos...
por ahora disfruten este fic esta llegando a su fin... nos vemos el miercoles conAmarte abrazos

Como joderse la vida en dos segundos, fácil y verídico, ese debería ser el nombre de un curso para aquellos que deseen deshacerse de sus mujeres, seguro si promocionara la idea sería igual o más famoso que Hitch; rebobinado lo sucedido llevaba las de perder, todas las pruebas apuntaban a mi culpabilidad, atrapado en flagrancia, no reaccionar y quedar como un gran malnacido… ¿qué sucedió?¿por qué lo hice? Diría un momento de debilidad, un gran momento de debilidad, uno que me ha costado mi felicidad y me ha acarreado desde reproches hasta haber sido dejado como un maldito perro en la calle y bajo la lluvia, bueno no había lluvia el día estaba tan despejado que fácilmente podríamos divisar un ovni.

Dios porque no permitiste que perdiera la cabeza por una mujer como ella, ¿por qué no le das un corazón a Rosalíe Hale? ¿Por qué olvidaste lo sentimientos cuando la elaboraste? ¿Por qué señor? ¿Por qué fui tan…?

- No debo llorar sobre la leche derramada- dije tirando por millonésima vez la pequeña pelota de tenis contra la pared, hacía dos meses que regrese a mi apartamento solo, sin la menor esperanza de ser oído, sin permitírseme arrastrarme en busca de perdón, sin tener la menor esperanza de ver a mis hijos-Fui un imbécil- admití a nadie, tal vez buscando un: “Tranquilo Emmett a todos nos pasa”, claro nadie lo haría todos incluyendo mis amigos de toda la vida estaban deliciosamente enfadados conmigo.

- Eres imbécil y medio- grito la duende una vez abrió la puerta, intente pasar pero ella lo impidió lanzando una maleta a la calle, luego varias prendas sin cesar y otra maleta vacía- no quiere verte, nos fallaste-dijo dolida- esta vez estas solo-con eso cerró la puerta, me quede parado ahí por varios segundo procesando lo sucedido, sintiéndome frustrado y si, un imbécil.

- Te falto darme un golpe- grite exasperado, un golpe hubiese sido el cliché perfecto, recogí rápidamente mis pertenecías para ir al único lugar donde nadie me diría nada, claro entrar fue más difícil al ver todas las cosas que habíamos adquirido para nuestros hijos, cada pequeña prenda, cada juguete, todo, me hizo sentir dolido.

Desde ese día mantenía con rabia, con amargura, una latente amargura por lo estúpido que fui, creyendo, confiando en quien una vez me había fallado y ahora me robaba la felicidad y mi tranquilidad dejándome vacio.

Si de encontrar culpables se trataba todo este embrollo tenia uno propio Zafrina, como una tormenta tropical había aparecido en mi oficina llorando descontrolada, el maldito recuerdo de tantos años juntos solo me hizo caer en su estúpido juego, creyendo que en verdad estaba en problemas

- ¿Qué tienes?- pregunte dirigiéndome hasta ella para abrazarla y brindarle consuelo, una mujer como ella no lloraba, ni siquiera lo hizo con la muerte de su padre

- No es nada, solo melancolía, han sido meses fuertes, perdí mi trabajo, embargaron mi auto y Félix se ha marchado…yo… no puedo mas, Emmett necesito ayuda, necesito…- sus sollozos habían aumentado, sus brazos rodearon mi cuello, ella susurraba cosas que no entendía por el hipido que se había formado, volver a sentirla en mis brazos, solo me hizo rememorar aquellos momentos felices y desear un poco de calma, un poco de libertad, olvidar las prohibiciones, los variantes cambios de Rose, sus continuos reproches y creencias de estar con otras, desde que estábamos juntos no podía pensar en nadie más, solo era ella .

La consolé durante no se cuanto tiempo, a medida que las lagrimas cesaron comenzamos a recordar aquellos tiempos, riendo, bromeando, hablando de todos los fallos, de los por qué, e incluso de nuestro presente el suyo sombrío y el mío con un gran arcoíris

- ¿ Y, estas solo?- cuestiono de repente, durante nuestra conversación mencione que todo iba mejor de lo que pensaba, el trabajo, la empresa, los amigos, mi vida, nunca mencione a Rose o los bebes alejando ese pequeño detalle creyendo que le haría más daño

Reí incomodo tratando de responder- No- respondí serio y esperando que no cuestionara mas

Un “ah” alargado y sostenido fue su respuesta, un momento de incomodo silencio para luego preguntar -¿Eres feliz?-

- Claro que lo soy, Dios, como no serlo cuando… ¡seré padre!-
dije sin medir mis palabras- ¿puedes creerlo? seré padre de dos hermosos seres- sin querer comencé a parlotear sobre mis hijos, la noticia, el susto, todo lo que fuera sobre mis hijos no nacidos, su cara era completamente estoica, solo una leve sonrisa

- ¿Quién es?-pregunto, ante mi silencio decidió cambiar el tema, las horas pasaron rápidas.

Entre chisme y risas se llego la hora del almuerzo, ansiaba poder regresar a la casa y estar un poco con Rose pero Zafrina no mostraba ánimos de marcharse así que le invite a almorzar, salimos de mi oficina riendo de algunas estupideces que había hecho cuando nuestra relación

- ¿a dónde vamos?- pregunte, una leve sonrisita y un “yo te digo” fue la respuesta, una vez en el jeep su mano se paso sobre la mía, se sentía raro, no incomodo, solo raro así que lo deje pasar

Es solo melancolía Emmett déjate de estupideces, me dije, conduje por más de una hora y es que el trafico en New York puede ser algo estresante, nos dirigimos al centro, a la gran manzana, los altos edificios y la gente corriendo de lado a lado solo me recordaban porque mi oficina quedaba tan lejos de esta zona y de casa

- Vamos a ese- dijo señalando la edificación, elegante, suntuosa- los dueños son amigos de mi familia, seguro tendrán una mesa además tienen los mejores tallarines de toda la cuidad-

No muy convencido la seguí, algo me decía que me alejara, claro si hubiese prestado atención etaria en una cama junto a ella y no solo.

El almuerzo estuvo ligeramente cargado de indirectas, sus manos en las mías, sonrisas amorosas, sus pies subiendo por mis piernas ligeramente

- Aun podemos ser felices Emmi piénsatelo- dijo cuando me bebía un poco de mi vino, casi le escupo sobre su cara- no has pensado como seria nuestras vidas si aun estuviéramos juntos, Emmett te amo, enserio te amo tanto-

- Zafri no, no lo he pensado solo pienso en…-

- Tus hijos y a misteriosa madre- su tono era mordaz - ¿Quién es Emmett? Dímelo-

- Para que, eso no importa, perdón si soy rudo no te incumbe Zafrina es mejor así, además solo puedo ser tu amigo no te amo, creo que nunca lo hice y si lo hice todo acabo cuando te enredaste con mi primo-

- Te amo y eso no puedes cambiarlo, hare todo lo que pueda para que te des cuenta que esa mujer no es para ti, que tu destino está conmigo, Emmett danos una nueva oportunidad- con esto recorto la distancia entre nosotros para besarme, sus labios frotándose contra los míos, su lengua peleando por entrar a mi boca, poniendo m is manos en sus hombros la separe, furioso

- No hagas eso, Rose conoce mucha gente y no quiero problemas con ella- solté sin más, lo último que deseaba era un maldito peleón con mi fiera

- ¿Rose? no será la misma que conocí hace mucho, tu amiguita, ¿es ella?¿ella es la madre de tus hijos?- asentí revelando una amplia sonrisa- me dejaste por ella, por esa…-

- Cuida tus palabras a diferencia de ti ella es una dama, la amo-
confesé- si no puedes aceptar mi amistad lo siento no puedo ser nada mas, no voy a dejar a mi familia por una estúpida idea tuya, sufrí mucho, desconfié solo con ella puedo ser yo entonces ¿puedes ser solo mi amiga y dejarte de pendejadas?-

- Solo, solo dame un último beso- pidió

- ¡Estás loca!, no, no puedo-

- ¿Quieres?- inquirió- no importa voy por el- con eso volvió a juntar nuestros labios y esta vez me deje llevar correspondiendo al beso, permitiéndome explorar su boca, cerrando los ojos, acercándola más, enredando mis manos en su cabello oscuro, recordando su sabor a miel y pimienta, el beso se alargo un poco, solo para sr roto cuando su voz resonó en la pequeña sala

- Pero bueno mira lo que me trae la vida, ya veo lo que tenia s que hacer, si veo, cosas importantes, Hola Zafrina- la voz de Rose fue como un balde de agua, quede completamente congelado en mi puesto tratando de hallar una maldita explicación a todo lo sucedido.

No parpadeaba cuando Zafrina comenzó a llamarle fácil y hacer ver las cosas como si yo nunc a le hubiera dejado, Rose se veía completamente herida, sus respuestas eran más rudas que las mentiras de la maldita bruja que estaba frente a mí, las únicas frase que trata de decir se cortaban antes de salir de mi boca, algunas palabras torpes salieron, los ojos fríos de Rose solo me dejaban un claro mensaje lo había jodido todo hasta el fondo, cuando pensé que ella atacaría a Zafrina, Alice se la llevo antes de marcharse lo dejo claro

- No quiero saber nada de ti- con eso la duende se la llevo, la risa de de Zafrina me hizo reaccionar, gozosa celebraba mientras bebía una copa de vino

- Es mejo que haya sucedido ahora Emmi, ahora podremos ser felices como siempre ha debido de ser-

Ignore sus palabras tome mis cosas y salí corriendo tras la única mujer que me interesaba, el trafico parecía estar en mi contra un accidente de autos, trancones, mas trancones, Queens ahora parecía estar al otro lado del país, cuando llegue, no luego y no pude.

Desde ese maldito día todo parecía empeorar, Rosalíe negándose a hablar conmigo, ignorando mis mensajes, llamando a la policía cada vez que rondaba cerca de la casa, tirando fuera cada uno de los ramos de flores que enviaba ya el frente de la misma parecía un jardín de tanto ramos que habían.

- Lo siento- había dicho Carlisle cuando le pedí que me ayudara a verme con ella- Esme está dolida contigo y no quiero que se enfade por ayudarte, creo que estas solo- lo único que puedo decirte es que lo hagas pronto, quizás la puedas ver en su oficina regreso el mes pasado-

- No esta reposando, está loca- grite- se debe cuidar-

- Si, lo sabe, sus amigas no la dejan excederse ella está bien-

- Gracias, te dejo-
- Búscala Emmett, arregla las cosas ahora porque después de que nazcan los bebes será más difícil-

- ¿Por qué?-

- No puedo hablar llego Esme, adiós- con eso colgó

Fui a buscarla a su oficina, metiéndome como un ladrón porque desde el vigilante me negaban el acceso

- Es orden de la Señorita Hale, su entrada está vetada, así que retírese antes de que llame a la policía- fingí marcharme para entonces meterme como un chiquillos de rastra hasta el piso de Rose, claro una vez allí me sacaron a patadas.

Más de dos meses tratando de recomponer lo que yo mismo dañe y la culpable riendo y pasándola de lo lindo.

El móvil sonó, corrí con la esperanza que fuera Rose de una vez por toras quien me llamaba, sin detenerme a observar quien llamaba conteste

- Rose, amor enserio lo siento, lo siento mucho- la gran carcajada del otro lado me hizo gruñir

- Aun no te oye, pobre Emmett la zorra te ha dejado, cariño acepta que nuestro destino es estar juntos, deja de buscarla y ven a casa- m sin colgar arroje el móvil contra la pared haciéndolo añicos.

Los días seguían corriendo y Rose no permitía ni un hola, le había dejado recados en todos los sitios que conocía

“Si no me quieres ver, vale, lo entiendo pero al menos permite entregarte todo lo que tenemos para nuestros hijos”

Alice continuaba ignorándome, cada vez que iba a verla giraba su cara y se mantenía en completo silencio, nada salía de su boca, ni un púdrete, a veces la indiferencia es el peor castigo

Me levante pro fin del sofá para ir a buscarla, conduje por las pocas calles que nos separaban, pasaba mas de las 8 cuando arribe a la casa que tanta s noches cálidas me había brindado, las luces estaban completamente apagadas, resople y me senté a esperar hasta que alguien apareciera, esta vez no me marcharía sin que me oyera, los minutos corrieron sin que nadie apareciera, un taxi paro frente a la casa y esa fue mi esperanza me arroje del auto rápidamente y espere a que su ocupante saliera, mi Rose hermosa, bajo de él, su vientre estaba mucho más abultado aun debajo de la parca se le notaba, espero que pagara y una vez el vehículo se marcho le asalte

- Ahora si me escuchara- mi voz tembló- esta vez si me oirás- ella completamente inmóvil – puedes mirarme cuando te hablo- ya estaba más cerca de ella, mi cuerpo reaccionando con solo verle- Rose, puedes girarte, esto nos es un puto juego necesitamos arreglar esta situación- a su negativa le obligue a girarse y enfrentarme- Nena lo siento-

- Tu no sientes nada, lárgate no quiero verte-

- Y una mierda me veras, tendrás que verme por nuestros hijos-
dije sosteniéndome a mi única esperanza , su risa fue cargada de ira

- Cariño, digamos que tu solamente fuiste donante del banco de esperma que se uso para mi embarazo tú fuiste el elegido nada mas, nada te ata a mí, nada me ata a ti, sigue tu camino y déjame en paz- sus palabras me dejaron atónito

- Puedo demandarte - masculle casi mordiendo mi lengua

- Hazlo, no tengo miedo, ahora lárgate- durante esta pequeña charla no me miro a los ojos, ni la más leve mirada.

¿No significaba nada para ella? ¿No me quería?, rabioso con su actitud, cegado por sus palabras hirientes la acorrale contra la pared, sin pensar demasiado incline mi rostro a ella hasta que mis labios atraparon los suyos, no se resistió, respondió con las mismas ansias, la misma rabia, sus manos tomaron mi cuello profundizando el beso, mi cuerpo se recargo lo mas que pude contra el suyo, mis manos vagaron por su cuerpo, deseando sacar esa molesta prendas para amarle una vez más, nuestras respiraciones fallaban, cuando el aire falto me obligue a separarme, el fuerte golpe de su mano contra mi cara frene el nuevo intento por besarla

- No me vuelvas a besar- chillo

- Tú querías, de otra manera no me hubieses correspondido-

- Lárgate Emmett nunca mas vuelvas a buscarme te odio, te odio- grito abriendo rápidamente la puerta para meterse en la casa

- Yo no pudo odiarte- susurre una vez cerró la puerta- Te amo demasiado, osita perdón- suplique.

Sin más me obligue a marcharme, esta vez por lo menos pude cerciorarme que aun el sentimiento estaba ahí, me iría pero volvería este era una sola varada en el camino, volvería por ellos, volvería por mi felicidad, arreglaría las cosas de alguna forma lo haría, no permitiría que este percance se convirtiera en el final del camino, no cuando el final aun no estaba cerca.

3 comentarios:

  1. ahi dios, aparentemente todo andaba bien hasta el capitulo pasado en donde emmet la cago por animal bestia, esa excusita de que el no quería me sabe a cacho si no hubiese querido simplemente no la besa ni deja que le bese y punto. Por otro lado hay que considerar la suerte de mierda que se carga el pobre jajaj, bulto de sal hay que llamarlo, quien sabe que elefante lo orino, dios el lacaga y encima con el caracter de rosita ahi dios esto es pura candela, esperemos que se solucione pronto.
    gracias mi adi por distraerme un ratito porque ahora mismo me siento como la mierda.

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  2. ayyy la verda ya me dio pena emmet aunque la rego por sopenko jejeje estubo geial el capi, me encanto adoro esta historia , besosss

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  3. Pobrecito emm!!
    Ven que te consuelo yo, no le hagas caso a esa fiera de Rosita, no te merece.
    Tratándote así de mal, se merecía que la dejaras de verdad hace mucho.
    Ada, perdona por no leer antes, estaba a tope pero ya me puse al día.
    Beso

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