jueves, 8 de marzo de 2012
Out Take- No fue mi boda, pero si mi noche
Los
días lejos de
Edward y Emmett fueron largos
y tediosos, María
no había accedido a ir con migo a Seattle, menos al
sur, ya sabía que tendera que buscarme
otro canguro , alguien de confianza.
La solución fue llevarme a la
canguro multicolor que Edward contratara para
cuidar a los niños antes.
Y
a pesar de hablar con él
todas las noches, me sentía
sola. No quería
acostumbrarme a él, ni
extrañarle pero lo hice.
Desde que había regresado a Seattle
poco o nada habíamos estado
junto, la mayor parte del tiempo
la pase con Rose terminado de ultimar algunos detalles para la boda, el resto de tiempo la paso enojado por haber sido coqueta con Emmett,
como si fuera a dejar de ser lo
que soy, y más tarde
estuvo más enfadado por haberles
desplumado en un amistoso y
educativo juego de póker, no es
como si me la pasara todos los fines de
semana jugando o así.
Durante la
ceremonia salió a flote
mi lado romanticón y emotivo
y llore, pero no me pueden acusar no todos los días se casa tu mejor amigo con
una perra desalmada que correspondía
a
ese amor.
Trate de pórtame bien,
de ser la mejor madrina, hasta que Edward se aprovecho de una excusa
tras el brindis y me llevo lejos
de los invitados
—
¿Estas preparada para esto? — pregunto al
tiempo que sus manos sujetaban
mi trasero y me elevaba
ordenándome en silencio
enredar mis piernas a su
cintura, lo que llevo a que la
ceñida falda del vestido gris
humo que usara para la boda se
subiera, dejándome expuesta al frio de la
noche
—No
creo que sea buena idea—
respondí con voz
rasposa
A
Edward mis palabras parecieron no causarle importancia,
o simplemente las ignoro. Sus
manos dedicaron una profunda y larga caricia
a mis piernas. sutilmente
se reclino haciendo que
mi espalda quedara completamente
recargada contra la fría
pared de granito
—Cariño, esta es la
mejor de las ideas— aseguro, sus manos ascendieron lentamente por
mis piernas, lo que produjo que
mi cuerpo se crispara de anticipación, y esa
anticipación fue reforzada cuando
beso la curvatura de mi cuello,
sujete mis manos
derredor de su cuello apretándole
contra esa sensible
zona—desde que te vi
en el aeropuerto, esperaba poder hacer
esto—
—¿Tener sexo
como conejos? — pregunte
con una fingida indignación
e inocencia—¿tener sexo en un sitio
abierto exponiéndonos a que alguien
nos pille? — la idea , no
me enojaba por el
contrario solo hacía que mi sangre corriera con más fuerza y
mi sexo se mojara. Gemí alto al
sentir sus dientes
mordisqueando mi hombro,
y su lengua delineado esa
zona—¿C-como quieres que
tu madre y tu hermana me tomen enserio… cuando … cuando
parezco una cría
alborotada teniendo sexo indiscriminado en
un sitio público? — y una
cosa salía de mi boca y otra lo que mi cuerpo quería,
y no dudaba en exigirlo. Mi
cadera molía su cadera, provocando una
fricción placentera entre
nosotros
—Te gustas, cariño, lo
sé, pareces una
gatita— chasque la lengua queriendo contradecirle.
Sus labios dejaron
mi húmeda piel, se retiro
un poco haciéndome protestar, su
rostro con una sonrisa traviesa y engreída.
Me sobresalte al
sentir una de sus manos cubrieron mi sexo
—¡oh, cielo!—
mascullo jadeante, esta vez
fue mi turno para sonreírle presumida y
traviesa— la siguiente
vez te pediré andar
desnuda por completo … en nuestra
casa— sus palabras me hicieron sentir pánico, pero no tanto como
para olvidarme de sus
manos o lo que ellas provocaban.
Entrecerré los ojos cuando sus dedos se movieron en
círculos sobre mi centro.
—Dios—
ronroneo él, presionando,
llevándome más y más alto.
Su mano se movió un poco, hasta un par de sus dedos se deslizaron dentro de mí. Su boca cubrió la mía, acallando el grito de placer
que su embate provoco.
Nuestras bocas se movieron al unisonó con el embiste de
su mano, mi lengua exigía
más, no importaba nada
mas, solo nosotros dos y
el calor que nos recorría.
La
voz de Alice, rompió nuestro
beso, pero no
lo que Edward
hacia entre mis
piernas, menos aun rompió el rimo
en el que montaba su mano
—Nos descubrirá—
susurré tratando de acallar
un jadeo enloquecido
—No
lo hará— aseguro— o podemos decir que…— no
termino, bueno, si lo
hizo pero no
precisamente con palabras. Me las apañe para que
mi boca encajara
en su hombro y
ahogar el grito de mi clímax
—No
quiero a esa mujer
aquí— mi placer fue
rápidamente remplazado por
las odiosas palabras de Alice Cullen—
no le conviene, es una…
una…—
—Volvamos dentro—
la voz de Jasper sonó
severa—Edward, ya es
grandecito para que estés
cuidando virtudes inexistentes—
—Y Edward
quiere terminar lo que empezó—
susurro haciéndome reír— y
tampoco le importa lo que diga su
hermana, Te quiero—
Chasque
la lengua—Se me congela
el trasero—
—Tranquila señora,
el doctor me indico el mejor medicamento—
Aproveche su descuido para poner mis manos sobre la pretina de su pantalón y
comencé a luchar con la hebilla de su
cinturón
—Podrías ayudarme—
me queje.
Pero,
Edward no quiso ayudarme ya que tenía
otra cosa en mente, en su mente y
en su boca, no se molesto en
apartar la seda que me cubría, simplemente se apodero de mis senos
a través de ella. Luché
contra el placer
provocado y me las
arregle para liberar el cinturón,
el botón y la bragueta. Un pequeño quejido abandono
mi garganta, al tener que
desenredar mis piernas
de su cintura. Con ansias y desesperación baje
un poco pantalón y ropa interior. Solo un lánguido y rápido
toque
me permitió, antes de tomarme
por sorpresa, elevándome lo suficiente para permitirse embestir contundentemente
—V…vamos… t…tener….
m-muuchas… explicaciones—
balbuceo entre embiste
y embiste
Ríe, por absurdo que pareciera reír,
en mi vida había hecho de todo un poco porque no
soy santa, ni lo parezco,
pero aprovechar la boda de mi mejor amigo para tener
sexo con el hermano del novio no entraba en ninguna de mis fantasías.
Enterré mis uñas sobre la desgarbada tela de su
chaqueta.
Entre el pequeño
cri cri de los grillos, y la
noche nos dimos
el mejor de los placeres, disfrutando de cada
movimiento y la tensión de
ser atrapados con
las manos en la masas, las manos
y oras cosas.
El vaivén de nuestros
cuerpos fue creciendo
hasta que un
grito exploto de parte de los dos, respiraciones rotas, seguidas de jadeos
rápidos, y nuestros
cuerpos enredados hasta
que nuestros mundanos cuerpos volvieron a
su estado normal
—¡wow!—
murmure acariciando su cabello.
Con
Edward, cada momento era
una nueva aventura, y cada aventura
más peligrosa y
atrevida que la anterior. Una
cosa si es cierto,
Edward Cullen al subirse
a la aventura de ser papaíto
se
gano mi corazón, eso y su
forma de reaccionar cuando arribáramos a la cuidad el sábado, y si al principio me
extraño que prefiriera saludar
y mimar
a mis hijos antes que a mí.
Sonreí
ante ese recuerdo. Incline mi rostro lo suficiente para besar su
cuello
—Me gustas—
susurre
—Yo te gano,
porque estoy loco por ti— reí y le
abrace más fuerte, no queriendo
que terminara nuestro momento— nunca había hecho nada así—sus palabras vibraron por
todo mi cuerpo despertándole— me haces actuar como demente—
—Tu—
acuse obligándome a separarme de él— empezaste, yo estaba quieta
en la mesa junto
a los novios
cuando apareciste fingiéndote enfermo
y acalorado—
—Y
lo estaba. Si no hubieses
accedido a darme
mi medicamente podría haber
muerto allá dentro—
hablo solemne y mirándome a los ojos—
creo que tu también estabas enferma—
se rio.
Proteste cuando nuestros cuerpos se
desprendieron. En medio de risas tonta y
sonrojos que ni al caso acomodamos
nuestras ropas, también
intente peinarme pero desistí al sentir
que cada vez lo estropeaba mas
—Si
preguntan, te caíste y
rodaste un poco por eso el peinado—
bromeo Edward, tomando mi mano y dirigiéndonos junto al
resto de invitados
No pasaron desapercibidas las miradas
de algunas personas. Con la barbilla
alta y una sonrisa que dejaba claro que
había tenido sexo, avanzamos por el salón.
Edward
no tardo en llevarme junto a los
dos pequeños que a causa de la fiesta parecían reacios
a dormir. Emmett bailaba muy
pegadito a su señora. Alice
nos miraba enfurruñada. Mientras
que Carlisle y Esme
Cullen ayudaban a nuestra
canguro multicolor con los niños
Como
mecanismo de defensa tome
a Aidan en mis brazos, y comencé a
hacerle mimos. Edward
tomo a Camille.
—Tienes labial
en el cuello— señalo Esme.
Las mejillas de Edward
se encendieron al igual que las mías— y has
de abrocharte bien
el cinturón—
No pude
contenerme, estalle en risas.
De reojo
mire a Edward quien se escondía tras mi pequeña ocultando su
vergüenza. Una podría ir acostumbrándose a vivir
rodear de los Cullen, incluso de la pesada de Alice. Aun no todo
estaba dicho y podía estar
replanteándome la idea de mudarme a Seattle, con todo y
su clima lluvioso, pero el sacrificio
valía la pena. Me dije. Acercándome a Edward y
Camille.
Feliz Día mis niñas, pronto actualizo metamorfosis. y otro Out take. abrazosAda
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
no me lo esperaba, pero me encanto que hayas puesto que paso con ellos
ResponderEliminarque bueno que publicaste lo que paso con ellos estuvo estupendo besos
ResponderEliminarGracias Aditaaaaa!!!! Mua linda, Feliz día de la Mujer!!!!
ResponderEliminarJajajajaja, Edward avergonzado XD bue... quien lo manda juajuajua.
Muy bueno Ada, esos 2 son un caso y no desperdician el tiempo en nada jaja,esa Alice es una odiosa no la soporto lo bueno es q Bella no le hace caso,gracias estubo muy bueno y como siempre digo esta pareja me gusta mucho!
ResponderEliminarohhh que capitulo me encanta y me sobre encanta, si mencionar que hace un poco de calor no se como haces pero me alegraste el día.
ResponderEliminarHola Ada me da mucho gusto leer algo mas de tu exquisito talento, me encanto el Out, este par si que saben disfrutar sin importar en donde esten ni que hora es, que tal Edward despues de gozar viene a sonrojarse por lo que le dice Esme jajajajajaja
ResponderEliminarGracias Ada por compartirlo me gusto mucho y aqui estare esperando para leer algo de Metamorfosis.......
Besos
Pronto Bell, pronto actualizo Metamorfosis, Chicas gracias por los rewies!
EliminarSIIIIIIIIIIIII por eso digo que vale la pena esperarte siempre cariño porque nos sorprendes con sorpresas maravillosas como esta.....Besos y cuidate...
ResponderEliminar