“No Necesito un Cielo si tú no puedes ir a él ",
Bella Swan, Luna Nueva

"Un día escribiré tanto como Estrellas hay en el Cielo" Tiwii Cullen





Debemos aclarar que todas las historias que están en este blog nos pertenecen y son de nuestra autoría pero los personajes de la Saga Crepúsculo y algunas otras cosas más que aparecerán en los Fics que publicaremos aquí son propiedad de Stephanie Meyer, también existen personajes que son sacados nuestra imaginación.








miércoles, 22 de junio de 2011

El Aprendiz. Capitulo 15




Capitulo 15

Duelo, la palabra bailo en mi desordenada mente ¿Qué es el duelo? Todos los seres humanos experimentamos todo tipo de dolor, la perdida a lo largo de nuestras vidas es como la respiración. Algunas pérdidas no duelen tanto como otras, a medida que creces pierdes amigos, pierdes sueños, pierdes
cosas materiales, pierdes ilusiones, amores, pierdes seres queridos. Dicen que la perdida que más duele es la muerte de un hijo, yo no he tenido hijos, pero perderla.... al alejarme de Rosalíe Hale aproximadamente un año me jure que iba a hacer como si ella se hubiese marchado, como si hubiese estado muerta. Pensaba en su inminente traición, en la cruel burla que había efectuado en mi contra, si he de admitir que en ese momento no me detuve a pensar lo que sucedía o los motivos que se movían a actuar de esa manera, pero no podían culparme ¿o sí? Detuve el auto en seco haciendo que los neumáticos chirrearan contra el asfalto, varios coches tras de mi pitaron pero no preste atención, necesita un sitio en el cual pudiera despejar mi mente y quizás lamer las heridas del alma y de mi corazón

— Por Dios que patético soy— grazne en voz alta

Deseaba llorar, estallar, sacar fuera todo el dolor y la pena. Mi Rose, mi Rosita no… sacudí la cabeza simplemente no creía aun, me sentía tonto.

El sonido de las bocinas y algunos insultos me sacaron de mi estupor. De nada valía responder a los demás conductores, en otra
ocasión hubiese hecho bromas e incluso picarlos a buscar una rencilla, pero ahora si veía lo que tenia frente a mí, era un milagro.

Ciego, estuve ciego aun viendo.

Detuve el coche en el Gas Work Park, muy cerca del lago Unión. Deje el auto en un sitio seguro y comencé a caminar por el parque detallando la vieja estructura donde funcionara en su tiempo la planta de Gas, y sorprendiéndome de que a pesar del tiempo, de las inclemencias del clima, de los años la vieja es
tructura de color ferroroso aun se mantenía erguida, siendo el recuerdo que a pesar de todo no caía. Además la mezcla de mano del hombre y naturaleza daban la impresión de algo surrealista, cerca a la civilización y a su vez aislada, el lago dando un toque mágico y relajante. Exhale con tanto sentimiento que pensé que por fin la edificación podía caer, una sonrisa triste se dibujo en mi rostro, con las manos en los bolsillos y la cabeza cabizbaja, camine dando puntapiés a la nada, y a todo, como si con ello borrara el daño hecho. Camine por el muelle hasta el final donde deje que mi trasero cayera, los botes, y el puente en el fondo daban un tinte romántico al sitio.

Deje que mis parpados cayeran pesados, deje que mi mente escarbara tratando de recordar si alguna vez vine a este sito con mi Rose. Moví mi pie mojando la punta del zapato y salpicando un poco de agua. Me incline un poco más sobre el puente de madera hasta logar ver mi rostro reflejándose en la distorsionada agua.

Si al verme al espejo no me reconocía ahora viéndome en el agua podía jurar que aquel reflejo no era mío, las profundas ojeras marcaban mis ojos, las duras facciones rodeaban mi rostro, mis ojos parecían ensombrecidos, no ese definitivamente no era yo, aquello era el cascaron de lo que alg
una vez fui.

Y si pensé que la traición dolía, no estaba preparado para este dolor que sentía en el fondo de mi pecho, aquello parecía aquel episodio en el que Bart se enamora de una linda castaña Laura Powers que sin piedad arranca su corazón al confesarle estar enamorada del buen chico de Jimbo Jones, pero en este caso yo fui el Jimbo, a quien la linda chica escogiera y a quien por una broma del destino separaron.

Rosalíe. Aun en mi mente dolía pensar su nombre. Aquella mujer firme con cabellera larga y dorada que competía con los mismos rayos de sol para iluminar el sitio en el que estuviera, la dulce muchachita que esporádicamente me sorprendiera en esos años de relación, cuando sin motivo alguno aparecía en mi puerta con algún dulce, una estampita autografiada por alguno de mis ídolos deportivos. La mujer con coraje que soportara aquellas cosas, sola. Mierda.

No estaba sola. Me recordó una suave voz en mi interior. Toda tu familia estuvo con ella. Reí baja y amargamente, todos menos yo, ella deseaba, quería que estuviera junto a ella. Ella, Dios ella estuvo conmigo en esos días oscuros aguantando la mierda, y mi autoflagelación, urgiéndome por salir de aquello y darle un nuevo rumbo a mi vida. Si, salí de ello solo para mostrarme frio con ella los días siguientes, los meses, para luego volver pero sin volver, creyendo que aquello solo era un capricho de juventud. Total todos pensaban que aun no había madurado.

¿Por qué le pediste que se casara contigo? Cuestiono la maldita vocecilla.

― Porque la primera vez que oí su voz me tentó, la primera vez que le vi me cautivo, y jure que seria mía, si quizás al principio fue un capricho nada serio, pero así es la vida lo que comienza con un juego terminaba siendo aquello que transformara tu vida— respondí en voz alta, aun manteniendo la vista en el reflejo del agua— porque me embrujo con su gracia natural, porque sin querer encontré a la mujer con quien siempre soñé, fuerte, altiva— en el reflejo podía ver una mueca— una mujer que complementaba a cabalidad a este hombre. Porque cada vez que la ame, cada vez que bese su piel, cada vez que tocaba el cielo era
una nueva experiencia para mí, porque además de robar mi corazón, se llevo mi alma, no me echo a perder para otras mujeres como algunos dirían. Esa parte la hice por mi propia voluntad a perder la fe, al creerme traicionado— la rabia volvía a ponerse en pie dentro de mí, con toda la frustración del mundo golpe con fuerza el agua, salpicando agua sobre mí mismo.

¿Y qué conseguiste con tus decisiones? Estúpida voz interior, como si ya no estuviera lamentándome y apuñalándome mentalmen
te por todo, sin embargo respondí en voz alta, creyendo que por decirlo en alta el viento se lo llevaría y dejaría de doler

― Dañarla, lastimarla, tratarle como…— gemí— ella me odiara— volví a cerrar mis ojos, esta vez si me veía mientras hablaba conmigo mismo sería capaz de lanzarme al lago y dejarme ahogar— creí que al actuar como un grandísimo hijo de… ella pagaría todo el daño causado. ¡La amo!— grite y por fin el estupor cedió y las lagrimas comenzaron a caer, les abrace y deje que siguieran cayendo, por aquello que deje, por aquello que perdí, por aquello que herí, no solo a mi Rosita, a mi familia, a mi madre…— lo siento nena, siento tanto haberte herido, haberte hecho llorar, haber estado tan ciego y no ver la realidad de nuestra relación, no haber notado que estabas más comprometida de lo que pensé, lo sien
to de todo corazón. Siento tratarte como si no me interesaras, como si fueras lo peor del mundo, como si fuera menos que un adorno, por robar esa sonrisa de tu rostro y herir tu corazón, siento cariño ser quien propiciara todo este malentendido, y luego juzgarte severamente… lo siento— solloce mas fuerte— te amo— susurre al viento, esperando que la suave brisa llevara a ella mis palabras, esperando que las palabras no dichas en esa habitación pudieran curar aquel noble corazón, que aquella confesión lejana pudiera limpiar la tristeza de su mirada

¿Cuántas veces me había mirado así en los últimos días? Mes y varios días sumando. Corrigió la voz en mí


¿En donde quedo aquello de pasar la hoja? De dejarle seguir, de yo mismo seguir. Trate de reír. Aquello sí que era una mala pasada de la vida, creí que al oírla, que al saber su verdad, podía gritar: Soy libre. Pero no ahora estaba hundido en un gran pozo de culpa. No podía marcharme fingiendo que todo aquello no fue verdad, que ella no estaba sufriendo, que ella no sufrió conmigo durante esos doce meses.

Deje que mi espalda descansara en el muelle, dejando mi cuerpo totalmente horizontal y con mi cara al cielo, un cielo azul y moteado con algunas nubecillas traviesas. Con la mirada puesta al cielo y las lagrimas silenciosas bañando mi rostro deje que mi mente escarpara, que el dolor punzara en mi pecho, que todo aquello me consumiera. Vi como las pocas nubes que e
staban adornado el gran cielo pasaran como si fuera una película, vi como algunas pequeñas aves surcaron el cielo.

El molesto zumbido de mi móvil corto con mi anestesia natural—Tonta Bella— me queje recordando que por su cantaleta me había habituado a tener conmigo el pequeño móvil siempre a mi lado. Tanto que parecía un apéndice de mí. Parpadee varias veces, sin cambiar de posición metí la mano en el bolsillo, pensé en tirar el tonto aparato al agua y volver a mi mundo de letargo, pero algo en mi recordó que mi madre estaba en el hospital. La luz del día evitaba que viera en la pantalla quien llamaba


― ¿Ah?—

― ¿estás bien?—

― Si, ¿necesitas algo?—

― Queríamos sabré si estás bien… Rose— cerré los ojos

― Alice, estoy bien, si no es más te dejo—

― ¡No!— chillo— el médico tratante de mamá quiere hablar con todos—

― Es urgente, o alguien puede pasarme la información—

― Deja de ser tan estúpido
— escupió— deja de hacerte el mártir y haz parte de la familia que ayudaste a destruir, s lo menos
que merecemos—


― Yo… en cualquier momento todos hubiésemos dejado solo a nuestros padres— respondí taciturno— en dos horas estaré allá—

― ¿dos horas?—

― Aja—

― Te esperamos—

Bien—

― Volviste a los monosílabos—

― Aja—

― Que te joda—
― Ya— escupió varias palabrotas que apuesto que su amor no consentía. Trate de volver a mí, pero la enana tenía razón aunque no lo admitiera mi madre merecía que por lo menos estuviese físicamente en ese hospital.

Mentalmente pasaron varias centurias para que moviera mi cuerpo, no sin pesadez. Camine otro poco por el parque esta vez sin detallar lo que había a mi alrededor, solo caminando como si estuviera en la nada. Alguien podría sugerir que me ahogara en el alcohol, pero de que serviría aquello si cada que tomaba la recordaba mas, y con esa experiencia sabia que dolería el triple. Me monte en el auto, me tome mi tiempo para conducir, la velocidad no paso de los 40Kms/H.

Al entrar a la clínica varias enfermeras se quedaron viéndome fijamente, bufe, la verdad me importaba lo que la gente pensara de mi aspecto, llevaba las manos en mi bolsillo, y la misma actitud de haber perdido.

No tuve tiempo de reaccionar cuando unos delicados brazos se ciñeron sobre mí de manera protectora

― Sea lo que sea, lo podemos superar— susurro mi amiga, quien hacia verdad aquel lema de “uno para todos y todos para uno”

― No deberías cuidarla
— murmure con voz ronca

― Ella está aquí, con Alice. Está bien juro que no le ha molestado— comento— ¿estuviste llorando?— pregunto, su cara se hundió en mi pecho, aun abrazándome y sin esperar que devolviera aquel gesto— Emmett— susurro— no le dejes marcharse, conquístala, ella aun te ama—

― No… no, lo creo— no después de tod
o el daño que le cause. Agregue mentalmente

Créeme si no te amara no sufriría por los dos, no dejaría que la besaras, que le hicieras tuya cada que deseas, y no estaría mirando el reloj impaciente desde que Alice anunciara que vendrías— no respondí. A lo que ella me abrazo mas fuerte— no te parece que un año de dolor es más que suficiente, que es hora de que vayas por ella y esta vez te cerciores de no dejarle marchar—

― ¡no sabes!— estalle— no sabes lo que dices, el daño fue causado— termine hablando en menos que un susurro

― No te veo como de aquellos que dejan lo
que aman— comento soltándome— están esperándote en ese consultorio. Antes de que preguntes no estoy allá porque es algo familiar, y yo de lejos soy familia de ellos, vine aquí porque me pediste que cuidara de ella, y porque eres mi mejor amigo y me necesitas así no lo admitas—

Solo unos pasos y el corazón resonaba con fuerza, el dolor se unía a ese latir. Toque suavemente la puerta y después de que me indicaban que pasara, empuje la puerta, en el pequeño consultorio parecía más que lleno, el doctor casi de la edad de sus padres o un poco mayor sentado tas el escritorio de madrea oscura. Edward, mi padre en las dos sillas , Alice con el niño dormido en sus brazos sentada en la camilla, y a su lado Rose, mis ojos se clavaron en ella, en su facciones.
Las manos me picaban por tocarle. Apreté los puños en los bolsillos y me ubique tan lejos como pude, sintiéndome asfixiado

― Por fin— reprendió mi padre

Mucho tráfico, pero no debían detenerse por mi—

― Doctor ahora que estamos todos puede decirnos que sucede con mi madre—

― Verán, la condición de la Se… de Esme ha…
— luego del nombre de mi madre y por los treinta minutos q
ue duramos en ese consultorio no supe que dijeron o que tenía mi madre, solo estaba absorto en Rose quien parecía estar tan lejos de ese sitio como yo.

Su rostro estaba ilegible su postura tan sobria, solo en una ocasión nuestros ojos se encontraron y en ellos vi dolor, uno tan grande como el mío, el dolor que o ocasione. Mis labios
lucharon por no soltar una sola palabra

― Lo siento— fue tarde cuan
do capte que había interrumpido al médico con mis palabras— lo siento— repetí esta vez para mi familia, viendo perplejo como sus ojos se cerraban y una pequeña gota escapaba de ellos. Corte el espacio aun sin darme cuenta para sostener su rostro entre mis temblorosas manos, nos miramos fijamente, incline mi rostro hasta sus mejillas para robarle aquella lagrimillas— lo siento tanto— susurre. Con delicadeza solté su rostro y salí de ese cuarto. Esta vez si permití que Bella se fuera conmigo e incluso tomara las riendas del vehículo, dado que todo mi cuerpo estaba tenso y el malestar en mi estomago aumentaba

― Te sientes mal— sabia que Bella intentaba hacerme hablar, e incluso escapar por uno segundos de mi pena. Asentí— no has tomado lo que te receto el médico, y no has comido nada desde ayer, no es de extrañar—

― Llévame a casa, vámonos a los Ángeles Sheep. Vámonos—lloriqueé

― Nosotros no huimos bebé—

Con un lento y muy suave tarareo mi amiga se introdujo en el tráfico de Seattle y desde el fondo me vino la pregunta de mi amiga

¿y no han pensado en tener hijos? Apreté los parpados

Señor, no lo permitas. Pedí en silencio, no porque no deseara un hijo o una familia, si no porque ya era suficiente el daño causado, porque al actuar movido por mi ira, por mi irracional rabia había dañado a un ser frágil de apariencia ruda. Porque creyendo que ella era la maestra jugué a ser su aprendiz y salí perdedor.



Hello people! Yo, tarde, si, esa Ada Dios… este capitulito cortito, pero con todo mi corazón… no se que pasara con este Fic, lo juro solo sé que EMMMETT TE AMOO, ANXOS ESTE HOMBRE TUYO ME ENAMORO, a mi Gurú especial gracias por alentar mis locas ideas y por presionarme para que deje de oír mi música y pensar en mis hombres ricos y escriba este fic.. hahahaa perdón es que ando ida por los brasileros hoy . Dejo un pequeño adelanto de Metamorfosis— no pido disculpas— este viernes si hay

Roger rio socarronamente y hasta jugo bromas acerca de “cobrarle” por usa su calle para trabajar. Mierda como si las calles estuvieran escrituradas— Me importa una mierda qué ese trozo de carne sea tuyo, exijo la prueba de calidad—

Yo no pido a tus mujeres una prueba de calidad— respondió tosco

Soy tu jefe no lo olvides— como si pudiera olvidar que el Diablo tenía su alma en permuta. Todo es por una buena razón. Se recordó

No me pulses la bolas— recito secamente la frase preferida de su jefe—Ve, tocar mas no probar— murmuro esa frase salida de quien sabe donde— ella es mía— advirtió con un tono mucho más bajo pero ciertamente más cargado de odio. Ni Roger, no nadie iba a sonsacar a esa joven que a leguas se notaba inexperta en su tarea de puta

Está bien, está bien— consintió Roger haciendo un ruido raro— ¿Cómo se llama tu putita?—


8 comentarios:

  1. Hermoso ada, como te comente me tienes al borde de los nervios llore llore llore enserio que llore y todavia tengo el nudo en la garganta, pobre Em, tanto dolor, pero engo fe que saldran adelante, y insisto rose Rose nos dara un pequeño boton!

    besitos ada gracias por este hermoso capitulo miles de besitos :D!

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  2. Gracias cariño eres un sol ,gracias x el capitulo y por el adelanto que estan geniales....Besitos...

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  3. Mi amoorrrrrrrr!!!!! qué capítulo, nena!!! la reflexión del principio la he leído como 5 veces, y luego la antigua central y el capi de Los Simpson!!! Diossssssssssssss! Y Emmett, madre mía!!! qué momentazo y <sheep no le deja irse, bien bien bien!!! He AMADO por completo el capi, tanto como a ti y ardo en deseos de leer el nuevo de Metamorfosis!!!! Ahhhhhhhh! me dejas el corazón tambaleando !!! Te adoro!!
    Un besazo T.

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  4. hay mi Ada yo aqui apenas leyendote, pero que capitulo asi de corto pero igual de intenso, quiero llorar, adoro a Esme no quiero que se muera, pero el dolor de Rose y Emmett me duele mas, ojala puedas llevarlos por buen camino a todos...te adoro, besos
    johanna

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  5. Wowwwwwwwwwwwwwwwwwww que capi más emotivo..... me encanto y ojala que Emmett supere todo....
    espero el próximo con ansias
    besos

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  6. q super capitulo, lo amo, me encanto, ayy me hizo llorar, espero q puedan superar todos los problemas q tienen, besoss

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  7. Ay Ada, y ahora como explico yo estos ojos enrojecidos e hinchados que se me quedaron?

    Mi oso en ese lago sólo, llorando, enfrentándose a la realidad, asumiendo los errores del pasado,...cuanto dolor se puede acumular en el corazón hasta que estalla?
    Entiendo que tiene que pasar por este momento para poder empezar de nuevo con Rose y con su familia, pero es una tortura verlo así tan hundido, sufriendo.
    Te tengo abandonadita y aún así te acuerdas de mi? por eso las Reinas son las más mejores del mundo mundial. Prometo compesaros mi ausencia.
    Todo el cariño del mundo para ti guapa.

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  8. Ayyyyyyyy Diossssssssss, yo siempre lo dije, cuándo este se diera cuenta de la verdad se lo iba a llevar el que lo trajoooo!!!
    Dios que pasará? ufffff

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