“No Necesito un Cielo si tú no puedes ir a él ",
Bella Swan, Luna Nueva

"Un día escribiré tanto como Estrellas hay en el Cielo" Tiwii Cullen





Debemos aclarar que todas las historias que están en este blog nos pertenecen y son de nuestra autoría pero los personajes de la Saga Crepúsculo y algunas otras cosas más que aparecerán en los Fics que publicaremos aquí son propiedad de Stephanie Meyer, también existen personajes que son sacados nuestra imaginación.








sábado, 10 de julio de 2010

Nuestro Amor, Capitulo 6: Carrera contra el Tiempo






Nuestro Amor


Capítulo 6:


Carrera Contra el Tiempo




¡nenas!, hoy estoy feliz, muy feliz. Les cuento primero que nada que hoy es el cumpleaños de mi TWINS, la señorita ADA CULLEN, así que este capítulo la dedicado para ella con todo mi amor…


Ada te adoro mas de lo que puedes imaginar, eres un pedazo enorme de mi corazón, gracias por estar conmigo y apoyarme en todas mis locuras, te amare por siempre…

Bueno hermosas aquí esta el capitulo ojala lo disfruten y dejen sus opiniones, Edward cada vez tiene menos tiempo pero les aseguro que recibirá algunas ayudas muy eficaces para conquistar a Bella.


Con Amor…



Tiwii Cullen




—Papá, papá —removí el cuerpo durmiente de mi padre sin que él despertara.

—¿Qué pasa hijo? —me preguntó con la voz ronca y reprimiendo un bostezo.

—¿Cómo que qué paso? ¿Qué paso? ¿Hablaste con mamá?

—Ah —dijo sin ánimos. Demonios, esto ya no iba bien. Se sentó en la cama y palmeó un lugar vacio para que yo también lo hiciera.

—¿Qué sucede? —pregunté alarmado—. No me digas que pelearon.

—No —respondió sin ánimos—, pero al parecer me será más difícil que nunca convencer a tu madre.

—¿Por qué lo dices?

—Ella no está dispuesta a perdonarme.

—Pero a ver… —me serené—, cuéntame que sucedió.

—Está bien —suspiró—, ustedes se fueron y yo me acerqué a hablarle… ella parecía la mujer de las nieves porque no hizo ningún comentario, escuchó atentamente lo que tenía que decirle y nada mas, no dijo una sola palabra.

—¿Pero como así? ¿Nada?

—¡¡Nada!! —gritó con molestia—. No sabía que mas hacer, le dije que cenáramos juntos, pero ella se negó, a la hora después me fui. Ella lo único que hacía era mirarme, no sé si no creía en lo que decía o solamente estaba procesando la información, su rostro mostraba una expresión que no se perturbaba con nada.

—¡Dios! —suspiré—. Entonces será un poco más difícil…

—Creo que sí —aceptó con dolor.

—Pero no nos desanimemos, lo más importante es lograr que te acerques a ella y lo mejor es siendo amigos, debes lograr que mamá confié en ti nuevamente, eso es lo primordial.

—Sí, tienes razón, tendremos que usar plan B, «La Amistad»

—Creo que sí. Bueno, ahora duérmete porque es tarde, ya mañana tendremos tiempo para hablar, además, tendremos que pensar muy bien ya que nos quedan pocos días aquí.

—Sí, en eso estaba pensando, creo que tendré que hacer algo contra eso, si no arreglo éste problema ahora creo que no lo solucionare nunca, ya pensare en algo.

—Bien, esa es la actitud .le dije animándolo—. Buenas noches papá.

—Buenas noches hijo.


Me levanté de la cama y me dirigí a mi habitación, al abrir la puerta solté un enorme suspiro. Yo sabía exactamente que tenía que hacer, no podía permitir que Bella se casara ¡La amaba demasiado! Tanto que mi pecho dolía, pero… ¿qué podía hacer? ¿cómo impediría ese matrimonio?


Me dirigí al mini bar de mi habitación, saqué una cerveza y me fui al balcón, el aire frio golpeó con fuerza en mis mejillas, necesitaba pensar fríamente lo que tendría que hacer. No era una opción rendirme, sabía que sólo de mí dependía que ese matrimonio no se realizara. Cuando menos lo pensé la luz de la inspiración vino a mi cabeza, parecía como si hubiera encontrado un oasis en un desierto.


—¡Sí! —exclamé feliz—. Esa es una buena solución.


Ya tenía el primer paso, estaba en una carrera contra el tiempo y lo más importante era ganar, tenía que lograr que Bella no se casara, tenía que hacerlo.


—¿Qué me vas a ayudar a qué? —preguntó asombrada mientras almorzábamos, fui por ella al kínder, mi plan tenía que comenzar a funcionar.

—Así como lo oyes. Te ayudare a planear lo que falte en tu matrimonio. ¿Tienes algo pendiente?

—Algunas cosas, pero… ¿por qué lo haces? —preguntó dudosa.

—Bella ¡Eres mi hermana! Me he perdido de muchas cosas en estos años, ir a buscarte a fiestas —comencé a enumerar—, ir contigo de chaperón, romperle la cara a tu novio la primera vez que te besó —ella rió—. Muchas cosas, además, si te vas a España —su sonrisa fue reemplazada por una mirada triste— debo aprovechar el máximo de tiempo contigo.

—Sí, es verdad —susurró, eso no estaba en mis planes, si Bella se casaba creo que sería la última persona en visitarlos, no soportaría ver a mi hermana feliz de la vida con Mike.

—Entonces ¿qué necesitas? —pregunté riendo—. Seré como tu hada madrina.

—¿Un padrino mágico? —se carcajeó.

—Sí, algo así.

—Bueno a ver —pensó. Su rostro se iluminaba con los rayos de luz que se colaban por los ventanales, era hermosa a cualquier hora del día. Mi corazón se aceleró sólo con presenciar tamaña belleza—, me falta el vestido, mi ajuar, escoger las flores, escribir mis votos y algunos detalles más.

—¿Todavía no tienes tu vestido? —pregunté con asombro.

—No —ella desvió su mirada—, en realidad lo tengo, pero la modista que me lo hizo esta lejos, entonces debo ir por él.

—¿Dónde está?

—En Seattle —respondió ella.

—¡¡Perfecto!! —le dije con emoción. Dios me quería bastante, esto era grandioso. Unos días sin Mike merodeando.

—¿Por qué lo dices?

—Porque recuerda que nosotros vivimos en Seattle, entonces, si tu y mamá van por el vestido podrían quedarse en nuestra casa y así generamos mas acercamientos entre papá y mamá.

—¡Sí, tienes razón! —aceptó con entusiasmo—. Entonces tendré que pedir mis vacaciones.

—¿Vacaciones?

—Sí, hace dos años que no me tomo vacaciones en el kínder, entonces, como me voy a casar, las pediré todas juntas. De hecho las iba a pedir una semana antes del matrimonio, pero creo que las pediré para la próxima semana, así podre hacer todo lo que me falta tranquila.

—Tienes razón, genial.

—Entonces organizare con mamá y la mamá de Mike lo que falta

—¿Qué? ¿Viajaras con Mike? —pregunté horrorizado, ella rió.

—No Edward, pero su mamá se iba a encargar de todo ya que hay ciertas cosas que tengo que hacer.

—¿Qué cosas?

—Tradiciones, la familia de Mike es muy tradicionalista, hay ciertas actividades, rituales y costumbres que seguir.

—¡Dios! Entonces tendrás que ponerte tiaras antiguas y cantar cosas extrañas

—Algo así —reímos—, pero son cosas de su familia, aunque no sea parte de ella aun, tengo que hacerlas —me removí incomodo en mi silla, bebí de mi copa, hablar de su matrimonio me crispaba hasta el último de mis nervios.

—Bueno, entonces espero no verte bailando a la luz de la luna ni aullando como un perro —su risa musical inundó el lugar, varias personas se nos quedaron viendo.

—No te preocupes, además, ustedes como mi familia también tendrán que participar, en especial mi papá.

—Él estará feliz de hacerlo —le sonreí—, él también piensa que nos hemos perdido mucho, es por esto que tenemos que pasar lo máximo posible juntos y ese viaje a Seattle es nuestra oportunidad de juntarlos —y de convencer a Bella de que no se case, pensé.

—Sí, tienes razón, además, tendrán mucho tiempo para conversar. De hecho —pensó—, ahora le iba a preguntar a papá cuanto podría venir ya que hay algunas cosas que tenemos que hacer, como por ejemplo las charlas y todo ese tipo de cosas, a muchas tus padres deben acompañarte.

—Es verdad.

—A propósito ¿dónde está papa?

—Está haciendo unas llamadas en el hotel, hoy en la mañana lo llamó un director amigo del hospital central de Seattle, estaban discutiendo algunos casos.

—Oh… debe ser muy interesante ser medico ¿cierto?

—Sí, algo así, es apasionante.


Estar con Bella, incluso sólo conversar con ella, me hacía amarla aun mas. Bella era mi universo, no sabía cuál era la razón por la que la amaba tanto, sólo tenía claro que ella era la mujer con la que quería estar, tenía que estar con ella, el destino y el cielo tenían que estar de nuestra parte.



El día fue algo tedioso, recibí muchas llamadas del hospital, Seth tenía bastantes problemas con un caso de meningitis que había puesto a todo el hospital en alerta, todos estaban muy preocupados, si las cosas seguían así tendríamos que regresar antes de lo planeado y eso me jugaba totalmente en contra.


—Edward, me llamó Clark hace unos momentos —él era el subdirector del hospital, asumía sus funciones mientras papá no estaba.

—¿Y qué te dijo? ¿Hay algún problema?

—No, sólo en la unidad pediátrica por el caso de meningitis, pero nada más, ya está todo controlado.

—Qué bueno —respiré aliviado.

—Pero de igual manera me pregunto cuándo estaríamos devuelta.

—Sí, bueno… con respecto a eso yo…

—Hablé con él y le dije que me tomaría vacaciones por el próximo mes.

—¿Vacaciones? —pregunté emocionado.

—Sí, la verdad es que no puedo desperdiciar la oportunidad que tengo con Esme, debo estar con ella por sobre todas las cosas y la única solución que tengo es invirtiéndole tiempo, así que como no me tomo hace mucho tiempo mis vacaciones pedí un mes de permiso.

—Wow, que suerte la tuya, me hubiera encantado pedir mis vacaciones al igual que tú —acepté desanimado—, pero no importa, lo mejor es que podrás quedarte para conquistar a mamá. ¡Ah! Antes de que se me olvide, Bella tiene que ir por su vestido a Seattle, así que las invite a quedarse en casa, creo que eso será la próxima semana, pero todavía no sé qué día, así que tendrás que venirte igual conmigo devuelta.

—Sí, tengo que ir a dejar unas cosas en orden al hospital y estaría listo. Después me devolveré con ellas.

—Bien.

Ya entrada la noche decidí llamar a mi loca amiga para contarle mi plan, marqué el número de su casa y esperé a que me contestara.

—Residencia Withlock —contestó Sthep, la mucama de Alice y Jasper.

—Hola Sthep, soy Edward ¿estará Alice por ahí?

—Señor Cullen, sí, la señora esta por aquí, la llamo enseguida.

—Muchas gracias —la música de espera comenzó a sonar, uno segundos después me contestó mi amiga.

—¡Hola cariño! ¿Cómo estás?

—Wow, que amable recibimiento —le dije bromeando—. ¿Estás de buenas?

—No molestes Cullen —me replicó—. ¿Cómo va todo?, ¿ya te robaste a la novia? —rió.

—No todavía, pero creo que se me está acabando el tiempo, es por esto que me introduciré en la boda

—¿Introducirte?, ¿a qué te refieres?

—Ayudare a Bella en lo que falta de la boda, así pasare mucho tiempo con ella que eso es lo que importa ¿no?

—Sí —pensó—, ¿pero no crees que te arriesgas a mucho?

—Puede ser, pero tratare de hacerlo, es mi última esperanza, no puedo fallar.

—¿Por qué no mejor vas y le dices de frente «Isabella, te amo, cásate conmigo»?

—Mejor sería suicidarme —respondí abrumado.

—Sí, tienes razón, es mejor que avance un poco más el tiempo, déjale que te conozca, que se enamore de ti, así todo será un poco más fácil. Espera, Emmett está aquí y quiere hablarte.

—Está bien — el teléfono cambió de manos.

—¡¡Hola Eddy!! —gritó la estridente voz de mi amigo.

—Hola Emmett, ¿cómo estás?

—Mejor que tú al parecer, ¿cómo es eso que te enamoraste de tu hermana? —reí. Alice no sabía guardar secretos.

—Larga historia, pero cuando vuelva me pasare por tu casa para que hablemos, ¿te parece?

—Sí, sería genial, ahora que estoy solo tengo tiempo de sobra para todo.

—¿Solo?, ¿y la chica con la que estabas?

—¡Bah! —bufó—. Esa sólo era una caza fortunas detrás de mi billetera, además, era fea la condenada, no me gustan las colorinas.

—Sí, Victoria no era muy simpática, tú necesitas alguien que sea más de piel.

—¡Oye! —volvió a gritar—. Éste fin de semana me quedare en Port Angels, así que ¿te parece si paso por Forks a visitarlos? ¡Así conoceré a la belleza que te robó el corazón!

—Sí, sería genial Emmett, Carlisle estará feliz. ¿Cuándo regresas?

—El lunes temprano.

—Entonces nos devolvemos juntos.

—¡Qué genial! —exclamó fascinado y alegre.

—¡Yo también quiero conocerla —gritó Alice desde un lugar.

—Dile que la conocerá porque se irá unos días con nosotros a Seattle.

—Te está escuchando —sentí como Alice gritaba de felicidad y aplaudía, algo típico en ella.

—Bueno hermano, entonces llámame si vienes éste fin de semana, tal vez podamos salir y charlar.

—Seria genial, cuídate y róbate a esa novia —reí.

—Muchas gracias y eso espero. Adiós.

—Adiós.


La noche fue igual que todas, añorando poder decirle a Bella cuanto la amaba.

A la mañana siguiente me sentía un poco complicado, estábamos a miércoles, Bella se casaba en sólo dos semanas y media y aun no sentía ningún avance con ella, podría dar lo que fuera por leer su mente.


Me levanté temprano y me fui a Twilight Designe, tenía unas ganas enormes de ver a mi madre.


—Hola mamá —saludé con entusiasmo, ella estaba abriendo las puertas del local, dió un respingo pero se giró con una enorme sonrisa.

—Buenos días hijo mío ¿cómo estás? —preguntó extendiéndome sus brazos, yo la tomé y la abracé con fuerza, de todas las cosas que extrañaba de ella ésta era una de las principales.

—Bien mamá, loco por verte, te he extrañado.

—Pero si no nos vemos desde ayer.

—Sí, pero de igual manera, ahora que te encontré por mi pasaría todo el día contigo, cosa que podríamos hacer si ustedes vivieran con nosotros nuevamente.

—Edward —se giró para abrir la puerta.

—¿Qué mamá?, ¿a caso ya no amas a mi papá? —pregunté de frente, ella nerviosa soltó el manojo de llaves, me agaché y lo recogí. Me pusé delante de la puerta y la abrí para ella, mi madre observaba todos mis movimientos.

—No es eso —me respondió cuando ya estábamos adentro—. Edward, las cosas son muy difíciles.

—Yo lo sé, pero no te das cuenta de que están arriesgando mucho al esperar más tiempo. Por Dios mamá, ustedes están hechos el uno para el otro ¿a caso no lo vez?

—Después de todo lo que paso siempre me cuestione eso.

—¿Qué es lo que te pasa mamá?

—Tengo miedo hijo —dejo sus cosas en el mostrador y se subió encima de él, su cabello estaba recogido en una media coleta, el verde intenso de sus ojos brillaba dentro de la tienda.

—¿De qué? —pregunté sentándome en unos puf que estaban en el medio.

—Si todo lo que tu padre me dijo es cierto… creo que no podre volver nunca con él.

—¡¡¿Qué?!!, ¿pero por qué?

—Por la vergüenza, ¿te das cuenta de que por un arrebato arruiné la vida de nosotros cuatro? —bajó sus vista y unas lagrimas cayeron de sus ojos.

—Sí mamá, pero ya no sirve de nada llorar sobre la leche derramada.

—Lo sé hijo, pero de igual manera eso pesa en mi conciencia y no sé si podre ser feliz con algo así.

—Te aseguro que a papá no le interesa —levantó su cara con sus ojos inundados en lagrimas—, podría jurarte que eso es así.

—Edward… —iba a comenzar, pero sabía que no podía darle chance.

—Mamá, papá te ama, enserio. Desde que tu desapareciste con Bella no ha habido nadie más en su vida, siempre has sido tú y nadie más que tú. Debes entenderlo.

—¿Y si no resulta hijo?, ¿y si volvemos a dañarlos a ustedes? ¡No podría soportarlo! —se llevó las manos a la cara.

—No lo harán, nosotros estamos grandes mamá, no te preocupes por nosotros, vivan su vida mamá, sean felices, se lo merecen.

—Es tan difícil Edward, sé que no debería decir esto si aun no estoy decidida pero… yo amo a tu padre Edward, el amor que sentía por él no ha disminuido nada, con sólo verlo la otra vez sentí que el pecho se me iba a colapsar de tantos sentimientos que tengo por él. Carlisle sin duda es mi otra mitad, todos estos años me sentí vacía, pero me basto sólo con verlo y estar cerca de él para sentirme una nuevamente.

—¿Vez? —me acerqué y la abracé, el olor de su cabello era de flores y especias—. Ustedes no pueden estar separados, se necesitan. Son como imanes, si él se mueve tú también.

—¿Por qué la vida es tan complicada?

—¿Me lo preguntas a mí? —reí—. Tú eres la madre, tienes que saberlo.

—Aunque no lo creas nunca entendí eso, la vida nos puede dar muchas sorpresas hijo, cuando menos lo esperas las cosas cambian y se vuelven a tu favor o en tu contra —pensé en esa frase ¿pasaría lo mismo con Bella?

—Sí, espero que todo lo que haga se solucione para bien.

—Yo también hijo mío.

—¿Entonces en qué quedamos?, ¿le das una oportunidad? —ella lo pensó—. ¡Al menos sean amigos!, ¡salgan!, ¡disfruten! —levanté las manos al cielo de la emoción, mi madre me dio una hermosa sonrisa y mordió su labio inferior, la cara de Bella haciendo lo mismo se coló por mi mente.

—Está bien —aceptó, y di un brinco abrazándola—, pero despacio hijo, nada de apresurarse, aún tengo el dolor por lo que paso muy vivo, sé que todo fue mi culpa, pero aun me cuesta aceptarlo.

—Lo sé mama, te prometo que ira tan lento como tú quieras. ¡¡Te amo!! —le grité abrazándola.

—Y yo a ti mi pequeño.


Estuvimos largas horas conversando, tuve que aguantarme a Jessica merodeando y haciéndome ojitos toda la mañana, pero eso no importaba, mamá ya le había dado una oportunidad a mi padre y eso era lo que importaba. La ayudé en lo que más pude, vendí, hice de cajero, cargué unas cuantas cosas y atendí público, la vida de mamá era muy interesante, sus clientas la querían demasiado y eran siempre constantes cuando de comprarle se trataba.


—Hola Edward, ¿cómo estás? —preguntó Jessica detrás del mostrador, yo estaba guardando un dinero en la caja registradora.

—Bien gracias, en la mañana me preguntaste lo mismo —reí, ella me miró con ojos lascivos y sonrió, tenía una paleta de dulce en la boca y jugaba constantemente con ella, antes me hubiera parecido sexy, pero ahora sólo quería que se fuera, sabía que Jessica lo único que quería era que me la ligara, pero eso jamás pasaría.


—Sí lo sé, pero quería saberlo nuevamente, ¿por qué no vamos a comer juntos? —me preguntó, lamió muy lentamente la palea y jugueteó con su lengua.

—No lo sé —comencé a pensar en una excusa—. Estoy ayudando a mamá.

—¡Vamos cariño! ¡Diviértete un rato! —reí y negué con la cabeza.

—¿Acaso tu novia no te deja? —preguntó con una sonrisa picara.

—No, no tengo novia, y aunque la tuviera estoy ocupado Jess, otro día tal vez.

—¿Me tienes miedo? —preguntó con voz sensual y yo no pude hacer nada más que reír.

—¿No sabes aceptar un no por respuesta? —preguntó una melodiosa voz a mis espaldas, mi piel fue recorrida por una intensa corriente. Aunque no me había girado sabía perfectamente de quien era esa voz y sonreí ampliamente al comprobarlo.

—Es algo entre él y yo —dijo muy confianzuda la mujer.

—Tendrá que ser otro día, porque ahora él se viene conmigo —Bella tomó mi mano y nos miramos por unos segundos, había congelado el tiempo en ese mismo instante, ¡Dios! Como amaba sentir su piel.

—¿Vez? Te dije que tenía que hacer, nos vemos otro día Jess.


La chica rubia se levantó del mostrador en donde estaba y se perdió en los pasillos de la tienda, no me había dado cuenta, pero andaba con un top muy estrecho y una falda que poco dejaba a la imaginación.


—Zorra —dijo Bella, mirándola hasta que se perdió, aunque lo dijo muy bajo alcancé a escucharla.

—¡Esa boca! —bromeé.

—Tú no hacías mucho para que se fuera, ¿no que no te gustaban las rubias? —una risa involuntaria salió de mis labios, si tal vez supiera si Bella sentía algo por mi podría decir casi seguro que su frase sonó a «celos»

—Sí yo dije eso, pero si te fijas bien Jess no es rubia rubia, sino mas bien es un tono oscuro.

—¡Es lo mismo! —exclamó un poco molesta.

—¿Qué pasa Bella? —le pregunté riendo.

—Nada —apretó su bolso y caminó hacia el mostrador, yo la seguí de cerca.

—¿Te cae mal?

—¡Es una Zorra! —exclamó muy fuerte—. Odio a las mujeres lanzadas —reí muy fuerte y casi apreté mi estomago.

—En Seattle hay muchas como ella ¿sabes?

—Claro. Tú, un médico famoso, talentoso y además…

—¿Además? —pregunté cuando se quedó callada.

—Muy lindo —dijo sonrojándose un poco.

—Gracias por el cumplido.

—Eres como miel para esas abejas.

—Bueno Bella basta de Jessica —me acerqué y la abracé, disfruté al máximo de tenerla entre mis brazos, tomé su rostro en mis manos y besé una de sus mejillas—. Aun no me has saludado.

—Hola —susurró.

—Hola —respondí besando su frente, la volví a abrazar sólo para sentir ese abrumador aroma a fresas, cerré mis ojos y me perdí en la sensación. Ella se pegó a mi cuerpo y nos quedamos así por algunos minutos. Cuando me sentí observado miré hacia un lado y mi madre estaba mirándonos con una enorme sonrisa en sus labios.

—¡Hola Bella! —saludó mientras bajaba por la escalera, Bella rompió el contacto y mamá nos miro aun más atenta.

—Hola mamá ¿cómo estás?

—Muy bien hija, ahora muy bien.

—¿Cómo ha sido tu día?

—Excelente, Edward ha estado ayudándome toda la mañana, ha sido genial.

—Que bueno mamá, ¿por qué no vamos a almorzar todos juntos? —preguntó Bella.

—Sí, sería genial —respondí—. Hasta podríamos llamar a papá —un silencio se propagó por la tienda.

—Edward… —mamá intentó recriminarme.

—Mamá piénsalo… si lo sigues evitando el tiempo pasara y eso no es conveniente, recuerda lo que te dije.

—¿De qué hablan? —preguntó Bella entrecerrando los ojos y sonriendo.

—De nada pequeña, es algo entre mamá y yo —la miré y le giñé un ojo, ella pareció entender, porque no preguntó nada más.

—Bien, tienes razón —aceptó mamá soltando un sonoro suspiro—, salgamos todos a almorzar —Bella y yo casi saltamos de alegría. Saqué mi celular y llamé de inmediato a mi padre, él casi lloró de tanta felicidad, prometió reunirse con nosotros en el restaurant.

—Ya está todo listo, ¿nos vamos? —pregunté con una enorme sonrisa.

—Sí, vamos —me respondió Bella.

—Salgan chicos, le doy las instrucciones a Jess y nos vamos de inmediato.

—Bien, te esperamos afuera.

Salimos de la tienda y mientras esperábamos a mamá intenté averiguar cosas sobre el matrimonio.

—Entonces Bella ¿cuándo quieres que te ayude?

—Cuando puedas, ésta semana tengo que dejar listas unas cuantas cosas como los invitados que van por mi parte y lo de las charlas matrimoniales, la próxima tendré que viajar por mi vestido y hacer otros trámites. Me estaría quedando la última semana en la que será la fiesta de compromiso, los ritos y celebraciones.

—Ya veo, ¿entonces la próxima semana te vienes conmigo a Seattle? —pregunté sonriendo, no podía esperar a que estuviera conmigo, lejos de Mike.

—Sí, creo que sí, Rosalie también saldrá de vacaciones en la primaria, así que te quería preguntar si ella también puede acompañarnos, ya que es mi dama de honor.

—Claro que sí, será genial.

—Entonces la próxima semana estaré visitándote, ¿cuánto les queda aquí?

—Me temo que hasta el domingo —su rostro tomó un tinte de tristeza.

—Que lastima, no sabes cuánto los extrañare.

—Y nosotros a ti, yo te extrañare demasiado Bella —nos miramos y pude sentir la intensidad de su mirada, esos hermosos ojos me transportaban a otro mundo, uno en el que sólo quería existir yo y ella.


Como si tuviéramos una energía magnética nos abrazamos pegándonos el uno al otro, pasé mis manos por su cintura y la pegué a mi cuerpo. Adoraba sentirla así de cerca, pero sabía que si no me daba prisa no podría disfrutar mucho de su contacto. Ella se iba a casar y yo tenía que impedir ese matrimonio



—Podría estar así todo el día —susurró casi para ella, sonreí y pensé en sus palabras.

—Lo mismo digo —el ruido de la puerta nos hizo separarnos, mamá salió sonriendo como siempre de la tienda.

—Bueno chicos ya estoy lista, vámonos.

Yo me fui en el Volvo y ellas se subieron al auto de Bella, mientras manejaba al restaurant llame a papá.

—¡Edward! —gritó cuando contesté—. Ya estoy aquí.

—Papá cálmate —le pedí al sentir el tono agitado de su voz.

—¡No puedo! Me estoy comiendo las uñas hijo, no sé que hacer, no sé que decir.

—Cálmate, mamá está en el mejor plan, así que tú sólo se tú, nada más.

—Está bien, espero no arruinarlo.

—Recuerda lo que te dije, intenta ser su amigo, esa es la clave.

—Sí, lo hare.

—Bueno ya estamos llegando, nos vemos allí.

—Está bien, adiós.


Colgué el teléfono y aparqué en el restaurant. Mamá y Bella se bajaron del auto y caminamos por entremedio de los estacionamientos. Llegamos allí y nos indicaron la mesa en donde papá nos estaba esperando. Miré a mi madre y su rostro estaba completamente nervioso, mordía su labio constantemente y se pasaba las manos por el cabello, sabía que moría por éste encuentro.


—Hola papá —saludé alegre, mi padre se giró y de inmediato posó sus ojos en mi madre, la atraccion era innegable.

—Hola —saludo con voz pasiva—. Hola Esme.

—Hola Carlisle.

—Hola papá —saludó Bella en el mismo tono mío, besó a mi padre y se fue a sentar, corrí su silla como todo un caballero. Papá imitó mí moviendo con mamá, ella lo agradeció

—¡Qué felicidad que estemos aquí! ¿No lo crees mamá?

—Sí hija, hace mucho que no comemos juntos —agregó mamá tímidamente.

—Pero eso es algo que podríamos corregir, ¿no lo crees papá?

—Claro que sí.


El mesero vino a tomar nuestra orden, todos pedimos cosas distintas. Cuando ya estábamos comiendo papá tuvo la «genial» ocurrencia de tocar mi tema prohibido, el matrimonio de Bella.


—Y bueno hija ¿cuándo te casas?

—En un poco más de dos semanas papá.

—Queda muy poco tiempo.

—Sí, es verdad —respondió ella mirando el plato.

—Y dime… ¿estás segura de querer casarte? —preguntó mi padre, los tres la quedamos mirando, yo con más interés que los demás. Bella nos miró a cada uno y detuvo sus ojos en mí, parecía estar pensando en su respuesta. Tomó su copa y antes de dar un sorbo respondió.

—Claro papa, si no ya lo hubiera suspendido —eso dolió y bastante.

—Que bueno hija, no me gustaría que después te arrepintieras, pero déjame decirte que hasta cuando no los declaren aun es oportunidad para decir que no. Más vale arrepentirse antes que vivir toda la vida en una pesadilla.

—Tu padre tiene razón Bella —agregó mamá—, nosotras ya hemos hablado de eso —miré la cara de la hermosa mujer que tenía en frente y se veía confundida, por una extraña razón ella no parecía feliz de estar hablando de éste tema. No sé porque lo hice, pero decidí cambiar el tema, Bella se veía bastante mortificada con la plática.

—Bueno bueno… entonces ¿cuándo se van a Seattle? Sería estupendo que conozcan nuestra casa, les va a gustar.

—Yo hablare con Jessica para que se quede a cargo de la tienda —Bella frunció sus cejas

—¿No te molesta quedarte en nuestra casa? —preguntó mi padre con algo de miedo, pero directamente a mamá.

—No —respondió mirándolo—, sé que todo estará bien, además, quiero compartir con mis hijos, lo mismo que deberías hacer tú —le aclaró con un poco de dureza en su voz.

—Lo sé, pero ya habrá tiempo para todo —mamá al parecer quería desviar la atención que papá ponía en ella hacia nosotros, pero eso no se lo permitiría.

—Alto ustedes dos —los reprendí—, no se preocupen por nosotros.

—Edward tiene razón —agregó Bella—, además, estamos bien grandecitos como para no cuidarnos solos, así que basta de meternos en el medio —Bella se estaba reprimiendo una risotada al igual que yo, jamás habíamos encarado así a papá y mamá, sonaba divertido—. Bueno, ahora iré por un postre al buffet, así que vuelvo enseguida ¿me acompañas Edward?

—Claro, vamos.


Nos salimos de la mesa dejándolos solos aunque fuera por unos minutos, miré hacia atrás y ellos estaban hablando, era un buen comienzo. Llegamos al enorme mesón y comenzamos a buscar algo que nos gustara, miré a Bella y parecía indecisa.


—Yo que tu escogería el pastel de chocolate —le dije mirándola, ella rió.

—¿Por qué?

—Porque así yo sacaría el pie de limón y podría probar del tuyo y del mío —Bella me miró por unos segundos y rió.

—Tienes razón, recuerdo que cuando pequeños hacíamos lo mismo ¿recuerdas?

—Claro que sí. Siempre pensaba en ti cuando hacía algo que solíamos hacer juntos, en realidad siempre estabas en mis pensamientos, hasta el día de hoy.

—Eso es porque soy tu hermana y me quieres mucho.

—Es por todo menos porque eres mi hermana —sus ojos me vieron atentos, un sonrojo furioso apareció en su rostro, ¡demonios! Tal vez me había precipitado—. Además yo… Bella —sabía que era un error, pero lo tenía atragantado en mi garganta—. Bella yo… yo te…

—¡¡Hola amor!! —gritó una chillona voz a mis espaldas, me giré y la figura más detestable del mundo apareció frente a mis ojos: Mike Newton.


Estuvé a punto, pero a punto de decirle que la amaba, pero en Seattle no estaría Mike para arruinarnos el momento y estaba seguro de que lo conseguiría. Le diría a Bella que la amaba en ese viaje, era mi gran oportunidad.









14 comentarios:

  1. o si la primera haha bueno XD
    hay esta tan lyndo pobre Edy
    apunto de confesar su amor y
    llega mike ai pobresito ya
    kisiera yo tener un amigo asi
    de hermoso hahaha ai espero que
    en el prox capi le diga quela ama
    demaciado y que no puede vivir
    sin su amor haha bueno tiwi me
    encanto este capi al igual que los demas
    haha bueno recuerda pasar por mi blog por que
    subo capi nuevo cada 2 dias bueno bye te kieroo

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  2. Grrrrr malditoooo Mike me daño la cara de felicidad que teniaa!!! mh!!!1 ¬¬ que lo parta un rayo Esme esme rararara!! ajajajajaja me rei mucho ella esta peor que Bella y EDWARD juntos... a mi TWINS GRACIAS POR LA DEDICATORI ME ENCANTA ESTE FIC... LLORO ENSERIO ME SIENTO TAN FELIZ POR PRIOMERA VEZ DE CUMPLIR AÑOS TE AMOOOO TE AMOOO TE AMOO

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  3. AHHHHHHHHHH, NO PUEDE SERRRRRRRRRRRR, JAJA, PERO BUENO COMO DICE MI EDWARD EN SEATLE EL BABOSO NO VA A ESTAR Y BELLA NO PARECE MUY CONVENCIDA DE CASARSE Y ESO ES LO QUE MI EDWARD DEBE APROVECHAR, ME ENCANTA COMO VA ESTE FIC Y ESPERO QUE SE PONGA MUCHISIMO MEJORRRRRRRR, BESOS, LOQUIBELL

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  4. ayyy q tierno es edward, ahora me cae menos mike, justo aparece cuando edward se iba a declarar, aunq me da pena el pobre carlisle esper q pronto se solucione todo con esme, estuvo muy bueno el capi felicidades chicas

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  5. Ay genial el capi pero ese desgraciado se tenia que meter en el medio, que necio, ojala desaparezca pronto, por otro lado prefiero odiarlo a el que al hermoso Jake, me gusto mucho el capi

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  6. ahy diso asi o mas lindo my ed? y jess es una loba total una meneater... ya sabia yo que rosalia iria a ese viaje cuando em llamo a dexcir que estaba soltero ellos seran la prxima parejita feliz jaja... ya quiero que se vayan a seattle solitos y se que bella se siente igual que ed, solo que le cuesta admitirlo jaja aunque ya va cediendo gracias tiwii


    Y FELIZ CUMPLE ADA QUE LA PASES GENIAL TE LO MERECES YA VERAS COMO EN TU VIDA ESTARA GENIAL Y SALDRA TODO JUSTO EN EL MODO QUE LO QUIERES
    QUE DIOS TE BENDIGA BESOS

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  7. hay q molesto este mike!!! por dios!!!!!!!!!!!!!1

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  8. TIWII!!!!!
    como se te ocurre hacer eso!!!!!!!!!!!
    sabes como quedé????? me dieron ganas de golpear el compu con algo!!!! estuvo así de cerca de declararse y entonces... tate que aparece el idiota de mike, como haces eso????????? pero bueno, ya quiero el siguiente huy!!! besotes y nos leemos pronto =)

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  9. ahhhhhh q me da algo!! ya q se vayan a casa edward dios!! tiwii demasiada presion me tienes con todas las historias histerica..el corazon lo tengo en un puño!!!
    bss

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  10. Que inoportunissta ese Mike.Muy bueno este capitulo, a la espera del siguiente. Tengo el corazón comprimido.Un SALUDO ESPAÑA.....

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  11. Que delicia de tension constante. A ver si se dan mas señales para que se pueda declarar y ni que decir de por fin se arreglen los padres que lindos estan. Gracias por tu tiempo y dedicacion para cada uno de tus fics.

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  12. cuando subes el otro capitulo estoy interesada por favor estoy asi con esta historia y con la "del odio al amor" se q estas muy ocupada pero me encantaria saber para cuando tienes el siguiente capitulo

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  13. GRRRR pork teni k parecer mike lo odio si no viera llegado le viera dixo k la ama hay no puede ser ´pork me haces sufrir

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