“No Necesito un Cielo si tú no puedes ir a él ",
Bella Swan, Luna Nueva

"Un día escribiré tanto como Estrellas hay en el Cielo" Tiwii Cullen





Debemos aclarar que todas las historias que están en este blog nos pertenecen y son de nuestra autoría pero los personajes de la Saga Crepúsculo y algunas otras cosas más que aparecerán en los Fics que publicaremos aquí son propiedad de Stephanie Meyer, también existen personajes que son sacados nuestra imaginación.








lunes, 14 de junio de 2010

Cayendo en Tentacion, Capitulo 16: Proposiciones




Cayendo en Tentación


Capitulo 16:


Proposiciones




Hola a todas, mis niñas espeor tenga una feliz mitad de semana queria agradecer de antemano a todas aquellas que toman de su valioso tiempo para leer mi fic, GRACIAS . Ya saben dedicado a todas uds y en espcial a mi Pollis no se si lo leas, pero enserio mi amor espero que todo mejore pronto Baby come back, aqui te espero


En contra de todo pronosctico aqui estoy cumpliendo mi cita con uds, espero les agrade este capi, Ame escribirlo.




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De tres cosas podría estar segura, primero no dejaba de pensar en Jasper Whitlock, segundo es completamente inútil tratar de sacarlo de mis pensamientos y tercero estoy completa y perdidamente loca de amor por él.




Jasper sobrepasaba cualquier cosa que conocía, no quería sufrir esa era la única verdad, pero tampoco podía alejarlo de mi vida, sencillamente lo necesito como el agua a los peces y como el aire a los hombres, pero que hacer me debatía mientras me duchaba, una ducha que supero todas las expectativas, las imágenes de él minutos antes en mi cuarto diciendo que se iría pero no muy lejos, Dios era imposible que dejara de sonreír con solo pensarlo mi corazón daba un vuelco y las mariposas luchaban por salir de mi, una estúpida sonrisa se dibujaba en mi rostro y mis dedos bordeaban mis labios recordando el dulce y adictivo contacto.



Por más que quisiera huir simplemente no podía, ya estaba perdida en este laberinto, es la mayor tentación de mi vida, así que no lucharía en contra de ella, cuando Salí de la me envolví en una pequeña toalla y me tendí en mi cama, despeje mi mente y la deje en blanco por varios minutos o tal vez horas.




-Alice, llame al restaurante y agregue un nuevo puesto para lo de esta noche- decía mi primo al otro lado de la mesa

-Bien- respondí aun ajena a la realidad

-Oye creo que deberías encargarte de Bella, ya sabes para que no desentone esta ocasión, además para que seas tú la que le entregué todo a Rose

- voy- conteste levantándome y dirigiéndome hacia el closet, me vestí muy sencilla, total no importaba un pantalón de mezclilla desgastado hasta las rodillas, playera azul, acompañada de una zapatillas deportivas y el cabello recogido en una pequeña coleta, aunque hubiese sido mejor dejarlo suelto, muchos mechones se escapaban de ella.




Fui al cuarto de Rose le deje las bolsas y prometí pasar luego a ayudarla, mis ánimos se concentraban en Bella, no me equivocaba todo con ella eran discusiones y gritos que pasaron a ser una verdadera lucha campal, siempre debatiendo mis decisiones, acusándome de no conocerla, además de asegurar que le causaría un accidente por el tamaño del tacón de sus zapatillas, ¿acaso es un tacón digno de una dama un 4? No.



Luego se calmo un poco solo hasta cuando comencé a maquillarla y nuevamente comenzaron las discusiones




-Me dejaras como un payaso, lo sé -

-Como te atreves a acusarme de dicho acto Isabela Swan, confía en mí

- Así como confiaste en mi o en Rose y nos dijiste lo que sientes por Jasper, así Alice, dímelo, en realidad creíste que no lo sospechaba, Dios han sido muy obvios y las llamadas que te hizo a mi celular cuando no le contestaste eso fue todo lo que necesitaba para comprobar que se traían algo, estaba realmente afanado por ti


-Perdón, yo no sé qué hacer Bell’s - admití ante mi amiga- puedes creer tengo miedo y creí que no te gustaría que anduviera con tu amigo

-¿Por qué carajos pensaste eso?

- Pues, no se tal vez porque tú sabes cómo he sido, ya sabes no soy una santita, no soy, ni me hago pasar una.

-¡Alice, madura!, tu eres así porque simplemente no había llegado el que te robara el corazón, estabas besando sapos para encontrar a tu príncipe.

-Bueno, si tu lo dices, pero ahora deja que terminé de arreglarte, aun me falta arreglar a Rose
-No es necesario- la voz de mi amiga era totalmente fría




Me gire a verla y sencillamente se lucia hermosa, el vestido rojo hacia resaltar su piel, el escote delantero resaltaba sus pechos y su cabello se veía aun mas rubio, lo llevaba recogido con la peinilla de diamantes una media coleta baja

-Luces divina- dije mientras daba brinquitos- Parece una reina Rose

-Gracias Mary Alice – respondió.

Puse los ojos en blanco mientras intentaba vocalizar pero Bella no lo permitió

- Sabes Al, creo que tú debes ir a cambiarte, Rose me terminara de arreglar ¿te parece?

Simplemente asentí con la cabeza, odio que me llamen por mi nombre completo y mis amigas lo utilizan cuando en verdad están súper enojadas conmigo, antes de tocar el pomo Rose volvió a hablar

-¿Puedes decirme que se traen, digo el motivo de que estemos elegantes?

-No es nada, solo es una cena en familia, pero si te incomoda que yo vaya a ir no te preocupes

-Déjate de pendejadas, solo preguntaba. Ahora te haces la digna, sabes que mejor ni sigamos porque no quiero que por nuestra causa se dañe todo, me imagino todo lo que tus padres han hecho no es justo.




Simplemente fui a mi cuarto y me arregle, ahora el vestido me parecía insípido al igual que todos los accesorios por lo que decidí lucir solo el vestido, mi cabello suele ser rebelde y por más que lo intente no pude evitar las puntas en distintas direcciones, solo use un poco de rubor, al estar arreglada, hui de mi casa, en realidad debía cerciorarme que todo lo que había solicitado se cumpliera, conduje como loca y en menos de 20 minutos estuve en el restaurante.




Tenía más de una hora para que mi familia llegar, la cena comenzaría con un brindis que mis padres harían por tener a sus hijos reunidos y felices, por lo menos aplicaba a Emmett y Edward, en mi caso aun hay tela por cortar; luego vendría la cena como tal, y en el postre la propuesta saldría del refrigerador, acompañada de una hermosas canciones del violinista.

Cerca de las 9 llegaron, los primeros en entrar al recinto fueron mis padres seguidos por Bella y Edward, detrás Rose, Emmett y Jasper

“Dios porque no preste atención cuando Emm dijo un puesto más” me gritaba furiosa a mí misma, debía haber usado todos los accesorios que compre para ese vestido.




Se ubicaron, mis amigas comenzaron a hablar con las miradas, se preguntaban donde carajos estaban, su vista se paseaba por todo el recinto, al igual que la mirada de Jasper, comencé a caminar lentamente por detrás de una de las columnas.

-¿Y Alice?- cuestiono Rose

-Aquí – dije saliendo de la columna – Hola familia- mi voz se hallaba totalmente apagada.




El único puesto que quedaba libre se hallaba junto a Jasper. Es que la vida no iba a tener un poco de piedad con este pobre ser. Rápidamente me ubique mientras los meseros se acercaron con el vino y comenzaron a servirlo

-Vaya, la reina de la moda ha venido como una plebeya - soltó Rose dura e irónicamente
-Ya ves, uno nunca se imagina que puede pasar –




Edward y Emmett me dirigieron miradas que iban desde furia hasta incomprensión, no podía culparlos últimamente ni yo me entendía, levante los hombros y deje escapar un suspiro, un nudo se apoderó de mi garganta impidiéndome respirar, esto empeoro cuando nuestros ojos se encontraron, aferre fuertemente mis manos al borde del mantel, trate de desviar la mirada, pero no podía me hallaba envuelta en sus hermosos y verdes ojos, aunque ahora lucían mas claros podía verse un ligero tono azul

-Estas hermosa – musito, mientras me dedicaba una sonrisa

-Gracias- respondí desviando mí mirada a mis padres que observaban atentos todo.




Pronto el brindis se hizo presente las lagrimas de mamá, las sonrisas de papá sus palabras recordando lo felices que se hallaban de poder compartir con nosotros este tiempo, el poder vernos crecer y ser adultos completamente responsables, bueno ellos ignoraban que su hija aun tuviese arranques de adolescente, la novicia rebelde se quedaba en pañales; las copas se chocaron, las risas de todos en la mesa, todo parecía un sueño, todo iba según lo acordado, pronto los meseros allegaron la comida y detrás de ellos el violinista, luego de haber servido la delicada y dulce sinfonía comenzó, notas totalmente armoniosas.




Gire mi cabeza en busca del maître, bien le había dicho que el violinista debía aparecer en el postre no antes ni después, al no verlo volví a mi lugar, mi apetito estaba igual de loco a mi estado de ánimo por lo que solo piquetee la comida y la deje casi intacta, uno de los meseros se acerco a Edward algo le indico, este solo asintió, aprovechando recogió los platos.




Los postres llegaron pronto mousse de chocolate para los novios y limón para el resto, las notas del violín comenzaron a ser más dulces y románticas al ritmo de Somos Novios de Armando Manzanero, Emmett se levanto de su silla mientras entonaba la canción, pronto hubo terminado la canción y todos le observábamos atónitos, mi primo no es de aquellos que expresa abiertamente sus sentimientos.

El violín fue cayado mientras unas guitarras remplazaban por una canción de Eros Ramazotti

Por ti me casaré es evidente y contigo, claro está, me casaré

Continuo cantando en tanto una de sus rodillas se clavo en el piso

Por tu carácter que me gusta hasta morir no sé por que

Sus manos trataban de sacar el anillo

y eso me da más miedo que vergüenza porque casarse es una adivinanza por ti me casaré
las cara de Rosalie, estaba totalmente bañada por lagrimas, mientras una de sus manos tapaba su boca, la voz de mi primo comenzaba a entrecortarse, mientras la canción seguía surgiendo de su hermosa voz, abrió el hermoso estuche de rosa dejando al descubierto el añillo, extendió sus manos acercándolo más a su amada, las lagrimas de rose fueron acompañadas por las de Bella y mi madre




Aunque somos diferentes somos casi exactos y yo prometeré
que te querré y tú también prometerás que me querrás hasta la muerte todo es cuestión de suerte, suerte, por ti me casaré cuando te encuentre
cuando sepa dónde estás, quién eres tú

Cuando termino su entonación, tomo aire para hacer la debida propuesta

-Rosalie Hale ¿quieres casarte conmigo, soportar mis locuras que por cierto son defecto de toda la fabrica Cullen –decía mirando a bella y luego a Jasper, ni en estos momentos podía ser serio - levantarte el resto de tus días abrazando a tu osito favorito, lidiando con mis bromitas y permitiéndome hacerte la mujer más feliz del estado o mejor dicho del todo el país, además de garantizarte noches llenas de buen sexo loco y ardiente?- su carcajada hizo que varios comensales voltearan a nuestra mesa



Los minutos pasaban y las lagrimas de mi amiga se hacían más fuertes y sus mejillas
completamente rojas, después de varios minutos de llanto y risitas se abalanzo a Emmett quien aun estaba de rodillas, se fundieron en un gran abrazo, un abrazo que te roba el aliento y te hace clamar por otro par recuperarlo o perderte por completo, un beso sello aquel hermoso momento, no pude evitar que algunas lagrimas se escaparan, Virgen santísima me hallaba totalmente sentimental y esta escena no ayudaba.

-¡Sí! ¡Sí!, Emmett Cullen acepto ser tu esposa, no te vas a librar de mí tan fácilmente-



Se pusieron de pie en tanto deslizaba la argolla de compromiso en su dedo, todos nos levantamos a aplaudirles y felicitarles, las lagrimas de mama no cesaban.



En el alboroto de felicitarlos, de abrazarlos, unas manos se aferraron a mi cintura, su aliento choco con la desnudez de mi piel, haciendo que mis piernas aflojaran






-Tu tampoco te libras pequeña Cullen – sentencio

Concluida la cena, nos dirigimos a casa de camino a los coches rose me hablo

-Tu pequeño duendecillo, por ti, tú y tus locas ideas- decía con una perfecta sonrisa – Gracias por todo, yo se que tú fuiste la de la idea de hacer esto así

- No del todo, hay cosas que no son obra mía

El deje cerca a sus autos, me dirigí a la parte trasera del parqueadero por mi auto, me metí en él para salir de este sitio, deseaba llegar a mi casa y poder distraerme en otra cosa, me sorprendió ver que los autos de mi familia aun estaban en sus sitios, me detuve frente al coche de papa y me baje

-¡Papi!- exprese en un tono alto, al no obtener respuesta me acerque al vehículo, pero no se hallaba nadie, me dirigí al coche de mi hermano y tampoco había nadie, una sensación de terror se apodero de mi. Donde carajos se hallaban.





Me hallaba concentrada mirando dentro del coche cuando unas manos me tomaron de los hombros, para girarme, automáticamente grite tan fuerte como pude, aunque he de admitir que mi grito se vio ahogado

-Perdón, no quería asustarte- me aseguraba la voz que roba mi aliento

-Yo ¡Dios!, casi me matas del susto ¿Dónde están…






Mis palabras fueron abruptamente cortadas cuando una de sus manos se posaba decididamente en mi mandíbula y sus labios sin previo aviso se adueñaron de los míos, movimientos rápidos, llenos de necesidad, de la misma necesidad que había sentido horas antes, ante el contacto mis ojos se cerraron y mis manos se dirigieron a su cuello y a su rostro, mientras mi boca respondía a las caricias de sus labios igual de necesitadas, luego lo movimientos se fueron haciendo más tenues hasta separarnos, una de sus manos acariciaba mi rostro, aun con los ojos cerrados deslice mi frente por su nariz, sus dedos rozaban sutilmente mi mentón, baje la cabeza dejando escapar un suspiro, quedaba más que claro que no podía huir de este dulce pecado, levante mi cara para verlo a los ojos, el brillo que se escapaba de ellos me hacia enloquecer, una tímida sonrisa se escapo de mis labios, volvía a bajar un poco la vista cuando su mano obligo a verlo, sin poder evitarlo mordí mi labio inferior.

-Yo- uno de sus dedos se poso en mis labios indicándome que no hablara





Sus labios volvieron a tomar los míos encarcelando mi labio inferior entre sus dientes, luego volvía a besarlos con mas deseo, me hallaba completamente recargada contra el coche de Edward, nuestros movimientos cargados de necesidad,, con mas lujuria, si no nos deteníamos en esos momentos ya sabría donde terminaríamos



Nuestro beso esta vez fue acompañado por música, lentamente se retiro de mis labios, mientras me abrazaba y me cantaba




¿Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo?
¿Es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta ser tu amigo?

El sonido de su voz recorría mi oído y mi cuello
Ya no puedo acercarme a tu boca sin deseártela de una manera loca



Sus labios le regalaron un dulce mimo a mis labios, que añoraban tenerlos de nuevo era una mentirosa si decía nuevamente que lo quería lejos de mi vida




Necesito controlar tu vida saber quién te besa y quien te abriga
Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo
Es que no te has dado cuenta
De lo mucho que me cuesta ser tú amigo

-No quiero y no deseo ser solo un amigo – susurro cuando sus brazos me rodeaban para acercarme mucho mas a él, podía oír como un grupo de voces se unían a su canto



…Ya no puedo continuar espiando
Día y noche tú llegar adivinando
Ya no se con que inocente excusa
Pasar por tu casa...



-O llamar – grito Edward riendo, Jasper le dedico una sonrisa, para luego volver a buscar mis ojos y terminar su canción



Ya me quedan muy pocos caminos
Aunque pueda parecerte un desatino
No quisiera yo morirme sin tener
Algo contigo,
Sin tener, algo contigo,
Sin tener, algo... contigo.

-Esta vez te lo digo en frente de toda tu familia, no quiero, no puedo y no deseo alejarme de ti, Alice ¿Quieres ser mi novia?

Atónita, estupefacta, anonada, conmocionada, miraba toda la escena los músicos que habían estado en el restaurante se hallaban en la parte delantera del auto y mi familia a su lado. Mierda, mínimo habían observado que casi me lo devoraba con esos besos

-Vamos Alice, te vas a seguir negando- gritaba mi queridísimo primo

Nunca imagine que fuera capaz de hacer semejante cosa, mi voz se negaba salir, no estoy segura que haya parpadeado

-Pues con esos besos, yo me atrevería a decir que también quiere algo contigo- musitaba mi madre

Sacudí varias veces la cabeza, todos se habían prestado para que se acercara a mí

-Alice ya responde- gritaron al unisonó mis amigas – vamos peque tu sabes que lo quieres- concluía Rose

-Pues… yo… este… SI- dije depositando un tenue beso en los labios




Puedo sin temor a equivocarme decir que esta fue la mejor forma de pedir que fuese su novia, mis hermanos estiman a Jasper, mis amigas lo adoran y mis padres simplemente le abrieron las puertas de su hogar y para mí además de ser mi novio es mi dulce tentación.

Los días transcurrían llenos de risas y bromas, pronto tendríamos una boda en nuestra casa, la fecha escogida por los tortolos fue mayo y desde ya planeaba el sitio, adornos, vestidos, invitaciones, todo, tendría que ser la mejor boda de la cuidad, no todos los días Emmett Cullen decide echarse la soga al cuello; sin darme cuenta ya faltaban tan solo tres días para regresar a Detroit.




Las primeras semanas de enero como son de esperarse suelen ser un poco más frías que el resto del año, estos días que faltaban la pasaríamos en Forks, recordando viejos tiempo decían mis hermanos.



Todos viajaron en la madrugada del jueves, menos nosotros ya Jasper dijo que debía dejar unas cosas pendiente antes de ir a Forks, en la noche me invito a cenar a uno de los mejores restaurante de la cuidad, luego de la cena y cuando ya estuve dentro del coche vendo mis ojos, condujo por un largo tiempo, pronto me ayudo a salir del coche indicándome por donde debía andar.



Pude sentir cuando una puerta se cerró atrás de mi, sus manos recorrían sin temor mi cuerpo, tallando mis caderas y subiendo por mis senos, su boca se besaba mi cuello y su erección rozaba mi trasero, mis caderas se movían con fuerza contra su virilidad. Sin temor me giro, para besar mis labios que ansioso lo esperaban, mis dientes se clavaron en su labio inferior, dejando escapar un gemido tenue, mi lengua recorrió la línea de sus labios para luego volver al centro de su boca y encontrarse en un baile con la suya, mis manos se aferraron a su trasero apretando y acercándolos más a mi cuerpo.




Las caricias se tornaron en completa desesperación, mis manos subieron al pecho para tomar su hermosa camisa azul y sacar todos los botones de un solo tirón, camínanos sin despegar nuestros cuerpos hasta que chocamos con el borde de la cama, nuestros cuerpos se llaman, mi corazón latía desmesuradamente y a punto de colapsar, mis brazos se aferraron a su cuello, y mis labios a los suyos, rápidamente estuvimos recostados en la cama, mis manos recorrieron la desnudez de su torso hasta llegar a la correa de sus pantalones, la cual pronto se vio reducida al igual que su pantalón, sus manos jugaban por encima de mi ropa, sus labios se deslizaban por todo mi cuerpo cubierto, lentamente y torturándome con el ritmo en que lo hacía comenzó a desvestirme, saco las zapatillas, luego el pantalón de mezclilla y por último la camisa, dejando solo la ropa interior.

Su boca volvió a besar mi cuerpo, sus manos jugaban entre mis piernas haciendo pequeños círculos, líneas y cuadritos, avanzaba lentamente, tener los ojos cerrados aumentaban la sensación de su piel y sus besos en mi cuerpo las ondas eléctricas podrían seguramente atraer un rayo en caso de tormenta, mis uñas recorrían sus muslos y apretaban su bien formado y duro trasero.

Mi respiración daba claras muestras de ser afectada, el calor de su cuerpo y no poderlo sentir en mi solo hacían que me desesperara y agarrara sus posaderas con mas ansias

- ¡Ya! – grite dejando que un jadeo se escapara a su vez – No jue…gues con la comida es de mala edu…ca…ción- recrimine con la voz totalmente rota y ronca por la lujuria




Su boca se estaciono en el ombligo y jugando con la lengua, relamiendo el orillo del mismo, descendiendo hasta la orilla de las bragas, gracias a la Divina Providencia soy adicta a la lencería, su boca jugó con el fino encaje, besando mi intimidad por encima de tan delicada prenda

- Tenemos un problema- dijo tan claramente

- Hmmmm- estaba totalmente ida en el placer que sentía - que- salió casi sin sonido de mi garganta

- No sé si quitarlas o correrlas, ¿Qué opinas? - sus labios agarraron una parte de la tela, luego de deposita un beso

“¡Haz lo que quieras, pero hazlo ya, no vez que me tienes totalmente húmeda!” – Gritaba la voz de mi conciencia – hmmmm- acaso debería volver a párvulos, para aprender a expresarme delante de mi novio



Sus dedos se limitaron a correr un poco la tela, para poder acariciar mi botón, movimientos urgidos, las delicadezas quedarían para otra ocasión el deseo nos comía vivo, nuestros cuerpos gritaban de una u otra forma l necesidad de estar entrelazados




-Creo que mejor los quito- dijo quedamente sobre mi muy excitada piel, con sus dientes los bajo, una de sus manos zafó el molesto sostén, mis jadeos se hacían más fuertes

- Qui..ta la venda



Sentir retirarse de mi cuerpo cuando una ola de frio recorrió mi piel, sus labios se unieron a los míos, en movimientos rápidos, pero el resto de su cuerpo permanecía algo alejado de mi, oí como rompía algo con sus manos, luego su cuerpo volvió a posarse sobre mi



-No - gruñó- disfruta esto dijo- mientras su hombría me penetraba, movimientos rudos, sus manos se aferraron a mis senos fuertemente dejando escapar unos gritos.

Como si no pesara nada me volteo haciendo que quedara sobre él, ahora era yo quien controlaba los movimientos, un poco de tortura no le hacía daño, me senté ahorcadas, movía mi cadera en círculos, rápidos, lento, muy lento y extremadamente lento, aun con los ojos vendados podía sentir su mirada fija en mi cuerpo.



Meneando todo mi cuerpo y tocándome en movimientos totalmente sincronizado, recordé la canción de 5 letras de Alexis y Fido, tome aire para poder tararear una parte de la canción
-amárate el pelo, gatea, zandea- levante un poco mi centro de su hombría- trépateme encima, haz lo que sea – mis manos recorrían su rostro y se aferraban tenuemente con las uñas en sus cuello- pónteme agresiva, pa’que tenga el control aunque no lo crea- pegue duramente nuestros cuerpos, un gran gemido se escapó de su garganta-




Sus manos tomaron mis caderas para indicar el momento, haciendo acopio de mi maldad trate de quedarme quita para que le cotara más, tal vez el juego o la lujuria hicieron que se sentara y pudiera mover a su antojo mi cuerpo, las arremetidas por parte y parte fueron mas rápidas y fuertes, pareciera que dos grandes animales chocaran, mi cuerpo se tenso íntegramente en pocos segundos el calor interno aumento dejando que se libreara totalmente, en su ser, los movimientos y los jadeos continuaban saliendo de nuestros cuerpos,, un movimiento lento y luego dos embestidas mucho mas ruda que las anteriores fueron el punto para saber que él también se libero.




Mi cabeza cayó sobre su hombro, tome sendas bocanadas de aire buscando recuperar el aliento, sus manos acariciaban m columna haciéndome estremece nuevamente, nuestros cuerpos aun se hallaban unidos lo que me permitía sentir su palpitante musculo en mi excitado centro, un pequeño movimiento hizo que gimiera




-Quédate... quieto- indique

- Nena, necesito sacarlo y botarlo- respondió, mientras sus manos se deshaciendo de mi vendaje, luego de recobrar mi visión pude obsérvalo totalmente rojo y sudado, así se veía aun más apetecible.



Me tome unos segundos más para luego permitir liberarnos, me recosté en la cama, mientras él se dirigía al baño a deshacerse de la protección, antes que regresa su móvil comenzó a sonar



-Contesta por favor- cuchicheo desde el baño




Sin ánimos me levante a buscar en su pantalón el móvil, cuando lo tome ya había dejado de sonar



-No alcance- suspire frustrada, a quien se le ocurría llamar a las 2 de la mañana, estaba a punto de dejarlo en su lugar cuando volvió a soñar, observe la pantalla

“Heidi


Una punzada atravesó mi corazón, porque su Ex le llamaba a estas horas. Deje el sobre la cama, mientras me recostaba un poco



-Amor. ¿Quién era?- inquirió ya cerca a la cama

- No sé, no alcance a contestar- mentí, mientras le regalaba un a sonrisa



Se sentó junto a mí tomando su móvil en las manos y observando quien le había marcado
-Mierda – escupió, mientras volvía a cerciorarse de la llamada, soltó un resoplido luego dejo el celular cerca de la mesa que estaba junto a la cama, se recostó a mi lado atrayendo mi cuerpo a él y regalándole los más hermosos mimos.



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¡Sigo queriendo un Jasper, pero mientras escribía y veía a Emmett así Dios me enamoré del grandulón!, juro que me emociona escribir esta historia y no quiero acabarla, no aun, por eso he de decir que pues a este fic le falta más cosas y no puedo asegurar cuanto falta solo que está próximo a su final, Señor es que mi Alice me ataca de una forma, me dice todo lo que pasa y no sé como ordenarlo, ya saben dos locas a veces no nos entendemos y a eso se suma que Jasper también me dice partes de su versión. ¿Que creen que pasara con la Heidi? . Ya saben me gusta saber su opinión… miles de besos y abrazos



Con amor



Ada Cullen



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