“No Necesito un Cielo si tú no puedes ir a él ",
Bella Swan, Luna Nueva

"Un día escribiré tanto como Estrellas hay en el Cielo" Tiwii Cullen





Debemos aclarar que todas las historias que están en este blog nos pertenecen y son de nuestra autoría pero los personajes de la Saga Crepúsculo y algunas otras cosas más que aparecerán en los Fics que publicaremos aquí son propiedad de Stephanie Meyer, también existen personajes que son sacados nuestra imaginación.








lunes, 14 de junio de 2010

Cayendo en Tentacion, Capitulo 15: Negando




Cayendo en Tentación


Capitulo 15:


Negando



Mis niñas enserio de antemano me dispenso por el capitulo tube unos pequeños problemas con mi lap u.u un virus la noqueo asi que tube que dejar este capi asi.... espero les guste



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Amo viajar, poder salir disfrutar de los paisajes, pero no en esta ocasión, en definitiva deseaba que cualquier cosa sucediera para no viajar, para no alejarme de él pero que le diría a mis padres “se que llevo mucho tiempo alejada de casa, si cerca de cuatro años y ahora no puedo verlos, nos vemos luego”, en definitiva eso mataría a mama, ella ama a su familia unida y mi actitud los últimos años le rompió el corazón. Pero me dolía dejarlo. Me senté junto a Emmett quien también se veía dolido




-¿La extrañas?- cuestione, amoldando mi cabeza sobre parte de su brazo

Me observo durante unos minutos luego dejo escapar una maldición – demasiado - admitió- quería acompañarla unos días mas pero no me lo permitió

-Ya, pequeño- musite acariciándolo- además ya vendrá a casa a pasar el resto de vacaciones, eso me dijeron

-Lo sé, es que me he acostumbrado a ella y… ahí Alice la amo tanto no quiero que se separe de mi sabes le propondré que se case conmigo- dijo con una hermosa sonrisa

- ¡Enserio!- respondí atónita a sus palabras, nunca imagine que mi primo se quisiera entregar a una sola mujer- yo te ayudo a organizar todo ¿sí? por favor, por favor

Después de reír como tonto contesto – y quien más puede encargarse de los preparativos, te lo iba a pedir en casa –

Aplaudí varias veces mientras sonreía como tonta-Gracias Osito, gracias- trate de abrazarlo como pude, al menos ocuparía mi mente por un buen tiempo.

El resto de viaje transcurrió normal, bueno, en realidad no sé que me pasaba últimamente los ojos se cerraban con gran facilidad, así que no note cuanto tiempo dormí, ni cuando llegamos

- Despierta- varias sacudidas me fueron propinadas, ninguna sutil o delicada, enfadada abrí los ojos, quería matar al atrevido que osaba a tratarme así, mis ojos enfocaron la silueta de mi primo, totalmente perplejo

- ¿Qué sucede Emm?

- Llevo mucho tratando de despertarte, pero no respondías, me asustaste enana, Dios realmente me asustaste

-Exagerado- replique desperezándome- vamos por el equipaje- agregue





Bajamos del avión y nos encaminamos a la correspondiente sección del aeropuerto donde se encontraban nuestros equipajes, pero no fue necesario ir hasta allá Edward y Bella ya lo habían recogido, esta vez nuestros padres no nos estaban esperando, nos desplazamos hasta la salida para tomar dos taxis, pronto estuvimos en casa el recibimiento fue asombroso globos de colores por toda la sala, serpentinas, un cartel donde se leía >>BIENVENIDOS LOS EXTRAÑAMOS HIJITOS<< El resto de día fue normal, recuento de todo lo sucedido desde la última vez que les visitamos, desempacando, acoplándonos al clima y a la casa, los tortolitos paseando por la casa y acompañando a mamá, yo viendo tele y jugando con Emmett, tratando de distraerme cosa que no se dio.




Me sentía deliberadamente triste, con inmensas ganas de llorar y gritar, frustrada por no poder ocupar mi mente me marche a mi habitación, me puse la pijama y luego me embutí en la cama sabía que a todos les extrañaría mi silencio y que me retirara tan temprano apenas y eran las siete.




Busque sueño, coloque las almohadas en la cabeza, me cubrí con todas las mantas, rodé varias veces por la cama, me levante, me acosté, volvía rodar y acomodar las almohadas, pero todo parecía ser en vano.

El móvil sonó, solo basto el primer timbre para que me abalanzara a contestar, oír esa hermosa voz me revivió mi corazón latía con fuerza, camine para ponerme frente a la ventana, hablamos cerca de una hora, el aseguro que me extrañaba, pero puedo jurar que yo lo extrañaba más.




Colgué dejando escapar varios suspiros, los golpes de la puerta me sobresaltaron

-¿Quién?

- Corazón, ¿puedo?

-Claro mamá, es tu casa, puedes entrar a donde gustes - rápidamente estuvo sentada conmigo en la cama, me tomo en sus brazos y acaricio mi cabello, ciertamente su instinto le indicaba que no me hallaba bien, no dijo nada, no dije nada, no era necesario mi madre es muy perceptiva y nunca va haciendo pregunta, ni exigiendo respuestas solo te apoya, te sostiene mientras estas en crisis y espera pacientemente para que le cuentes lo sucedido. Me dormí en sus brazos.




La primera semana estaba por terminar, ya era domingo, pero para mí todavía era lunes y peor aun creía que llevaba más de mil años en el mismo día, el tiempo se hallaba totalmente detenido, así el día fuera soleado en mi corazón había una nube negra, pasaba mis días en la cocina, o haciendo quehaceres debía entretenerme con algo, los únicos momentos de alegría se reducían a unas horas, específicamente a aquellas en que mi cuerpo se calentaba y su voz me regocijaba, envolviéndome en el más hermoso mundo, su melodiosa voz, su perfecta risa, su delicadeza todo el me encantaba, mi hombre perfecto.




Lavaba unos platos cuando Emmett ingreso a la cocina sacándome de mis pensamientos

-Enana – grito- ey despabila ¿en qué o quién piensas? - negué con la cabeza- quiero que me ayudes, Rose llega el martes y espero poder hacerle la propuesta, mas tarde hablare con mis papas para comunicarles mi decisión, sabes que desde que ellos se hicieron cargo de mi son mis consejeros

-Si lo sé, y si mañana mismo me ocupo de eso

- Alice, ¿Quién es? – inquirió dubitativo

-¿Quien es que Emm?- me hice la desentendida

- Es Jasper, verdad- eso no fue una pregunta fue una afirmación, el corazón casi se sale de su lugar con la sola mención de su nombre

- No sé a qué te refieres- alegue girándome al lavado

-Yo lo sé, llevas días ida, has estado bastante alejada de todo y los únicos instantes en los que se te ve feliz es cuando platicas misteriosamente por teléfono y de nada vale que te escondas u hables bajito solo en esos momentos la vida te vuelve y los ojos te brillan, entonces ¿es Jasper?




Volví a negar con más fuerza y énfasis, Dios Emmett me sacaría canas verdes, purpuras y magenta de ser posible





-Mira Enana no lo niegues, los vi en la discoteca, demasiado juntos cerca de la barra y no me vas a decir que te quedaste sin aire, porque hasta donde tengo entendido el no es médico, ni otorrino- una estruendosa y gran carcajada se le escapo- y la noche antes del viaje fue a la casa, todos lo sabemos que nadie te diga nada no significa que no lo sepamos- se quedo en silencio un momento antes que pudiera decir algo retomo su monologo- Tu – acuso con su dedo, acaso mis papas no le enseñaron que era mala educación señalar a alguien- pequeña traviesa, ya se con quien estabas la noche del jueves tu…



Intervine furiosa – Emmett Cullen deja de hacerte videos en esa cabeza de chorlito que tienes, se te quemaran las pocas neuronas buenas primito- camine hacia la puerta, al pasar por su lado le tire una toalla que tenía en el hombro- mejor dedícate a tus asuntos ¿no te quieres casar?

Tome uno de los coches y me dirigí a Forks, mi familia cuenta con una casa cerca a un bosque es muy tranquila, tratábamos de aprovecharla al máximo cuando estamos en la escuela, hace varios años no iba, necesitaba estar sola, relajarme, sentir que Emmett sabia de mi relación con Jasper me preocupaba lo conocía muy bien, comenzaría con sus bromas, no estaba ánimos y me inquietaba que todos lo sospechaban. En poco tiempo llegue a mi destino, si sobrepasar los límites de velocidad me relajaban, me quedaría solo esa noche, al ingresar a la casa me percate que había dejado mi móvil, maldije varias veces y grite hasta quedarme sin aliento.




Me recosté en el sofá de la sala, vi televisión y dormí más que bien soñé con mi chico y voz de ángel, tan hermoso, gentil, caliente, lujurioso, hasta en sueños me estremecía. Besos descarados eran regalados a lo largo de mis piernas, sus manos recorriendo la parte superior de mi cuerpo, enredándose con mis senos, presionado los pezones, su lengua desplazándose por debajo de mi falda, perdiéndose en ella, apartando el obstáculo que implicaban mis diminutas bragas, rozando su lengua con mi centro, haciendo círculos en el, pidiendo a gritos lo que ya le pertenecía, haciendo que mi calor y mi cuerpo continuaran reaccionado mi espalda arqueada mas arqueada que el arco del triunfo, mis caderas moviéndose ansiosas de poseer su preciado tesoro, y los gemidos, dios nunca había gemido tanto, los dedos de mis pies se contorsionaban por la sensación que me recorría hubiese dicho que podía incendiarme con solo el roce de sus manos, sus jadeos no ayudaban demasiado, sus manos pronto le acompañaron jugando y penetrando en mi intimidad, bombeando rítmicamente, su lengua no dejaba sus movimientos, mi cuerpo se contraía ante sus continuo bombardeo, los movimientos se hicieron más rápidos en poco tiempo mi cuerpo colapso y ante la explosión quede sentada.

Abruptamente mis ojos también quedaron de par en par, jadeaba, mi respiración estaba entre cortada y dios sudaba, las gotas recorrían mi cuerpo, corrí al baño una buena ducha podía bajar el calor que ese sueño ocasiono, salí cuando note que mi piel se asemejaba a la de un shar pie, me arreglé, regrese a la sala eran cerca de las 4, lunes dije para mi, prepare un café.




Mientras me tomaba unas tazas de café pensé en la mejor forma para que Emmett pidiera a Rose su mano, aunque gustosa ella le daría un sí sin importar nada más. Sin pensarlo tome el auto y conduje de regreso a Seattle, esta vez más despacio el tiempo era lo de menos, aun era temprano. Llegue a casa antes de las 7, todos aun descansaban fui a la cocina y les prepare un delicioso desayuno omelett, panqueques, jugo de naranja y café con tostadas.



Poco a poco podía oír ruidos, ya estaban levantándose, primero fue mamá que de seguro se durmió, papa saldría tarde a trabajar y sin desayunar

-Cielo- musito mi madre luego observarme detenidamente – Estaba preocupada por ti

Encogí mis hombros – no tienes porque- asegure

-No puedo evitarlo Alice, eres mi bebe- me acuno en sus brazos y me beso en el cabello– bien, tratare de prepararle un desayuno a tu padre

-Ma! No tienes que hacer nada, llegue temprano y pues ya lo hice

-Gracias Cielo – volvió a besar mi cabello- voy a servir

Nos reunimos a desayunar en familia, la cara de Emmett era totalmente seria, Edward ni me determinaba y Bell’s que puedo decir de mi amiga estoy segura que quería estrangularme, luego que papá saliera mi hermano me regaño

-Has dicho que no me meta en tu vida, lo entiendo, dices que no eres una niña, pero actúas como tal, no sé qué sucedió ayer, no sé y no me importa saber en dónde estabas, solo te pido, te ruego que para la próxima avises dónde vas a estar o llama, mamá estaba deshecha por tu culpa

- Lo siento, yo…

- No digas que lo sientes cuando no es así- recrimino Bella- además creo que todos nos estamos cansando de tu variante estado de humor




Antes que pudiera decir algo todos se levantaron de la mesa dejándome sola, si reconozco que soy impulsiva y siempre hago lo que yo quiero, y no me he detenido a analizar mis actos, estaba cansada de estar jugando al gato y al ratón con ellos.

-Anoche te llamo- dijo Emmett detrás de mi- se preocupo cuando le dije que te habías ido

- Yo, Emm

-Nada si quieres seguir engañándote hazlo es tu problema. Llámalo, porque no llamo solo una vez lo hizo hasta cerca de las doce y como no sabíamos dónde estabas pues, enserio se preocupo

- Estaba en la casa de Forks, lo siento no quise gritarte ni ser tan lunática- mi mirada estaba perdida en la mesa.




No se dijo nada mas, el resto de la mañana me la pase tendida en mi cama mirando al techo tomando el suficiente valor para llamarlo, el pesado de la realidad caía en mi cara Jasper es mi novio y solo me he dedicado a negar cualquier tipo de relación con él, no hacia justicia al regalo que la vida me daba, de repente la hora del almuerzo se paso, nadie me aviso lo indicaba que aun se hallaban molestos conmigo, tampoco tenía hambre, tome el móvil y lo apague, no tenía el suficiente valor para hablar con él.

Tome una nueva ducha, tras haberme retocado informe a mama que saldría a hacer algunas compras para el día especial del Emmett, conduje hasta Helzberg Diamonds joyería ubicada en la 5th avenida, compre el anillo de compromiso un hermoso solitario de oro de 24 quilates, adornado con pequeños diamantes rodeándolo y una de bella esmeralda en la mitad, sencillo pero hermoso, después de haberlo comprado pedí al encargado si era posible conseguir una cajita en forma de rosa y preferiblemente roja escarlata, diligentemente mi petición fue cumplida a cabalidad.




Después fui a la Aguja Espacial, era de suma importancia hacer las reservas e indicar lo que necesitaba, rosas de todos los colores, un músico preferiblemente alguien que tocara violín, una mesa alejada de toda la gente y escoger el menú de aperitivo canapés, de entrada pollo al limón acompañado de ensalada de arroz con salmón ahumados y espárragos, como postre mouse de chocolate para los novios y los demás de limón, una botella de vino Casillero del diablo, solo faltaba confirmar el número de asistentes.



Luego a Prada, Gucci, Dolce Gabbana, comprar la ropa de todos no fue difícil, las mujeres lucirían hermosos vestidos con escotes, ceñidos al cuerpo y hasta las rodillas, azul oscuro para Bella, blanco para mi madre, rojo para Rose y más atrevido y corto que los demás, no es que me encante el rojo solo que como significa amor y pasión es el mejor color para ella y el mío un hermoso lavanda todo acompañado de sus respectivos zapatos y accesorios, los hombres todos con sus trajes, el atuendo de Emmett blanco con camisa negra, al igual que los zapatos.



Hacer esas compras me llevo toda la tarde y comienzos de la noche, las bolsas ocupaban la parte del asiento trasero, amaba poder ir de comprar, conduje a Taco Bell pedí una hamburguesa y un taco me tome mi tiempo cenando, saboree cada bocado bebí dos cocas. Regrese a casa alrededor de las 11, ingrese con todas la bolsas en mis manos casi ni podía moverme me sorprendió ver que todos esperaban en la sala

-Por fin llegaste- dijo Emmett, sabía que debía estar ansioso en pocas horas Rose arribaría, no tenía idea de lo que tenía preparado y mínimo pensaba que me había escapado

- Estaba solucionando algo, pero si me ayudas con algunos paquetes, quiero mostrarles todo.




Me sorprendió que quien me ayudo fuera mi hermano, luego que acomodo los paquetes en la mesa de la sala me dirigí a todos mostrando la sortija e indicando como iba a hacer todo, todos me observaban atentos casi ni parpadeaban, al terminar mi primo se abalanzo sobre mi

-Gracias, gracias enserio Te Amo- murmuro entre risas

-No hay de que- correspondí a su abrazo, luego de separarnos me despedí

-Espera- dijo Bella, me detuve en seco –Jasper me ha estado llamando dice que te necesita urgente ¿ha sucedido algo?

-Nada, no ha sucedido nada, no te preocupes- conteste sin voltear a verles mis mejillas estaban completamente rojas- Emm mañana me dices para cuantos personas es la reserva, debo confirmar, que descansen

Me escabullí a mi cuarto y literalmente quede muerta, solo hasta la mañana volví a saber del mundo, mamá toco en varios oportunidades, Bella entro a llamarme para recoger a Rose, me negué deseaba dormir, hasta mis hermanos se sentaron en la cama a persuadirme pero mi respuesta siempre fue

-Quiero dormir, a Rose la puedo ver más tarde a mi sueño no lo sé, además ya debe estar aburrida prácticamente no nos separamos para nada- no entendía el porqué insistir tanto al final desistieron y me dejaron descansar.




No debió pasar mucho tiempo, porque pronto oí cuchicheos en el pasillo, bueno es que no le habían enseñado a respetar el sueño ajeno, no cesaron en su lugar aumentaron podía oír claramente a Rose




-Deja que hablen- decía un poco furiosa- aquí estaremos esperando, Tu no te atrevas a meterte Cullen-termino firmemente.

Todo quedo en silencio, me gire nuevamente, tratando de desplazar la cobija hasta mi cabeza, pero me era imposible, jale varias veces con fuerza

-Creo que no podrás si no me levanto- musito una voz que conocía perfectamente, pestañe varias veces, me lleve las manos a los ojos y me restregué fuertemente los ojos- Te vas a lastimar

-Estoy soñando- dije incrédula- Estas tan lindo, eres perfecto- asegure

Su risa melodiosa y dulce – No lo estas, si estoy aquí – su mirada viajo por mi cuarto- Estaba preocupado por ti, no sabía lo que sucedía y para completar apagas tu celular

-Yo, no se – admití- si he de ser sincera contigo tengo miedo, mucho miedo, yo no sé cómo manejar una relación, digo algo serio, son muy pocas las que he tenido sabes… no soy adicta a los compromisos, no quiero que me lastimen

- Yo no voy a lastimar, lo prometo

- Te negué, no una vez, en la disco Marco dijo que tú eras mi novio y lo negué, luego Emmett pregunto y volví a negar, negué varias veces, ante bella – me quede en silencio Dios estaba tan asustada que todo fuese un sueño, no quería sufrir – Jas yo creo que es mejor dejar las cosas así, no quiero que nos lastimemos luego

-Estás loca- exaspero levantándose de mi cama, me tomo de los brazos y haciendo que también yo quedara de pie, mi cuerpo se erizo con el contacto-Alice, dime que es una broma- su voz sonaba herida- dilo

-No- musite tenuemente, mis ojos se nublaban por las lagrimas que ya caían, bien sabia que por más que quisiera no podía ya alejarme de él- lo siento, creo es lo mejor que puedo hacer ya suficiente dolor he causado con mis arranques, y aun te puedes salvar, aléjate.




Su agarre no aminoro al contrario se hizo más fuerte, su cuerpo se acerco mas al mío, su aromo golpeaba con fuerza mis sentidos, su calor y su aliento arremetían en todo mi ser





-¿Y el daño que me haces ahora? ¿Y lo que siento por ti?-susurraba con voz rota- unas lagrimas se escaparon de sus bellos ojos color mar- vale mierda todo.

Señor, estaba siendo egoísta, hiriendo su ya herido corazón, varias imágenes se pasaron por mi mente de aquella noche de tragos en mi casa, aun le dolía, el ya había sido lastimado y yo estaba siendo una vil perra, las lagrimas no dejaban de caer

-Es mejor que te alejes – susurre desviando la vista

-No lo voy a hacer- dijo pasando su lengua por mis labios cerrados los cuales ante el roce se abrieron, volvió a recorrerlos de la misma forma buscando la entrada, pero solo se dedicaba a jugar en ellos, mi boca anhelaba la calidez de su lengua dentro, ansiaba el sabor de su boca -Bésame amor mío- dijo la mas agraciada voz, al siguiente roce mis labios respondieron moviéndose a su lengua, besándola dulcemente, las lagrimas seguían corriendo locamente por mis mejillas, luego de darle libertad, mi lengua imito sus movimientos pasando por sus labios jugando con la comisura, recorriendo el contorno, nuestro labios se enredaron, movimientos fuertes cargados de deseo, su enganche ahora se hallaba en mis caderas y mis brazos en su cabello halándole firmemente, los movimientos continuaron las lenguas danzando, regocijándose.



Abruptamente me aleje, mi respiración se hallaba reducida a jadeos, intente alejarme, pero al dar el paso hacia atrás sus manos me jalaron nuevamente a el






-Eres mi tentación y mi perdición- susurre tan bajo que creía se oiría como un cuchicheo sin sentido pero no fue así

- Pues te tengo la solución mi pequeña- jadee ante la caricia de su rostro sobre mis labios, mi voz huyo como un cobarde huye tras haber matado al tigre y se asusta con la piel- Cae en ella, piérdete que yo estaré contigo- mis piernas temblaron, sentí que me deshacía en sus brazos que fuertemente me aferraban. Sus manos recorrían mi espalada, mientras sus labios besaba el lóbulo de mi oído – me voy- canturreo – pero no muy lejos solo al cuarto del fondo- señalo. De la misma forma en que yo corte el beso se alejo de mí, desplazándose tan rápido que lo último que vi fue la puerta cerrarse.





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¡Quiero a un Jasper!, Dios cada capítulo que escribo me enamoro de Él. A que no se esperaban que el fuera hasta Seattle, yo tampoco eso surgió en el camino. Que dicen mis niñas me quieren matar yo también me quiero matar, lo juro, cuando escribía unas lagrimas se me escaparon, y decía ¡No Alice!, no seas mala y si lo dejas recomiéndame que yo lo recibo encantada (ups ya divago), enserio que me dicen ¿Alice seguirá con el aceptara su amor o lo dejara. Ya saben me gusta saber su opinión… miles de besos y abrazos

Con amor


Ada Cullen




1 comentario:

  1. fascinante el capitulo que mala alice que tiene miedo de reconocer qque esta enamorada

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