“No Necesito un Cielo si tú no puedes ir a él ",
Bella Swan, Luna Nueva

"Un día escribiré tanto como Estrellas hay en el Cielo" Tiwii Cullen





Debemos aclarar que todas las historias que están en este blog nos pertenecen y son de nuestra autoría pero los personajes de la Saga Crepúsculo y algunas otras cosas más que aparecerán en los Fics que publicaremos aquí son propiedad de Stephanie Meyer, también existen personajes que son sacados nuestra imaginación.








martes, 22 de junio de 2010

Pasion a Segunda Vista, Capitulo 14: Paz (Segunda Parte)




Pasión a Segunda Vista



Capitulo 14:



Paz (Segunda Parte)





Hola mis amores!... ¿Cómo están?, espero que bien… bueno aquí tienen al fin la segunda parte de Paz, el martes también publicare recuerden que este cap no esta incluido en la trama debido a que es parte del 14 por eso lleva el mismo numero.



Las amoooo!!!



Con Amor…




Tiwii Cullen.






POV Edward:




Maldita sea…



Como odio estar en estas situaciones, siempre que lo pienso detesto cada vez mas este sentimiento el problema es que cuando me encuentro en esta maldita situación no puedo evitarlo…



Los celos son más fuertes.



- Bienvenue à Paris, M. Cullen et Mademoiselle…- saludo el chofercito que parecía salido de una caja de cereales.

- M. et Mme Cullen- salude en un perfecto pero enchilado francés, había que dejar las distancias claras no permitiría que ese pensara que Bella estaba sola. Mire los ojos de ese maldito imbecil y estaba comiéndose a mi mujer con los ojos. Detestaba sentir deseos de apretarle el cogote a alguien. Si Bella no me estuviera tomando la mano creo que ya habría saltado encima de ese imbecil

- M. et Mme Cullen, s'il vous plaît me suivre- el mostró una sonrisa de medio lado y nos indico la salida. Tome a bella por la mano mientras ella le agradecía, no la solté en todo el camino. El pequeño chofer tomo nuestras maletas y las llevo en el carro del aeropuerto.



El camino fue un completo infierno sentía la mirada del muy descarado pegada en el cuerpo de Bella, sabia que era una actitud completamente infantil e inmadura pero nada me sacaba de la cabeza que ese modelito de cereales si hubiera podido habría flirteado hasta el cansancio con Bella. Me la pegue lo que mas pude al cuerpo, cada vez que el maldito posaba sus ojos en ella la besaba o la abrazaba para sentirla cerca no quería dejarle ni un momento a Bella sin mi protección.



Llegamos al hotel y entre todo era hermoso, grande, espacioso y todas las cualidades que pudiera conocer. Fuimos a la recepción y trate de hacer lo mas rápido los tramites del registro, el botones nos condujo a la habitación y hasta yo mismo me sorprendí de mi reacción, le quiete las maletas de las manos y cerré la puerta en su cara una acción poco propia de un caballero pero muy apta para un hombre que estaba verde de los celos.



- Edward ¿Qué te pasa?- pregunto mirándome extrañada.

- No me digas que no te diste cuenta- le dije con mis celos al borde de rebalsar.

- ¿de que?

- ¡que ese maldito casi te tira su hombría por la cara el muy mal nacido! ¡estaba coqueteando descaradamente contigo mi amor!- lo grite y sentí la mirada de Bella pegada en mi, mis ojos estaban saltones de tanta rabia contenida que tenia, ella me miro con esos ojos que me volvían loco, muy pronto casi no habían restos de esa rabia psicópata y celópata.

- Edward, mi amor- se sentó y me llevo con ella- dime ¿a quien amo yo?

- A mi- le respondí y una sonrisa se desplegó de mis labios.

- ¿entonces?... no te enojes por algo así mi amor, yo te amo mas que nada en este mundo y no creo que después de todo lo que pasamos vayas a arruinar nuestro viaje ¿cierto?

- Claro que no mi amor-

- Ahora bésame antes de que me enoje por lo mucho que te demoras- me dijo y de inmediato la tome por la cintura y la pegue a mi cuerpo dándole un beso de esos que nos quitaban los suspiros.



Luego de un rato entre caricias y besos nos logramos separar, recorrimos la habitación pero el calor seguía ahí, cuando bella me invito a darnos un baño mis ojos brillaron ante aquella proposición y acepte de inmediato una invitación al paraíso acompañado de mi mujer.



Por la noche nos fuimos a recorrer la ciudad, cuando nos paramos a contemplar la Torre Eiffel no pude evitar recordar todo lo que tenia preparado para mañana, seria un día grandioso de eso estaba seguro. Al volver al hotel nos acostamos de inmediato, Bella no tardo mucho en caer en un profundo sueño, me quede contemplándola por mas de una hora solo velando sus sueños a mi mente vinieron recuerdos de cosas del pasado no odia evitar sentir algún despojo de rabia por lo que había sucedido hace algunos años atrás. Bella era solo una inocente pequeña ella no tenia nada de maldad en su corazón, nosotros personas que ya teníamos un mundo le destrozamos la juventud e hicimos terrible todos sus días. Siempre e sentido rabia conmigo mismo y creo que nunca me perdonare por haberle hecho tanto daño. De todos los que participaban conmigo en esas “fechorías” solo 2 se han redimido, Alice y Jasper se arrepintieron después de que la vida se encargara de echarles en cara sus errores. A veces pienso que la vida es tan efímera, un día al parecer estábamos tocando la gloria teníamos todo lo que un adolescente caprichoso podría querer pero de un momento a otro todo lo que conocíamos se perdió y quedamos en la completa desolación, nuestras vidas se convirtieron en infiernos personales, tuvimos que afrontar las consecuencias de lo que alguna vez hicimos.



- Edward- susurro Bella entre sueños- Te Amo…



Mi corazón latía aceleradamente cada vez que escuchaba esas hermosas palabras de sus labios, sabia que mi lección no había llegado aun, estaba esperando a que la vida me hiciera pagar por mis pecados se que todo el karma y el peso de mi conciencia no es suficiente aunque me daba pánico pensar en estar lejos de Bella, pero estaba conciente de mis errores y estaba dispuesto a pagar el precio que me pusieran por intentar redimirlos. Observando el rostro angelical de la mujer mas hermosa del mundo caí en un sueño profundo sintiéndola cada vez mas cerca mió.



- despierta dormilón- me removí y un suspiro en mi oído me hizo erizar hasta el último vello de mi cuerpo. Suprimí un bostezo solo para abrir los ojos y encontrarme con esos orbes verdes que me cautivaban cada día mas.- pensé que dormirías toda la mañana.

- Buenos días- dije aun adormilado

- Buenos días mi amor, tengo todo preparado para que desayunemos. Hoy amaneció con un hermoso sol, levantarte para que desayunemos en la terraza.

- Esta bien- dije cerrando mis ojos nuevamente, aun estaba adormilado.



Luego de unos momentos sentí el cuerpo tibio de Bella sobre el mió, sus labios comenzaron a besar mi cuello dejando una sensación exquisita al transcurrir los segundos, mi cuerpo no se hizo esperar y comenzó a reaccionar con sus caricias, abrí los ojos apresuradamente al sentir sus manos en la piel de mi estomago, sus caricias eran todo lo que pedía solo con tener un roce de sus manos podría darme por pagado sabia que la vida me había premiado de sobremanera al darme el privilegio de tenerla conmigo, me asustaba tener tanta felicidad sin perder nada a cambio.



- ¿intentas seducirme?- le pregunte con la voz pesada por todos los sentimientos que se arremolinaban en mi cuerpo, la sujete firme por la espalda y la hice girar dejándola debajo mió.-no juegues conmigo Bella.

- Pensé que dormías- me dijo entre risas

- Ya vez que no- sonreí como a ella tanto le gustaba, baje mi boca hasta su cuello y lamí su tersa piel, ella soltó un grito al sentirme bajar, con mis manos un poco mas ágiles abrí su bata dejando expuesto ese hermoso camisón de color rosa que se había puesto anoche si no hubiera estado tan cansada la abría incitado a que pasáramos la noche en vela. Mis manos subieron por sus muslos llegando a su cintura acaricie toda la piel que estaba expuesta a mi tacto.

- Edward… el desayuno- dijo entre pequeño jadeos que me indicaban que ella estaba cediendo ante mi contacto.

- Tu empezaste mon amou- su cuerpo se estremeció con mis palabras, con la punta de mis dedos roce sus pezones, la prenda que antes me parecía sensual ahora era un estorbo para mi, rápidamente la despoje de su bata y del camisón dejándola completamente expuesta para mi- Vous êtes merveilleux.



Me puse nuevamente sobre ella pero trate de que mi cuerpo no le hiciera daño, mis manos se movían lentas y tortuosas por su figura, Bella parecía estremecerse ante el más mínimo de los contactos no paso mucho tiempo antes de que gemidos audibles salieran de sus labios. Mi boca se fue hacia sus pechos y los devore con suavidad el ritmo que estaba llevando era delicioso pero completamente torturador Bella cada vez que la acariciaba se removía o se arquea, sus manos se fueron contra mi pelo invitándome a continuar.



- Dios… ¿Cómo me torturas así?- pregunto entre gemidos, mis dedos delinearon la orilla de sus bragas, levante la vista y nuestras miradas se encontraron ella tenia los ojos oscuros y brillantes, la expresión y la sonrisa que me regalo hizo que mi deseo creciera completamente.

- Solo quiero darte placer- dije susurrando contra su piel, lentamente baje sus pantaletas y deje suaves besos en sus muslos al sacarlas completamente de mi vista, subí rozando su piel con mis labios y llegue a la parte baja de su cabeza donde su monte me esperaba- adoro esta forma de despertar.

- Yo también- dijo en un susurro

- No creo que pueda acostumbrarme a lo convencional nuevamente.



Un gemido que se escucho en toda la habitación salio de los labios de la mujer que tenia debajo, mi boca toco aquel botón que generaba un sin numero de sensaciones y la hacia perder el control completamente. Mis dientes fueron ávidos y se centraron en la protuberancia que parecía estremecerse cada vez que me iba a acercar, el cuerpo de Bella reacciono como lo esperaba sus constantes gemidos y sus manos apretando mi cabeza contra ella me hacían saber que estaba en lo correcto y que la estaba dejando loca de tanto placer.



- ya basta, me estas torturando- decía cuando sabia estaba a punto de producirse un orgasmo.

- No quiero- dije contra su centro, mi lengua y mi boca devoraban, lamían y mordían todo a su paso, ella apretaba sus ojos y las expresiones que me daba hacían crecer aun más mi propia excitación.

- ¡Edward!- grito cuando la convulsión se desato, mi lengua rápidamente siguió el curso de sus espasmos, mordí y apreté su centro para darle aun mas placer del que ya tenia, después de unos minutos el cuerpo de Bella aun seguía con residuos de su orgasmo.- un día me vas a matar- dijo con su respiración entrecortada y sus ojos completamente cerrados

- ¿Por qué lo dices?- pregunte divertido mientras besaba sus muslos

- Eres malo Edward y te juro que me las vas a pagar- dijo entre dientes.

- Pero eso será otro día mi amor- le dije divertido- ahora debemos desayunar- su cabeza se levanto y me miro con unos enormes ojos

- ¿así?... pero pero- dijo tartamudeando

- Pero nada, vamos que hoy tenemos muchas cosas que hacer.



Casi sin creerlo y refunfuñando se levanto de la cama y se fue al baño, me parecía divertido verla reaccionar de esa manera con respecto al sexo, Bella era mi primera mujer pero con ella había descubierto sensaciones que no pensaba que existían, ella me había mostrado el mundo del amor de pareja y ese placer que solo ella podría ofrecerme. El hacer el amor con Bella era una bendición de la que sabia jamás me hartaría.



- no es justo Cullen- me grito desde el baño enrabiada.

- ¡vamos Swan no te enojes!- le respondí riendo a carcajadas.


Salimos de la habitación aun bromeando a ella no le había parecido chistoso el cortar todo allí, pero sabia que después de esta noche me agradecería el haber ahorrado tiempo, además sabia que Bella y yo podríamos hacer el amor cuando quisiéramos no quería abusar de ello y que algún día se cansara de estar conmigo, tenia mas que claro que en el mundo habían muchas mas cosas que el sexo y estaba dispuesto a disfrutar cada una de ellas.



El día que tuvimos fue maravilloso, la lleve a todos los lugares más hermosos de la ciudad, visitamos museos, plazas y lugares históricos. Bella estaba que lloraba cuando llegamos a la catedral de Notre-Dame saco todas las fotos que la cámara le permitió, parece una niña pequeña en una juguetería nueva yo solo me dedicaba a contemplarla y a sonreír, era tan fácil hacerla feliz. De regreso nos fuimos recorriendo la Avenue des Champs-Élysées, íbamos tomados de las manos, mi dedo pulgar iba acariciando su mano y disfrutábamos de un cómodo silencio.



- este día ha sido espectacular, lastima que esta terminando- dijo con pesar.

- ¿y quien dijo que había acabado?- pregunte sonriendo

- ¿no acabo?- pregunto asombrada.

- Claro que no



Entramos al hotel, mi cuerpo se tenso y en una reacción casi por inercia pegue el cuerpo de Bella al mió, ese maldito botones de cereal estaba en la recepción conversando con un tipo. El coraje broto nuevamente al ver que posaba sus ojos en Bella. Subimos rápidamente al ascensor y ahí fue cuando pude respirar nuevamente tranquilo, maldito descarado.



- y bien ¿Cuál es la ocasión de esta noche?, ¿Cómo debo vestir?-

- ponte lo que tu prefieras mi amor- le dije con una sonrisa, me acerque a ella quedando casi en su oído- con cualquier cosa te vez hermosa- su cuerpo se estremeció y una sonrisa apareció en sus labios.

- Gracias- respondió con una mirada picara

- Te dejare sola un momento para que puedas arreglarte, volveré en una hora ¿esta bien?

- Bueno, ¿pero donde vas?

- Por ahí… después te cuento- le di un beso en su frente y Salí de la habitación.



Camine por los pasillos del hotel pensando en todas las maravillosas cosas que habíamos pasado, sentía la necesidad enorme de hacer todo lo que estaba planeado para hoy, ya no podía esperar mas, ojala que Bella se lo tomara bien y le gustara mi sorpresa.



Al cabo de 1 hora volví a la habitación, todos los arreglos estaban hechos. Bella salio de la habitación y nuevamente mi boca casi se cayo al piso al ver lo que traía puesto, tenia un hermoso vestido de straplees de color blanco, tenia detalles de enredaderas y hojas con lentejuelas en la parte inferior. Iba con su cabello en una media cola y maquillada lo más natural que su hermoso rostro le permitiese.



- una vez más me dejas sin palabras- le dije mirándola como un bobo, ella sonrió y se acerco a besarme.

- Ese efecto me gusta, ojala siempre me encuentres hermosa

- Te aseguro que hasta con un saco podría encontrarte la más bella entre muchas.

- Y ¿para donde vamos?

- Es una sorpresa, pero se que te gustara.

- Esta bien, ¿pero ya nos vamos?

- Si creo que ya estamos en la hora- mire mi reloj y eran casi las 8.



Le tome de la mano no sin antes besarla como si el mundo dependiese de ello, sabia que tenia que controlar mis ansias si no nuestra velada la pasaríamos en la cama y por ahora eso podríamos dejarlo para el regreso, quería que Bella disfrutara de este momento. Bajamos al restauran del hotel, se llamaba “Les Ambassadeurs”, este era uno de los restaurante mas románticos de todo Paris, debido a su estilo clásico y a su antigua decoración, además primero debíamos cenar, no quería que mi mujer se cayera de hambre.



- ¿cenaremos?- pregunto cuando bajábamos al primer piso y nos encaminábamos hacia el restauran.

- Claro que si, no pensaras que te llevare a pasear con el estomago vació- ella sonrió negando con la cabeza.



Entramos en el exclusivo restauran, debido a que éramos huéspedes no me había costado conseguir las reservaciones, pero a las personas de afuera les costaba casi 1 semana poder ser incluidos en las listas de reservas. Cuando el sommelier me vio sonrió de manera amistosa, yo venia hablando con el desde hace días para poder conseguir la reserva.


- Bonsoir M. et Mme Cullen-

- Bonne Nuit- respondimos al unísono.

- Ici, s’il vous plaît.

- Merci

Seguimos al Sommelier, este nos encamino hacia un lugar apartado del restauran, era una terraza cerrada con una mesa solo para dos, estaba decorada con luces tenues y además todo su tapizado y decoración era en rojo y dorado.



- Wow- dijo Bella con asombro- Edward esto es maravilloso

- Y es todo para ti mi amor, solo para ti-


Nos sentamos y pedimos lo que nos ofrecía la carta, degustamos vinos exquisitos y nos reímos de las anécdotas que contábamos sobre nuestros días antes de volvernos a encontrar, el tiempo con Bella era tan agradable, sabia que mi mujer era una persona culta y de sociedad, ella tenia muchas cosas que eran difíciles de encontrar, tener dinero y ser humilde eran cualidades imposibles de encontrar en una misma persona. Por eso cada vez la amaba mas, ella era una mujer única en su clase.



Terminamos de cenar y nos quedamos solo a disfrutar de la presencia del otro. Mire mi reloj ya marcaban casi las 10 de la noche, estábamos justo para llegar.

Salimos del hotel y nos encaminamos hacia la otra parte de la sorpresa, Bella llevaba a Bella entre mis brazos, nos besábamos mientras pasábamos por todas las calles iluminadas por las luces parisinas. Contémplanos a trabes de las ventanas la imponente figura de la torre llena de luces.



- ¿A dónde nos dirigimos?- pregunto ella

- A ese lugar- apunte con mi dedo y dejo de respirar.

- ¿a la torre?

- Si

- ¿vamos a dentro de la torre?

- Si mi amor, adentro.

- Wow- soltó un suspiro y siguió contemplando todo el paisaje



Llegamos a tiempo, sabias que después de las 10:30 no dejaban subir a nadie así que estábamos justos para poder pasar. Al llegar a la entrada solo tuve que decir mi nombre y el encargado nos dejo pasar, subimos hasta el último piso de la torre ese que nos ofrecía una de las vistas más hermosas de la ciudad. Al abrirse las puertas del ascensor Bella se quedo parada con su mirada perdida en el escenario que tenia. Estábamos en uno de los últimos pisos y este espacio iba a ser completamente para nosotros, en el medio del la soledad del piso había una enorme mesa con todo tipo de alimentos y bebidas, un Buffet. Además estaba todo adornado con rosas rojas y pétalos por todas partes.



- Edward… esto es maravilloso- dijo pisando por el camino de rosas.

- No mas que tu.



También para darle calidez había unos sillones y lámparas con velones y de todo tipo de esencias que hacían más dulce el ambiente. Conseguir esto había sido una odisea pero todo valió la pena por Bella, además cuando los encargados supieron mi cometido todos apoyaron a una joven pareja enamorada que estaba de paso en la ciudad del amor.



- pero… pero… ¿Cómo?- preguntaba Bella maravillada por todo lo que veía

- esto es solo una parte además la noche recién comienza, no te preocupes solo disfruta de lo que tenemos aquí, esto es todo para nosotros.



Bella tenia una enorme sonrisa y sus ojos brillaban por la sorpresa, le tome la mano y nos encaminamos hacia el exterior del piso en donde estábamos, tenia una vista de toda la ciudad, todos esos colores y luces que habían esa noche se combinaban y nos proporcionaban un espectáculo nunca antes visto.



- no puedo creer lo que haz hecho, es que es imposible tener esto Edward- dijo un bueno rato después cuando salio de sus sorpresa.

- Lo sé, es por eso que te pido que disfrutes de todo… es solo para ti.

- Esto es genial…- soltó un suspiro y paso sus brazos por mi cintura, nos dimos un abrazo que tenia cargado millones de sensaciones y sentamientos, sin duda la había sorprendido.

- Pero esto es algo mínimo lo importante es lo que viene- dije en un susurro esperando a que ella no me oyera.



Pasamos a degustar de todos los manjares, como ya habíamos comido pedí que nos sirvieran una mesa llena de postres y dulces. Había de todo lo que me pudiera imaginar, cosas tradicionales, dulces típicos y recetas extranjeras. Bella aunó no podía creerlo, solo esperaba que todas las sorpresas de la noche fueran de su agrado.



Una suave música comenzó a sonar por los parlantes que estaban instalados en las paredes de la habitación, la suave brisa de la noche se colaba por los enormes ventanales que nos cobijaban. Invite a Bella a sentarnos en los sillones en donde pudimos disfrutar nuevamente de las caricias y besos que ambos nos dábamos. Una hora mas tarde la tensión se apodero de mi, sabia lo que venia a pesar de que estaba tranquilo porque no era algo terrible tenia miedo de que Bella no lo considerara prudente o tal vez no era correcto debido a que había terminado con Jake hace tan poco, pero tenia que arriesgarme, esta era mi sorpresa y sabia que en algún momento tenia que dársela.



- Bella…- comencé nervioso

- ¿Qué pasa?

- Yo… hay algo que quiero darte pero no se si es lo correcto

- ¿a que te refieres?

- El tiempo que llevamos juntos a sido lo mas hermoso que me ha pasado en la vida y amo cada minuto que tu y yo pasamos juntos, se que tengo el privilegio de tenerte a mi lado y doy gracias todo los días por ello- me levante de los sillones y la lleve hacia el exterior nuevamente la vista me maravillo pero aun mas hermoso era el rostro de Bella golpeado por la luminosidad de la ciudad.

- Edward ¿Qué pasa amor? Me pones nerviosa- dijo con una sonrisa

- Bella…- la mire directamente a los ojos.

- ¿dime?

- Quiero aquí en Paris, en la ciudad del amor y con este maravilloso paisaje de testigo… quiero preguntarte algo.

- ¿Qué cosa?

- Bella…- me agache y me afirme en una rodilla, tome su mano izquierda ante su atónita mirada- ¿te casarías conmigo Isabella Marie Swan?.



Su boca se abrió y dejo de respirar por unos minutos.


POV Bella:



¿Estaba escuchando bien?...


No esto debe ser un sueño…


¿Edward me estaba pidiendo matrimonio?


¿A mi?


OH por dios…



Solo esa frase apareció al momento de darme cuenta que habían pasado varios minutos y yo seguía mirándolo con la misma expresión de boba y casi sin respirar.



- Edw… Edward…- solté junto con el aire contenido en mis pulmones…

- Bella… yo se que tal vez es muy rápido pero te amo tanto mi amor, además no te pido que sea ahora podríamos casarnos al terminar de estudiar pero lo único que quiero es hacerlo oficial no quiero que nadie mas se adelante- dijo muy nervioso



Solté una risa nerviosa, mis piernas se hicieron de gelatina y mi cuerpo parecía ansiar cada palabra que salía de sus labios. Dios mió… ¿matrimonio?, de pronto todos esos recuerdos felices y tristes pasaron por mi mente. Edward Anthony Cullen quería casarse conmigo, no podía creerlo después de todo lo que pasamos ¿era mi destino casarme con Edward?...



- Bella no te preocupes en rechazarme, lamento haberme precipitado tanto… creo que fue un error- se paro y se encamino hacia el salón nuevamente, yo estaba parada en el medio del enorme balcón que daba hacia los miradores, el viento agitaba mi cabello y mi vestido, estaba tan atónita por lo que me había dicho que todavía me era imposible reaccionar.

- ¡Si Quiero!- grite en un impulso, el paso de Edward se detuvo en el instante que escucho mis palabras, mis ojos se sentían húmedos y la emoción que había en mi pecho era algo que no podía explicar. ¿Cómo podía ser que unas simples palabras detuvieran de tal manera tu mundo?

- Bella- susurro girándose hacia donde estaba yo, nos quedamos mirando como 5 minutos sin decir nada, creo que las palabras sobraban pero ya era hora de exteriorizar toda la felicidad que tenia por dentro. En solo dos segundos acorte la distancia que nos separaba y me lance hacia sus brazos, nos abrazamos por largos minutos solo disfrutando del contacto y del calor del otro.

- ¿de verdad quieres casarte conmigo?

- ¡por Dios Bella!... ¿aun lo dudas?

- Es solo que no se… estoy en shock, de verdad no me lo esperaba

- ¿te sientes presionada?

- ¡NO!- dije de inmediato- es solo que me emociona de verdad que estemos así de enamorados

- Lo se para mi también es una sorpresa… es por esto que quiero pasar el resto de mis días contigo mon amou. Además creo que esto- metió su mano al bolsillo y me entrego una caja de terciopelo- te pertenece.



Abrí la pequeña caja y casi llore al ver su contenido, era de tamaño mediano y contenía un hermoso anillo de compromiso y además tenia dos dijes.



- ¿dijes?- pregunte emocionada

- Claro que si, ¿recuerdas lo que prometimos?

- Cuando estemos libres pondremos el próximo- respondí

- Hoy es el día, nos declaro completamente libres para vivir nuestro amor- se acerco a mi y me beso de esa forma que solo el podía hacerme estremecer, Edward lo era todo, no había nada en este mundo que me pudiera alejar de el.

- Pero hay dos dijes- pregunte cuando nos separamos, uno era una pequeña paloma blanca con un corazón en su piquito

- Claro, la primera es la paloma que significa nuestra libertad por eso tiene un corazón en su piquito, es por nuestro amor. Y la segunda te darás cuenta de porque es.



El segundo dije era una pequeña torre Eiffel, mis ojos se aguaron de la emoción que sentía, la Señora Cullen al parecer ese sueño de mi infancia ya no estaba tan alejado de la realidad.



- bueno y ¿te gusto el anillo?

- ¡por supuesto!

- Entonces déjame hacer esto como se debe.



Edward saco el anillo de la caja y guardo lo demás en su bolsillo. Nos paramos nuevamente juntos y tomo mi mano izquierda entre las de el.



- Isabella Swan, promete amarte en cada momento por siempre, este día declaro mi amor incondicional a ti, prometo cuidarte, protegerte y hacerte feliz todos los días de nuestras vidas- deslizo ese hermoso anillo en mi dedo anular, la emoción que sentí en ese momento fue indescriptible, el amor que sentía por este hombre no era nada comparado con el odio que alguna vez sentí…

El dolor ya había quedado atrás… era momento de perdonar.

5 días después estábamos listos para volver a casa, Edward había preferido que nos quedáramos en Paris ya que había pescado un resfrió que me había dejado en cama por dos días. Nunca supe a donde me iba a llevar después de Francia pero me prometió que pronto haríamos ese viaje.



Cuando llegamos al aeropuerto en Los Ángeles mis padres y los de Edward nos recibieron. Todo fue muy emotivo después de casi dos semanas sin vernos era maravilloso volver a tenerlos conmigo.



- ¡Bella!- me llamo Esme la madre de Edward- hija quiero que el sábado vayas a cenar a nuestra casa, quiero presentarte con la familia- un escalofrió recorrió mi espalda, ¡demonios!... mi cuerpo se tenso con la idea de pisar la casa en donde todavía habían personas que me odiaban. Emmett y Rosalie.

- Si… claro- respondí nerviosa.



Con Edward nos despedimos prometiéndonos vernos mañana a primera hora, el día de hoy lo pasaría con mis padres para contarle todo lo que habíamos vivido.



Las calles familiares de los Ángeles me rodearon nuevamente, mis padres iban enfrascados en una charla trivial, mientras que yo analizaba la situación. Si iba a casarme con Edward lo mejor era limar asperezas con lo que quedaba de sus hermanos, no podía meterme en esa casa sin por lo menos hablar las cosas con Rosalie. Tenia que hacerlo, no quería entrar en su familia y saber que tenia a alguien que me odiaría por siempre.



El sábado seria el día en que todo el odio seria reemplazado por el perdón…







¿Que les parecio esa propuesta?.. espero que les haya gustado este cap… y para mis fieles lectoras que se están esperando el final les anuncio que ya entramos en la recta final, el próximo será el antepenúltimo capitulo en donde pasaran cosas muy importante así que aquí les dejo un avance del próximo capitulo.

Ojala les guste y comenten como siempre.







2 comentarios:

  1. Ojalaaaa yo poder disfrutar todo eso, es envidia si, pero de la buena... :-P

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  2. Que linda la sorpresa de Edward me encanto este capitulo

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